Editoriales

viernes, 18 de diciembre de 2015

La Comunión Tradicionalista ante las elecciones del 20 de diciembre de 2015

La Comunión Tradicionalista ante las elecciones del 20 de diciembre de 2015

La triste farsa de las elecciones generales se repite en España este domingo 20 de diciembre. Los medios y los partidos políticos del régimen se esfuerzan por arrastrar a las urnas a cuantos votantes puedan: lo cual puede servir de indicación a los españoles responsables.

No hay una sola candidatura católica. Ni una sola defensora de la verdadera España. Ni una cuyos integrantes proporcionen siquiera el atisbo de una mejoría en las tristes circunstancias de nuestra Patria.

Tampoco existe el deber moral de ejercer el voto, por más que algunos así lo prediquen. Hay otras formas de hacer política, verdadera política, que no pasan por los espejismos electorales. En ellas estamos empeñados los tradicionalistas. Sin que excluyamos volver a presentar candidaturas en el futuro: pero sólo como un instrumento más en la reconstrucción de España y de sus regiones, una reconstrucción que conducirá necesariamente a la desaparición de los partidos políticos, de los candidatos irresponsables y del sufragio universal inorgánico.

¿Cuál será el resultado de estas próximas elecciones? Las variables han aumentado por la presencia de (supuestamente) nuevos partidos y candidatos respaldados por gran ruido mediático. Entre los que hay revolucionarios de salón, o de aula, que buscan su oportunidad, y oportunistas varios que buscan incorporarse a la casta del régimen oligárquico vigente. Cabe incluso en lo posible que ese resultado sea indeciso e inestable, y que pronto vuelvan a ser convocados los españoles a las urnas.

En ese momento, quizá (sólo quizá) aparezcan candidaturas tradicionalistas. La mejor preparación para ello será una gran abstención en estas elecciones generales. Rechacemos la farsa.

En varias localidades españolas se celebran también este domingo elecciones a juntas vecinales. A éstas, en cambio, animamos a la participación, para evitar la desaparición de instituciones tradicionales verdaderamente representativas.

Madrid, diciembre de 2015
--
Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón
Comunión Tradicionalista
Apartado de Correos 50.571
E-28080 Madrid

http://www.carlismo.es/

jueves, 12 de noviembre de 2015

Política católica e ideologías. Monarquía, tecnocracia y democracias

Política católica e ideologías. Monarquía, tecnocracia y democracias

Un nuevo libro se une a los ya publicados por el sello Itinerarios, una iniciativa del Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II, creado por el polígrafo Francisco Elías de Tejada, refundado por el jurista Juan Vallet de Goytisolo y que preside en la actualidad el profesor Miguel Ayuso.

Política católica e ideologías. Monarquía, tecnocracia y democracias, segundo volumen de la colección «Verbo», reúne las actas de las L y LII Reuniones de amigos de la Ciudad Católica, convocadas por la Fundación Speiro —editora de la revista Verbo— con la colaboración del Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II, y celebradas en la Universidad Antonio de Nebrija de Madrid, respectivamente los días 20 de abril de 2013 y 11 de abril de 2015. La edición ha corrido a cargo del citado profesor Ayuso, de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid.

Obra de un grupo de investigadores experimentados y cohesionados, constituye una aproximación orgánica al problema de la política católica en el laberinto de las ideologías. En una primera parte aborda la cuestión de las democracias (así, en plural) modernas, de la representativa a la «neocorporativa» pasando por la deliberativa, y su contrapunto de la tecnocracia. La segunda contrasta el impacto que la democracia ha producido en la monarquía, hasta el punto de hacerla irreconocible. Al tiempo que hace emerger su verdadero rostro en la conexión con el poder legítimo, completado por el papel en la historia de España y la teología de la historia.

Los autores son los profesores Miguel Ayuso (Madrid), Javier Barraycoa (Barcelona), Danilo Castellano (Údine), Bernard Dumont (París), Dalmacio Negro (Madrid), John Rao (Nueva York), Juan Fernando Segovia (Mendoza), José Antonio Ullate (Pamplona) y Felipe Widow (Santiago de Chile).

AA.VV. (Ayuso, Miguel, ed.), Política católica e ideologías. Monarquía, tecnocracia y democracias. Itinerarios, Madrid 2015. Colección Verbo. 21,5 x 13,5 cm. 252 páginas. ISBN 978-84-931265-2-0. Depósito Legal M-24.817-2015.
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Otros títulos de Itinerarios:
AA. VV., A los 175 años del Carlismo. Una revisión de la tradición política hispánica, 2011.
José Pancorvo, Boinas rojas a Jerusalén, 2011.
AA. VV., El bien común, 2013.
AA.VV., Iglesia y política. Cambiar de paradigma, 2013.
AA.VV., La «res publica christiana» como problema político, 2014.

