Editoriales

miércoles, 6 de abril de 2016

Un servicio del Carlismo a la Cristiandad: la Argelia francesa

El Mediterráneo escenario histórico del combate entre la Cristiandad y el Islám

UN SERVICIO DEL CARLISMO A LA CRISTIANDAD: LA ARGELIA FRANCESA

El canónigo pamplonés José Fermín Yzurdiaga fue un falangista célebre por su verbo florido y churrigueresco; sin embargo a él se debe una conceptuación de Don Javier que fue acogida con simpatía y usada por los carlistas por lo preciso y exacto de la misma. Dijo de Don Javier que era el último gran Príncipe de la Cristiandad”. Y en efecto, en el contexto de un mundo que se desmoronaba al paso del avance de la Revolución liberal Don Javier encarnó como nadie en su tiempo el papel de una realeza que aún tenía alguna capacidad de influencia efectiva sobre el devenir de los acontecimientos históricos. En este sentido fue el gran confidente y estrecho colaborador de S.S. Pío XII dentro de la realeza, cumpliendo grandes misiones políticas al servicio de la Santa Sede, que la nueva pastoral del Concilio Vaticano II varió con la irrupción de nuevos actores y los consiguientes frutos, devastadores para la Cristiandad y la fe de los pueblos. Por eso, continuando la senda de su padre y siguiendo con las definiciones llanas y concretas se ha podido definir a Don Sixto como “el último gran Príncipe tradicionalista, pues los tiempos hodiernos han venido a desplazar ese papel que tenía la realeza, pero no así sus principios.
Don Javier, y su hijo el Príncipe Sixto Enrique, Príncipes de la Cristiandad

En el capítulo de los grandes servicios a la Cristiandad, entrelazándose en cierto modo con los deberes que para con Francia señalase SMC Carlos VII para la dinastía carlista en su Testamento político, Don Javier prestó una gran ayuda a la causa de la Argelia francesa (que en puridad es el Oranesado español) y a su servicio puso las estructuras, precarias, de la Comunión Tradicionalista en España. Más allá de los intereses geopolíticos  estaba el derecho de los españoles y franceses que habían colonizado enormes espacios inhóspitos a los que llevaron la civilización y el progreso tecnológico y ahora iban a ser expulsados –como a la postre ocurrió- de la tierra que levantaron sus abuelos en medio de una enorme violencia. Y existía un elemento capital más: quien alimentaba esa violencia era un islamismo radical con el apoyo del bloque soviético que patrocinaba una supuesta liberación mientras mantenía sojuzgado al Este de Europa. También desde sus partidos comunistas satélites en las democracias liberales realizaba una enorme tarea de contaminación propagandística, lanzando la típica acusación de fascistas contra los patriotas de la Argelia francesa, muchos de los cuales había combatido a los nazis con las armas en la mano mientras los comunistas firmaban con ellos el Pacto Ribbentrop-Mólotov.
Puerta de España en la Alcazaba de Orán (Argelia)

En una España con una raquítica libertad de expresión para las ideas tradicionalistas y donde apenas llegaba información solvente sobre los grandes ámbitos en que la Cristiandad se encontraba amenazada fueron los boletines carlistas, muchos clandestinos y otros autorizados, los que más noticias traían sobre el proceso del terrorismo mahometano en la Argelia francesa. Los comunistas dentro de España obviamente se posicionaron a favor de los mahometanos. Con la intención de dotar de una mayor visibilidad al conflicto no se dudó en realizar actos de gran simbolismo, como nombrar en un Montejurra Requeté de Honor al General Salan. Y en un ámbito más restringido muchos carlistas pusieron medios y en juego su libertad para apoyar a los patriotas franceses que combatían al yihadismo en la Argelia francesa por orden de Don Javier. Se estableció un primer contacto a través de carlistas que hablaban la lengua francesa (muchos la dominaban por el estudio de los clásicos contrarrevolucionarios franceses) con los células de combatientes que se encontraban en España. Desde el primer momento la sintonía fue absoluta. Los carlistas proporcionan amarres para las embarcaciones de pequeño calado que transportaban patriotas y material desde Argelia hasta Málaga o Alicante. En la frontera franconavarra también se realizan este tipo de acciones, el Requeté de Navarra proporcionó armas a los patriotas franceses y ayudó a cruzar clandestinamente la frontera a varios miembros de la OAS, el Requeté tenía bien controlados los pasos pirenaicos por su labor de vigilancia contra los maquis comunistas. Se llegó a imprimir desde un ciclostil clandestino de los carlistas de Pamplona propaganda de la OAS dirigida a la metrópoli. 

