tag:blogger.com,1999:blog-238650720918150934.post4584259244322115193..comments2023-11-08T07:50:03.542-08:00Comments on El Matiner Carli: Marcelino Menéndez Pelayo y el carlismo: la ortodoxia hispánicaEl Matinerhttp://www.blogger.com/profile/05434236598409088597noreply@blogger.comBlogger3125tag:blogger.com,1999:blog-238650720918150934.post-19557656928135521792012-05-26T14:42:47.596-07:002012-05-26T14:42:47.596-07:00«España, evangelizadora de la mitad del orbe; Espa...«España, evangelizadora de la mitad del orbe; España martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio...; ésa es nuestra grandeza y nuestra unidad; no tenemos otra. El día en que acabe de perderse, España volverá al cantonalismo de los arévacos y de los vectores o de los reyes de taifas».<br /><br />MENÉNDEZ PELAYOOccidentenoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-238650720918150934.post-69776367651980126442012-05-21T09:41:41.824-07:002012-05-21T09:41:41.824-07:00Sólo el Carlismo ha encarnado históricamente y per...Sólo el Carlismo ha encarnado históricamente y permanentemente el universo cultural descrito y defendido por don Marcelino, máxime cuando el mundo conservador ha derivado gradualmente hacia un liberalismo más acentuado. Es por ello, que con toda justicia, se puede afirmar que únicamente el Carlismo puede reivindicar la figura y obra de Menendez Pelayo, con la obvia reserva hacia sus opciones políticas concretas, que se han evidenciado erróneas.Cucalanoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-238650720918150934.post-29760272301064885592012-05-21T04:16:21.009-07:002012-05-21T04:16:21.009-07:00El famoso discurso de Marcelino Menéndez y Pelayo,...El famoso discurso de Marcelino Menéndez y Pelayo, conocido como el brindis del Retiro:<br /><br />«Yo no pensaba hablar; pero las alusiones que me han dirigido los señores que han hablado antes, me obligan a tomar la palabra. Brindo por lo que nadie ha brindado hasta ahora: por las grandes ideas que fueron alma e inspiración de los poemas calderonianos. En primer lugar, por la fe católica, apostólica romana, que en siete siglos de lucha nos hizo reconquistar el patrio suelo, y que en los albores del Renacimiento abrió a los castellanos las vírgenes selvas de América, y a los portugueses los fabulosos santuarios de la India. Por la fe católica, que es el substratum, la esencia y lo más grande, y lo más hermoso de nuestra teología, de nuestra filosofía, de nuestra literatura y de nuestro arte.<br /><br />Brindo, en segundo lugar, por la antigua y tradicional monarquía española, cristiana en la esencia y democrática en la forma, que, durante todo el siglo XVI, vivió de un modo cenobítico y austero; y brindo por la casa de Austria, que con ser de origen extranjero y tener intereses y tendencias contrarios a los nuestros, se convirtió en porta-estandarte de la Iglesia, en goufaloniera de la Santa Sede, durante toda aquella centuria.<br /><br />Brindo por la nación española, amazona de la raza latina, de la cual fue escudo y valladar firmísimo contra la barbarie germánica y el espíritu de disgregación y de herejía, que separó de nosotros a las razas septentrionales.<br /><br />Brindo por el municipio español, hijo glorioso del municipio romano y expresión de la verdadera y legítima y sacrosanta libertad española, que Calderón sublimó hasta las alturas del arte en El Alcalde de Zalamea, y que Alejandro Herculano ha inmortalizado en la historia.<br /><br />En suma, brindo por todas las ideas, por todos los sentimientos que Calderón ha traído al arte; sentimientos e ideas que son los nuestros, que aceptamos por propios, con los cuales nos enorgullecemos y vanagloriamos; nosotros los que sentimos y pensamos como él, los únicos que con razón, y justicia, y derecho, podemos enaltecer su memoria, la memoria del Poeta español y católico por excelencia; del poeta de todas las intolerancias e intransigencias católicas; del poeta teólogo; del poeta inquisitorial, a quien nosotros aplaudimos, y festejamos, y bendecimos, y a quien de ninguna suerte pueden contar por suyo los partidos más o menos liberales que en nombre de la unidad centralista a la francesa, han ahogado y destruido la antigua libertad municipal y foral de la Península, asesinada primero por la casa de Borbón y luego por los Gobiernos revolucionarios de este siglo.<br /><br />Y digo y declaro firmemente que no me adhiero al centenario en lo que tiene de fiesta semipagana, informada por principios que aborrezco y que poco habían de agradar a tan cristiano poeta como Calderón, si levantase la cabeza.<br /><br />Y ya que me he levantado, y que no es ocasión de traer a esta reunión fraternal nuestros rencores y divergencias de fuera, brindo por los catedráticos lusitanos que han venido a honrar con su presencia esta fiesta, y a quienes miro, y debemos mirar todos, como hermanos, por lo mismo que hablan una lengua española, y que pertenecen a la raza española, y no digo ibérica, porque estos vocablos de iberismo y de unidad ibérica tienen no sé qué mal sabor progresista (murmullos). Sí: española, lo repito, que españoles llamó siempre a los portugueses Camoens, afirmó que españoles somos, y que de españoles nos debemos preciar todos los que habitamos la Península Ibérica.<br /><br />Y brindo, en suma, por todos los catedráticos aquí presentes, representantes de las diversas naciones latinas que, como arroyos, han venido a mezclarse en el gran Océano de nuestra gente romana.»El Matinerhttps://www.blogger.com/profile/05434236598409088597noreply@blogger.com