viernes, 16 de octubre de 2015

Cena de Cristo Rey 2015, del tradicionalismo hispánico

La revolución española no es más que uno de los cuerpos del grande ejército de la revolución cosmopolita. El principio esencial de ésta es una soberana negación de Dios en la gobernación de las cosas del mundo; el fin a que tiende, la subversión completa de las bases, hijas del cristianismo, sobre las cuales se asienta y afirma la humana sociedad.
No hay potestad legítima en el mundo que no esté amenazada en sus derechos; amenazadas están en todos los pueblos la paz, la justicia, la civilización cristiana y la libertad verdadera.
Por eso levanto hoy mi voz ante Dios, ante las potestades legítimas, ante el pueblo español. Y ruego al pueblo español, con quien estoy identificado por mi sangre, por mis ideas, por mis sentimientos y hasta por comunes dolores, que tenga confianza en mí, como yo la tengo en él. Por la memoria de nuestros padres y por la salvación de nuestros hijos, cumplirá ese hidalgo pueblo con su deber, y yo cumpliré con el mío.
Protesta de S.M.C. Don Carlos VII contra Amadeo de Saboya. 8 de diciembre de 1870
Cena de la festividad de Cristo Rey
Organizada por el Círculo Cultural Antonio Molle Lazo (de la Comunión Tradicionalista) tendrá lugar en Madrid, D.m., el 31 de octubre a las 21:00, en el restaurante PAOLO situado entre las calles General Rodrigo 3 y Julián Romea 10.
A los postres intervendrán:
Ana Calzada 
Antonio Capellán de la Riva
Miguel Ayuso
 Reservas:
Correo electrónico
Teléfono 622796664

lunes, 12 de octubre de 2015

Día de la Hispanidad, Nuestra Señora la Virgen del Pilar, en Barcelona

 Presencia de las Juventudes de la Comunión Tradicionalista, en la Marcha patriótica por la Hispanidad en Barcelona, este 12 de Octubre, Fiesta de Nuestra Señora la Virgen del Pilar. Plaza Cataluña. Cataluña resiste al nazionalismo.
Con el boicot de los partidos políticos y "asociaciones" (financiadas por estos) constitucionalistas; con la tremenda campaña de desinformación, intoxicación y manipulación de las instituciones y medios de comunicación controlados por el sistema; sin medios económicos, más que la decidida militancia de voluntarios que difundieron una humilde propaganda. Pese a todas estas circunstancias adversas decenas de miles de catalanes de forma natural y espontánea llenaron el centro de Barcelona desde primeras horas del día 12 de octubre. Al tiempo muchos balcones se engalanaban con los colores rojo y gualda, desafiando las amenazas y violencia de la extrema izquierda, okupa y proetarra, que tiene vía libre en Cataluña. La campaña del Goliath del sistema contra el 12-O pudo hacer algo de mella. Sirva como anécdota como muchos parroquianos de una céntrica casa de comidas barcelonesa, de ambiente rugbístico, en la que se improvisó una comida de algunos tradicionalistas se mostraron contrariados al comprobar a la llegada de estos con sus banderas que la concentración del 12-O sí se había realizado. La gran mayoría de los presentes hubiese querido asistir, pero por la campaña de los medios de comunicación pensaron que este año no se realizaba. 
Desde la insigne casa de La Pedrera, obra del tradicionalista Gaudí que posee elementos de honda significación religiosa hoy día ocultados por las guías oficiales, descendió por el Paseo de Gracia una marea de banderas catalanas y españolas, junto a una notable presencia de Cruces de San Andrés o de San Jorge. Diversos grupos de tradicionalistas participaron en la marcha desde distintas alturas, desde el principio hasta el final, con un grupo mayoritario en la pancarta de SOMATEMPS. Fueron muchísimos los catalanes que se quisieron fotografiar con las Cruces de San Andrés, las boinas rojas o una preciosa imagen del Inmaculado Corazón de María portado por unos tradicionalsitas del Baix Ebre. Muchos catalanes entonaban canciones carlistas, daban vivas a Cristo Rey (de lo que se han hecho eco diversas crónicas de diferentes periódicos y medios digitales) o evocaban la existencia de algún antecedente familiar carlista en su familia. También recibieron el afectuoso saludo de muchos concejales de Plataforma per Catalunya que organizaron una muy vistosa y colorista comitiva. Diversos medios de comunicación entrevistaron a varios jóvenes tradicionalistas. Llegando a la Plaza de Cataluña algunos tradicionalistas aprovecharon para tomar un café en el mítico Navarra, fundado, como recordó su actual gerente, por los requetés de la Vª de Navarra que liberaron Barcelona el 27 de marzo y que siempre fue punto habitual de reunión y tertulia carlista. 
En Plaza Cataluña otros tradicionalistas atendían los puestos de venta del cómic "Cataluña. La Historia" tanto en su versión en catalán como en castellano. Uno de sus autores, Manuel Acosta, no daba abasto para firmar tantas dedicatorias. Los discursos de Plaza Cataluña tuvieron un valor muy desigual, pero la intervención, vibrante de Javier Barraycoa fue sin duda la más celebrada y aplaudida. Una arenga sin medias tintas, dejando en evidencia a separadores y a separatistas, fundamentada en firmes argumentos de derecho natural, realizando un llamamiento a la resistencia a la tiranía y avisando que esta masa del pueblo catalán que se congregaba en Plaza Cataluña era el verdadero enemigo de Artur Más y de los nazionalistas, y no el gobierno cipayo y aliado de la devastación separatista de Madrid. Ideas fuerza que Josep Alsina, presidente de Somatemps, se encargó de subrayar en su discurso de cierre del acto, en lengua catalana. La interpretación de la Marcha Real fue el colofón de la parte más reivindicativa del acto. Tras este diversas asociaciones culturales de hispanoamericanos en Cataluña interpretaron muestras de folclore indígena, mestizo y criollo en la Plaza Cataluña hasta las 15 horas que fueron muy aplaudidas por el público que aún se mantenía en Plaza Cataluña con sus banderas catalanas y españolas y que siguieron dando colorido a todo el centro de Barcelona en terrazas, bares y restaurantes. La presencia de tantas asociaciones de hispanoamericanos indígenes de Cataluña sirve por si misma de mentis a las imbéciles declaraciones de la "pájara" que Barcelona sufre como alcaldesa al hablar, ni mas ni menos, que de celebración "de genocidio".. Quizás por eso en los territorios de la antigua Monarquía Hispánica hay 80 millones de indígenas americanos, asiáticos o africanos, muchos de cuales residen en España y no pocos en Cataluña manteniendo su cultura, costumbres e incluso lenguas gracias a la escritura que trajeron los evangelizadores españoles.
Por la tarde algunos tradicionalistas estuvieron en la presentación del libro "Cuándo éramos invencibles" con las ilustraciones del pintor catalán de estirpe carlista, y trasterrado de su tierra como otros miles de catalanes cuyo arte no es agradable al establishment nazionalista, Agusto Ferrer Dalmau y en la Santa Misa según el rito romano tradicional donde como en muchas parroquías y capillas de Barcelona se veneró a la Santísima Virgen del Pilar.
 ¡¡¡CATALANITAT ES HISPANITAT!!!
¡¡¡BARCELONA CAPITAL DE LA HISPANITAT!!!
¡¡¡VISCA CATALUNYA, VISCA ESPANYA, VISCA LA HISPANITAT!!!

