Editoriales

viernes, 22 de junio de 2012

La esencia del liberalismo

Buscar la esencia de una cosa es hacer su definición; yo hice tres definiciones europeas del liberalismo, cada una más exacta; y al final puse una sencilla definición argentina. La pimera definición breve sería: “el liberalismo es el movimiento económico, político y religioso que se propone a la Libertad como su ideal, y como el ideal absoluto de la Humanidad (…); es por tanto el Ideal absoluto de hombres y naciones. Bien se ve que esta definición no sirve, porque pivota sobre la palabra libertad, que es una palabra ambigua, pues la palabra “libertad” si no se le añade para qué, es una palabra sin contenido; y hoy día, por obra del Liberalismo la más asquerosamente ambigua que existe. Un jefe socialista del siglo pasado, el judío alemán Berstein, dijo: “Poco importa hacia dónde vamos, lo que importa es el movimiento, porque la libertad es un movimiento...”.

Es una bobada filosófica: la libertad no es propiamente un movimiento sino un “poder moverse” solamente; y en el moverse lo que importa es el Hacia Dónde: lo que determina el movimiento (dicen los filósofos) y lo hace chico-grande, bueno-malo, tal o cual, es el término DONDE; pues todo movimiento tiene dos términos que lo determinan DESDE y DONDE (…)

De modo que la primera razón de esa paradoja que nos tocó a nosotros ver, de que el Liberalismo proclamando LIBERTAD destruyó en el mundo la Libertad y trajo lo que ellos llaman Totalitarismo, es la ambigüedad filosófica de ese estandarte enarbolado el siglo pasado con Libertad, Libertad, Libertad; pero esa ambigüedad era sólo del estandarte, no de los que lo llevaban. Los que lo llevaban sabían bien lo que querían; querían la libertad de comercio, o sea la libertad para el Gran Dinero a fin de llegar al poder del Gran Dinero o sea al actual Capitalismo; y para eso querían gobiernos débiles o sea parlamentarismo, división de poderes, sufragio universal y todo lo demás; y para eso querían una religión débil, el deísmo, y después el cristianismo liberal y hoy día del modernismo.

La primera definición, breve y ambigua; la segunda definición más exacta, pero más larga y solamente descriptiva e histórica: liberalismo ES un gran movimiento de rebelión anti tradicionalista y reformista de la sociedad, que parte de los libros de los Empiristas y Deístas ingleses, se formula en Rousseau, es divulgado por la Ilustración o el enciclopedismo francés, informa a la Revolución Francesa a poco de comenzada; es inseminado por las armas napoleónicas, se impone más o menos en Europa (y aquí) a mitad del siglo pasado, preside la llamada “Organización” de las naciones hispano americanas, origina por un lado la Democracia-Mito y por otro el Comunismo-Realidad; y quiere sobrevivir hoy día en el llamado Neoliberalismo y Neocapitalismo, del cual GOZAMOS una violenta erupción actualmente los argentinos.

(P.Leonardo Castellani. Esencia del liberalismo)

3 comentarios:

  1. Es libro o únicamente esas diez páginas.

    Un saludo en Cristo y España.

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  2. Un poco más de Castellani y el liberalismo:

    http://www.youtube.com/watch?v=UF157pKnefs&feature=relmfu

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  3. O España acaba con el liberalismo, o el liberalismo acabará con España. No hay otra disyuntiva.

    "La libertad del loco se llama locura, la del tonto, tontería, la del bandido, bandolerismo, la del traidor, traición, y así de lo demás. Decir que las libertades se limitan las unas con las otras es enteramente exacto acerca del estado salvaje o de anarquía: lo que significa simplemente que los fuertes oprimen o explotan a los débiles mientras los débiles no se subleven contra los fuertes y las víctimas eventuales no hayan encontrado un procedimiento seguro para ametrallar a mansalva y a discreción a sus verdugos. La libertad, concebida como régimen o como principio, es un caos, generalmente doloroso.

    Los ciudadanos algo reflexivos no se dejan pues intimidar por juegos de palabras. Definen la libertad como un poder o una fuerza, fuerza o poder que vale lo que valen sus súbditos y su objetivo. La eterna ridiculez de los siglos XVIII y XIX consiste en tomar la libertad como una regla o como un objetivo, cuando no es sino un medio o una materia.

    (Charles Maurras. Mis ideas políticas)

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