viernes, 2 de octubre de 2015

La verdad de Carlos Hugo...un hombre contra el carlismo (en diez breves puntos)


1. Durante su juventud estuvo totalmente apartado de la Causa carlista, hasta que vio en el Carlismo un movimiento popular que podía ser un buen vehículo para sus ambiciones personales. 

2. Cuando llegó al Carlismo desplazó a Fal Conde y a sus colaboradores de la jefatura delegado con el fin de acercar el Carlismo a Franco, pues tenía todas sus esperanzas en ser sucesor de Franco en oposición a Juan Carlos. Llegó incluso a ofrecer la jefatura delegada a Blas Piñar, que nunca fue miembro de la Comunión Tradicionalista y que representaba la línea más radical del franquismo. Por el expreso deseo de Carlos Hugo se inicia un periodo de colaboración con el Régimen y se abandona la recia intransigencia antifranquista del carlismo mantenida desde la posguerra. 

3. Su discurso de entonces era el de ser el "príncipe de la Cruzada", para lo cual las revistas sobre las que directamente influía el ex-príncipe Carlos Hugo eran prácticamente monográficos del esfuerzo de los requetés durante la Cruzada y vertían enormes críticas contra cualquier pequeño atisbo de libertad religiosa. Se llegaba a señalar que la libertad religiosa era "una traición a los muertos de la Cruzada y la pérdida de la unidad nacional".

4. Cuando Franco se decantó por Juan Carlos, Carlos Hugo comenzó a tantear otras posibilidades de actuación política, esta vez hacia la izquierda. Situación a la que coadyuvaba el cambio producido por el Concilio Vaticano II y la traición de muchos clérigos como el Padre Juncosa S.J, pasados al modernismo progresista de moda y que influyeron en el alocado y demagógico principe.

5. La situación fue usada por determinados elementos izquierdistas para aprovecharse de la relativa tolerancia con que en ocasiones operaba el Carlismo durante el franquismo para infiltrarse en el mismo. Estos coparon muchos puestos directivos, pero a pesar de estar bien entrenados en técnicas dialécticas y de propaganda a pocos carlistas convencieron. Comienza el declive, muchos carlistas sin dejar de serlo dejan de ir a las actividades políticas de la Comunión y los actos dejan de ser multitudinarios. Los cientos de miles de personas que aún movilizaba el Carlismo en los 60 apenas llegan a los tres millares a mediados de los setenta. Y la infiltración es cada vez más evidente: se empiezan a ver banderas nacionalistas y socialistas. Carlos Hugo expulsa a los jefes históricos de la Comunión y los reemplaza por jóvenes izquierdistas sin militancia previa carlista. Las concentraciones del Partido Carlista son la excusa para la reunión de maoístas, proetarras y nacionalistas de toda condición. El pueblo carlista se disvincula en masa de la estructura política de Carlos Hugo.

6. En los 70 también comienza la reinterpretación de la historia del Carlismo, introduciendo conceptos y términos ajenos a la recta razón para explicar el Carlismo. Una postura que rechaza unánimemente la comunidad científica y universitaria y todos los historiadores del Carlismo, tanto carlistas como liberales. Solo una pequeña minoría de periodistas, que no historiadores, publican en editoriales izquierdistas (lamentablemente de cierta difusión) una visión tan manipulada del Carlismo que mueve a carcajadas, utilizada con fines políticos sin ningún escrúpulo y seriedad. El carlismo es entregado a la mitología nacionalista y a la interpretación materialista histórica del marxismo.

7. En 1977 fracasan tanto las candidaturas impulsadas por el Partido Carlista junto a grupos maoístas (CUPS, FAA), como las que impulsan en solitario en Navarra, Castellón o Valladolid. Los resultados son paupérrimos en estas elecciones para el neocarlismo revolucionario de Carlos Hugo.

7. En 1978, el Partido Carlista solicita el SI a la constitución española  (atea, antiespañola, que consagra la monarquía liberal y el capitalismo), realizando campaña activa en este sentido. El propio Carlos Hugo mendiga la nacionalidad española al gobierno,  reconociendo de hecho a Juan Carlos como Rey de España. A pesar de todos esos esfuerzos, "Roma no paga traidores", y el sistema no deja instalarse al nuevo Partido Carlista en el marco partitocrático.

8. La última esperanza para vivir de la política de Carlos Hugo está en las elecciones de 1979, en las que el radicalismo de años anteriores ha quedado matizado, planteando una campaña electoral izquierdista pero no revolucionaria. Para ello Carlos Hugo intenta volver a contactar con muchos antiguos mandos y jefes carlistas a los que justifica su deriva aduciendo que "el Carlismo siempre fue un movimiento social y de masas y había que actualizar el lenguaje" pero unánimemente le manifiestan que siguen siendo carlistas, pero que a él no le pueden guardar fidelidad. Queda desamparado asimismo por sus compañeros de viaje de izquierdas que con la instauración de la democracia se van a sus propios partidos. En esta aventura electoral no obtiene representación, a pesar de gastarse en la aventura ochenta millones de pesetas. Los resultados son ridículos, incluso en zonas antaño de fuerte raigambre carlista. El Partido Carlista queda como un grupúsculo marginal en todo España, por la obra demoledora de Carlos Hugo.

9. Tras su fracaso electoral Carlos Hugo renuncia a la Presidencia del Partido Carlista quedando como "militante de base" (nótese su proceder antimonárquico) para en 1980 definitivamente abandonar su Partido Carlista dejando tras de si una enorme deuda electoral que deberán pagar sus traicionados seguidores durante años. Sin más explicaciones abandona toda labor política, se divorcia y se va a vivir a Estados Unidos, donde empieza a defender una serie de ideas enmarcables en lo que con razón se denomina pensamiento débil: democratismo, pseudoglobalización, etc...

10- Hoy día eso no fue más que un mal sueño, por más que subsista un minusculísimo "Partido Carlista" que no pasa de juntar apenas un centenar de nonagenarios junto a algún pobre alucinado una vez al año, en su celebración del antaño glorioso Montejurra. Efecto de una sola causa: Carlos Hugo de Borbón Parma.

martes, 29 de septiembre de 2015

No existe el “problema” “catalán”; el problema es el Estado liberal

No existe el “problema” “catalán”; el problema es el Estado liberal

No se ha calibrado suficientemente el carácter impuesto de la estructura estatal sobre los pueblos hispánicos, cuya esencia política es antiestatal. Todos los problemas institucionales, territoriales y políticos de España traen causa en última instancia de esta realidad, insuficientemente percibida.

La Historia de las pérdidas de las Españas transpeninsulares es indefectiblemente, hasta el siglo XVIII, la Historia de la violencia de entidades extranjeras contra esos pueblos que eran y se sentían independientes, libres e hispanísimos. Con la introducción de los paradigmas estatales tras la usurpación liberal las insuficiencias y contradicciones que se venían sufriendo desde el advenimiento de las reformas de los Borbones incoarán el definitivo problema territorial español, el cual sólo puede solucionarse hispánicamente. La noción positivista y soberanista de la política subyugó la rica pluralidad de cada una de las partes de las Españas, reduciéndolas sobre la coartada de un castellanismo, que no es tal, a una uniformización contraria a nuestro nervio histórico. Frente a este mal se exacerbó en sentido contrario una respuesta en los mismos esquemas de pensamiento liberal desde los nacionalismos separatistas. Y se generó la inevitable aporía al develarse la faz más totalitaria del propio Estado, que lejos de ser integrador se muestra como un gran Leviathán excluyente: o Estado español o Estado catalán.
El Estado ha supuesto en cierto modo una subrogación de la vieja Monarquía Hispánica, por eso aún custodia ciertas formas de politicidad natural mucho mejor que las instancias supraestatales, por lo que merecen ser respetadas. Sin embargo también conlleva otra serie de vicios que deben ser debidamente extirpados. Actualmente además las transformaciones de la política y la asunción de la democracia partitocrática acentúan el carácter inmoral del Estado por su instrumentalización por las ideologías dominantes o triunfantes en los procesos electorales. El Estado ya no custodia ningún fundamento moral intangible, pero paradójicamente cada vez se hace más grande y controlador con lo que resulta más potencialmente peligroso. En este sentido las Comunidades Autónomas (que no olvidemos son una parte más del Estado, siendo sus presidentes los representantes ordinarios del mismo en su territorio) han jugado un papel peligrosamente uniformizador sobre las bases de las mitologías nacionalistas o paranacionalistas, imponiendo una aterradora ingeniería social e ideología desde los resortes del poder que controlan creando artificiales esencialismos identitarios.

La herida y brecha abierta por tantos siglos de impostura liberal, cuyas carencias sólo se afrontan desde posturas aún más liberales, juegan en contra de retornar a una solución tradicional española. Sin embargo los afanes más nobles que habitan en el fondo de los corazones encontrarán en ella la única respuesta. Quienes hablan de independencia si quieren la auténtica independencia de los pueblos y de la sociedad sólo podrán encontrarla en la vuelta a un orden en que el protagonismo político no lo tengan las impostoras instituciones públicas, sino que sean las corporaciones naturales quienes se organicen sin dirigismos. Quienes quieran ofrendar a España sus más nobles sentimientos han de entender que nuestra Patria no es un mero Estado impuesto hace casi dos siglos, sino que la genuina España estaba en aquel haz de pueblos libres e independientes, dotados de peculiaridades políticas, jurídicas y culturales unidos por la Fe inquebrantable en un mismo Dios y la lealtad hacía un mismo Rey, señor legítimo y justo.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

La soberanía contra el seny

La soberanía contra el seny

Vivimos en tiempos de tal indigencia intelectual y moral en la política, reducida un juego de hiperexcitados sentimentalismos que ofuscan el más mínimo atisbo de razonabilidad, que intentar aportar argumentos doctrinales es como echar margaritas a los cerdos.

El centro de las próximas elecciones al parlamento autonómico de Cataluña es el paradigma que los nacionalistas han logrado imponer al resto de los partidos y a la campaña: el de la soberanía. Sagaz labor fruto de concienzudos y bien pagados estudios de ingeniería social y de violencia institucionalizada de bajo perfil que no pretende otra cosa que tapar las vergüenzas de un régimen corruptocrático e ideologizador. La soberanía ha desplazado al seny. Desplazando correlativamente al fundamento histórico de la misma Cataluña.

Seguramente los que unen el paradigma catalán a la soberanía desconocen que no puede existir un término político tan diametralmente opuesto a Cataluña como el de soberanía. Esa creación del absolutismo francés, enemigo histórico del pueblo catalán, mereció la refutación teórica en los juristas catalanes; y práctica en el devenir del pueblo catalán que se gobernó y organizó contra la soberanía y en todas las ocasiones en las que se hicieron armas contra el pensamiento revolucionario que vino de Francia, a contar desde la Guerra Gran.
Siguiendo al gran Vallet de Goytisolo la mentalidad catalana fue tomista desde su nacer y esa sensibilidad previa se muestra en las ideas de libertad, de pacto y de alcance del poder monárquico. Francisco Canals apunta que el tomismo es el sistema intelectual característico de la mentalidad catalana. En este sentido la obra del más significado jurista catalán del s. XV, el gerundense Tomás Mieres, cuando argumenta que carece de fuerza cualquier mandato legal contrario a la recta ratio (podrían contarse entre ellos todos los emanados, sin excepción, de la falsa Generalidad nacionalista), que deben existir limitaciones en el poder (choque frontal contra la concepción voluntarista y en esencia totalitaria de la soberanía) y que el gobernante debe obrar de acuerdo a la justicia, siendo su cometido el transformar en positiva la justicia natural y el procurar paz y orden a los pueblos que rige (lo contrario de lo que hacen quienes invocan la anticatalana souveranité, dividiendo al pueblo y a la sociedad). La línea trazada por Mieres es la que inspiraba el derecho civil catalán, auspiciado por los Reyes y violentado y desconocido por las oligarquías, que sin abusar del paralelismo histórico bien se compadecen con la casta nacionalista actual. Esas oligarquías intentaron quebrantar esos principios morales con sus malos usos, dando lugar a los alzamientos campesinos. Estos, pidiendo el auxilio del Rey Fernando el Católico pudieron acabar con esas injusticias. Buen ejemplo de cómo la potestas real estuvo acompañada por la auctoritas. Los Reyes no eran soberanos absolutos y su poder se encontraba templado y limitado. Frente a ello la soberanía alude a un poder sin freno ético o moral, el más zafio voluntarismo aplicado a las realidades temporales. Contra ese concepto de soberanía, en la línea de Mieres, se alzó también el jesuita Juan de Salas desde su cátedra de la Universidad de Barcelona, criticando furibundamente las doctrinas del Renacimiento clásico tendentes a divinizar el poder del monarca y a sustituir la omnipotencia de Dios por la del Estado. Éste, olvidando su esencia y su fin, preterirá el contenido real de la libertad y se convertirá en instrumento ideal para la implantación de los proyectos apriorísticos de las más variadas ideologías.

El sistema intelectual característico de la mentalidad catalana, que diría Canals, es el que pudo fraguar unas libertades concretas y una tradición jurídica, esencialmente patriarcal. Curiosamente uno de los actores del actual proceso de disolución catalán desde el bando separatista y presumible socio de la lista corruptocrática pone mucho énfasis en esa denuncia del patriarcado. Estas libertades aludidas no quedaban en una noción abstracta, sino que formaban una idea objetiva de justicia que cristaliza en múltiples detalles de las libertades concretas que hicieron de Cataluña un baluarte realista de esa verdadera libertad que, como afirma Elías de Tejada “sólo se encuentra en los pueblos que han logrado las más exactas fórmulas de perfección política”. Esa es la esencia del seny catalán, de esa mentalidad secular catalana que hoy ha sido borrado por ese hipersentimentalismo ramplón. La preocupación por lo concreto, por lo práctico, frente al idealismo voluntarista, frente a las construcciones de proyectos ideológicos, es la constante en la obra de los juristas catalanes clásicos, en los que no se encuentran sistemas construidos especulativamente. La función jurisprudencial se entiende desde el mismo nacer de Cataluña al modo expresado por Torras i Bages como “cosa esencialmente práctica, ejercicio de la virtud intelectual de la prudencia, que consiste en el hábito de adecuar la regla de la razón a las exigencias y necesidades de la vida”.

El seny ha muerto. El nacionalismo lo ha asesinado, con alevosía. Salga lo que salga de las elecciones autonómicas del domingo no tendrá nada que ver con lo poco que queda del seny y de Cataluña.

jueves, 10 de septiembre de 2015

Coloquios de Fuego y Raya: Cataluña, la historia

Tras el éxito el pasado curso de los cuatro primeros Coloquios de Fuego y Raya, el Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II invita al quinto (primero de este curso, D.m.), que tendrá lugar el día 17 de septiembre de 2015,jueves, a las 19:30 horas (siete y media de la tarde), en sus locales deMadrid, calle de José Abascal (antes del General Sanjurjo) 38, bajo izquierda (Metro Alonso Cano o Gregorio Marañón, L-7; Iglesia, L-1). El escritor, sociólogo y profesor universitario Javier Barraycoa regresa a los «Coloquios de Fuego y Raya» para dialogar con Juan Manuel Rozas yMiguel Ayuso, a propósito del cómic recién aparecido (en castellano y en catalán) Cataluña, la historia (Scire, 2015), de cuyo guión es autor junto con Manuel Acosta; cuya presentación en Barcelona también ha constituído un éxito arrollador.

Fuego y Raya, revista semestral hispanoamericana de historia y política, es una publicación del Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II, que evoca ya desde su título la gesta de Hernán Cortés y Francisco Pizarro. Con los «Coloquios deFuego y Raya» se pretende ofrecer nuevos elementos de reflexión sobre la tradición hispánica y su papel en el mundo actual.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Fuego Y Raya, y Verbo, los arietes de la Tradición católica e hispánica

A fines de julio se distribuyó el número 9 (correspondiente a abril de 2015) de FUEGO Y RAYA, revista semestral hispanoamericana de historia y política.

La sección Artículos, que abre la revista, contiene dos. El primero es de Manuel Vargas de la Torre, de la Universidad Autónoma de Guadalajara (Jalisco), y se dedica a la Virgen de Guadalupe y la Hispanidad. Ofrece una visión histórica, poética y teológica del descubrimiento de América y de la conquista de la Nueva España, visión compenetrada en el Codicilo de la Reina Isabel y confirmada por la Virgen de Guadalupe. El segundo artículo es de Juan Ramón de Andrés Martín, de la Universidad Panamericana de México. Hace un estudio documentado de los esfuerzos diplomáticos de la Corona española para contarrestar la injerencia anexionista de los Estados Unidos en apoyo a la insurgencia liberal neohispana en los años 1817 y 1818.

El dossier central sigue y concluye la línea de investigación de los tres números anteriores de Fuego y Raya, sobre la democracia cristiana. En este número centrada en Colombia, en Portugal y en el americanismo, error originario de los EE.UU. pero no limitado a sus fronteras. Escriben Juan David Gómez Rubio (Universidad Sergio Arboleda, Bogotá), Luis Andrade dos Santos (Coimbra Portugal) y John Rao (Universidad San Juan, Nueva York). Haciendo balance, escribe la Dirección en la Introducción a este dossier, último temático de la serie:

"La democracia cristiana, en todos lados en donde existió y existe, ha sido y es la encarnación de una política anticristiana que, lejos de realizar el Reino de Cristo en lo socio-político, profundiza el reino de la democracia, esto es: el estatismo y los derechos humanos cada vez menos humanos y más torcidos".

El Documento es en esta ocasión del carlista norteamericano Frederick D. Wilhelmsen (1923-1996), metafísico tomista de larga e intensa trayectoria, estrechamente vinculado a la Asociación Felipe II que fundara Francisco Elías de Tejada y que hoy continúa el Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II, editor de Fuego y Raya. Del Profesor Wilhelmsen se reproduce "El error democristiano", capítulo de su obra El problema de Occidente y los cristianos (Delegación Nacional del Requeté, Sevilla 1964) Se cita también como otro importante título de su producción de filosofía política en español su libro Así pensamos (publicado primero bajo el pseudónimo "Un requeté", en 1977, por la Delegación Nacional del Requeté; y más recientemente en 2011 por Ediciones Scire en la Colección De Regno)

Cierran este número seis reseñas bibliográficas de considerable interés.


Pueden consultarse la portada, sumario y otros datos del número 9 de Fuego y Raya en el cuaderno de bitácora del Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II.

50 años al servicio de la formación cívica y de la acción cultural según el derecho natural y cristiano.

«… no se edificará la ciudad de un modo distinto a como Dios la ha edificado; … no, la civilización no está por inventar, ni la nueva ciudad por construir en las nubes. Ha existido, existe: es la civilización cristiana, es la ciudad católica. No se trata más que de instaurarla y restaurarla, sin cesar, sobre sus fundamentos naturales y divinos, contra los ataques siempre nuevos de la utopía malsana de la revolución y de la impiedad: “omnia instaurare in Christo"».

San Pío X, Carta sobre Le Sillon “Notre charge apostolique” (I, 11)

Sumario del número 535-536 de Verbo:

PRESENTACIÓN
ESTUDIOS Y NOTAS
  • Los ejércitos y su función, por Antonio de Mendoza.
  • Tiranía y ruptura de la tradición, por Juan Manuel de Prada.
CUADERNO: MONARQUÍA Y DEMOCRACIA
  • Las formas de gobierno y sus transformaciones, por Miguel Ayuso.
  • La monarquía en la "doctrina social de la Iglesia", por Bernard Dumont.
  • La monarquía parlamentaria. Orígenes y causas de la desnaturalización de la monarquía, por Juan Fernando Segovia.
  • La monarquía contra la oligarquía, por John Rao.
  • La monarquía hispánica como forma política, por José Antonio Ullate.
  • La monarquía en la teología de la historia, por Javier Barraycoa.
  • La monarquía y el poder político, por Danilo Castellano.
IN MEMORIAM
  • Armando Marchante Gil
CRÓNICAS
  • Monarquía y democracia.
  • Actividades novohispanas.
  • Coloquios de Antígona.
  • Luis de Trelles, venerable.
  • Alejandro Ordóñez, académico honorario de Jurisprudencia.
  • El derecho natural como fundamento.
  • Dinero, demogresca y otros podemonios.
  • Escuela de verano Pro Civitate Dei.
  • Roman Forum 2015.
INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA
Verbo. Serie LV, núm. 535-536, mayo-junio-julio 2015
ISSN 0210-4784. D.L. M-12.688-1960
Suscripciones y pedidos: Fundación Speiro. C/. José Abascal (ant. General Sanjurjo), 38. 28003 Madrid, España. Teléfono +34 914473231.Correo electrónico

martes, 1 de septiembre de 2015

Cataluña. La Historia. Primer cómic no nacionalista sobre la historia de cataluña

 Presentación del primer cómic no nacionalista sobre la historia de Cataluña

ORGANIZA SOMATEMPS
presentación del Cómic "Cataluña, la Historia" (versiones catalana y castellana).

Martes, 8 de septiembre,
a las 19,30 h. 

en el Hotel Atenea (detrás del Corte Inglés Diagonal)
Carrer de Joan Güell, 207-211,  Barcelona

Presentación  a cargo de los guionistas: Manuel Acosta, Javier Barraycoa (guionistas) y Juan Alonso (Ilustrador)

domingo, 30 de agosto de 2015

El Estado como sujeto inmoral


Intervención de don Miguel Ayuso Torres, Presidente del Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II, frente cultural de la Comunión Tradicionalista, en el curso "Del buen gobierno y el liderazgo", del Instituto de Filosofía Práctica de Buenos Aires, sobre "El Estado como sujeto inmoral". Examinó el origen del Estado (moderno) como artefacto éticamente neutro, su evolución hacia el ·"Estado ético" rousseauniano (que no es el Estado sometido a la Ëtica sino el que pretende crearla), su debilitación en Estado "modular" (puesto al servicio de los caprichos de los individuos) y su conversión reciente en "Estado moralizador" pero inmoral.

Muy recomendable, por su calidad y profundidad teórica e intelectual. 

sábado, 29 de agosto de 2015

El "problema social" y la "lucha de clases", según el tradicionalismo clásico

Es un hecho real, fácilmente comprobable por todo aquel que con deseo de buscar solución se asoma a ese abismo que se llama “la lucha de clases” que en el fondo, allá en los orígenes de toda revolución existe una injusticia social contra la cual reaccionan las clases que de ella son víctimas.

¿De dónde proviene esta injusticia? De una organización social artificial sin duda… A riesgo de decir unas cuantas vulgaridades que sin duda conocerá el lector, no tengo más remedio que remontarme a los orígenes de la enfermedad si he de proponer después el remedio. Porque todo médico, antes de recetar diagnostica y previamente estudia los síntomas y busca las causas.

En el siglo pasado nuestros abuelos románticos, soñadores idealistas dieron un viva a la libertad y creyeron que nos legaban el mejor de los mundos… Y en efecto, la libertad triunfó. Y en el campo económico produjo la libre contratación que convirtió al obrero en máquina y al trabajo en mercancía. Nació el individualismo que permitió la libre explotación, el abuso del débil por el fuerte.

Y como una reacción frente al individualismo, aparecieron, de un lado, los trusts y las sociedades anónimas, los patronos y los obreros, en las que se adormece la conciencia y se cobra el cupón sin preocuparse de la suerte de aquellos hombres que trabajan al servicio de la empresa y que entre los factores de la producción: Capital-naturaleza y trabajo…, o sea hombre quedan colocados en último lugar por este orden precisamente. Y de otro lado apareció el marxismo que recogiendo la legítima necesidad de defensa de aquellas clases expuestas siempre a una posible explotación. Y al oído de los obreros una voz fue diciendo: “Trabajadores del mundo entero, uníos… Uníos para defender vuestros comunes intereses, formad cajas de resistencia, id a la huelga general…”

Y los hombres se polarizaron en dos bandos: a un lado aquellos que, no echan más que sus brazos para el trabajo, lo que llaman “el proletariado”, a otro los que tienen en su poder todos o casi todos los medios de producción lo que llaman “la burguesía”… Y la natural ambición de los que no tienen nada chocó con la humana ambición de los que lo tienen todo. Y la lucha de intereses encontrados, la lucha entre el capital y el trabajo desencadenó una guerra entre los hombres: eso que llaman “la lucha de clases”.

Ahora bien; si el mal es éste, su curación no puede encontrarse más que en la extirpación de sus causas. Armar a la sociedad para esa lucha, continuar predicando a los bandos contendientes “defendeos” es echar leña al fuego de odio, cuyas primeras brasas nacieron al calor de injusticias sociales. Todo al contrario, hay que llegar a la total desaparición de esa lucha y para ello, hay que prescindir de la existencia de esos dos bandos, de esas clases sociales que nacieron única y exclusivamente como reacción frente a la libre contratación, posible engendro de explotación y abuso.

El sentido vertical de la sociedad, de superposición de clases no es, ni natural ni cristiano. No hay ninguna razón de justicia que abone los privilegios de casta o privilegios de clase por los cuales un hombre sin otros méritos personales esté situado encima de los demás. No hay, no debe haber otras razones de superioridad que aquellas que otorga la bondad, el talento y el trabajo. Y el fruto de estos tres factores convertido en nobleza de estirpe o en legítima riqueza, puede y debe ser transmitido a condición de que quien lo recibe corresponda a esa heredada nobleza con sus propias virtudes y a esa heredada riqueza con su propio trabajo para convertir ambas no en lagunas estériles o sólo para sí mismo provechosas sino en abundantes manantiales que generosos, se desborden y fecundicen toda la sociedad.

Quiero decir que ese sentido vertical de clases que actualmente coloca debajo a todos aquellos hombres que sólo poseen sus brazos o su talento para el trabajo, en medio, como una aristocracia espiritual, los que viniendo a menos desde arriba o a más desde abajo, y encima los poseedores de la riqueza, es absurdo, injusto y contrario a la naturaleza. Como igualmente lo sería la vuelta a la tortilla para colocar el proletariado encima y a la burguesía debajo. No; mientras exista superposición de clases, mientras haya hombres encima y hombres debajo, había clases opresoras y oprimidas, habrá injusticia y frente a ella reacción, habrá lucha y la paz social será un imposible…

Prescindamos de este sistema “democrático” de organización social y busquemos uno más humano, más natural, más racional y más justo.

… en el campo (…) divisamos muchos hombres que (…) trabajan la tierra y extraen de ella los primeros productos que utilizará después la industria…

Y, estos hombres, que dirigen o trabajan en el cultivo del suelo (…) y que se hallan unidos por un interés común -el interés de la tierra- son una clase social, una dignísima clase social, la de los agricultores o agrarios…

… en los grandes centros fabriles (…) dirigentes y dirigidos, obreros manuales y obreros de la inteligencia, distribuidos en gremios según su profesión, forman otra dignísima clase social, vienen a engrosar un importantísimo sector de la vida nacional, son el gran bloque que llamamos la industria. Y, en ella, el obrero, el ingeniero, el propietario director, todo aquel que preste aportación de algún género, están unidos por un interés común, la producción del taller y de la fábrica, los beneficios que de ella resultan, que, en un sentido de justicia, deben ser repartidos proporcionalmente entre todos aquellos elementos que contribuyeron a producirlos.

… vemos puertos, factorías, mercados… (…) Llamamos a esta especial actividad el comercio y los hombres que a su servicio ponen la agilidad de su talento o de sus brazos, también forman otra digna poderosa clase social…

Y aquí tienes -lector- las verdaderas clases sociales, clases que no están superpuestas, clases que brotan libre naturalmente de un plano horizontal: el trabajo. Clases que no son enemigas, porque no teniendo intereses encontrados, sino complementarios, no tendrán ambiciones que choquen. Clases que no lucharán, y siendo así, desaparece la “lucha de clases”, producto -como probamos en el primer artículo- de la injusta y artificiosa organización social imprimida por el liberalismo.

¿Cómo resuelve el programa tradicionalista el problema social?
María Rosa Urraca Pastor. Págs. 47-52