La red de colaboradores se amplía y en ella se implica el falangista disidente y represaliado por el franquismo Narciso Perales, que por aquel entonces funda el Frente Sindicalista Revolucionario. Sin embargo, pese al confusionismo de la doctrina falangista y el propio relato biográfico que sus seguidores --los llamados falangistas auténticos o hedillistas- hacen de él, su preocupación por los temas sociales y obreros no tenía nada que ver con el progresismo, siendo Narciso Perales un ferviente y devoto católico. Esto y su profesión de médico hizo que en el punto de la colaboración con los patriotas de la Argelia francesa se entendiese perfectamente con los carlistas, entre los cuales tenía varios colegas de profesión.
Cartel propagandístico de la OAS

Conforme se tensaba la situación los miembros de la OAS reclamaban a los carlistas gestiones de mayor altura, algunas de índole militar. El jefe delegado José María Valiente reconocía que esas misiones sobrepasaban en ese momento histórico a la Comunión de entonces. Paradójicamente aumentaba el nivel de comprensión por parte de los patriotas franceses del choque civilizacional que suponía lo que se jugaba en Argelia. De la mera reacción instintivamente defensiva ante el ataque contra la libertad y las posesiones de los franceses se pasaba a profundizar una postura políticamente contrarrevolucionaria. En 1962, la Editorial Acervo, radicada en la calle Padua de Barcelona, publicaba la obra “El Occidente en Peligro”, firmada por el doctor Lefevbre. La obra es un alegato anticomunista escrito desde las posiciones católicas tradicionalistas que el doctor homeópata había sostenido siempre. Reproducía además el “Manifiesto Corporativo” de René de la Tour Du Pin como anexo, un clásico de doctrina social y obrera tradicionalista y algunas notas sobre la “Guerra Revolucionaria”. En esta línea tradicionalista también se sitúan los escritos del Coronel Dufour que son reproducidos en los medios carlistas de la época. Un año después la misma editorial Acervo inició la publicación de una revista quincenal, titulada “Juanpérez”, de la que aparecieron unos 150 números durante cuatro años. El número 1, un redactor, entrevistaba al Coronel Château-Jobert, último jefe de la OAS-Metro. También esta editorial publicó la obra El proceso al general Salan”. 
 Coronel Pierre Château-Jobert, "Capitán Conan", último jefe de la OAS-Metro

El Coronel Pierre Château-Jobert, cuyo nombre de guerra era “Conan”, de trayectoria militar heroica, no se limitó nunca a la acción de fuerza y realizó una importante labor teorizadora que tuvo gran influencia en los ámbitos tradicionalistas hispánicos de ambos lados del Océano. Así sus obras “Manifiesto Político-Social”, “Confrontación Revolución-Contrarrevolución” y “Doctrina de acción contrarrevolucionaria” fueron editadas por la editorial rioplatense y distribuidas en España por “Cultura y Tradición”. Hasta su muerte mantuvo la amistad con destacados miembros de la Comunión Tradicionalista y con S.A.R. Don Sixto de Borbón.

"El carlismo, siguiendo el espíritu del más fiel tradicionalismo, se identifica con la causa de la contrarrevolución, al punto que un carlista que no es contrarrevolucionario no puede ser considerado como un verdadero carlista. Y, sin embargo, otros también se dicen los "verdaderos" carlistas porque están apegados a esa continuidad dinástica (...) además es posible que contrarrevolucionarios potenciales, una vez formados en la contrarrevolución, descubran en el carlismo fiel a la ideología de la tradición más pura de Europa, el espíritu que presenta a la España tradicional como la mejor garantía contrarrevolucionaria que poseemos los católicos" (Coronel Pierre Chateau-Jobert)
La cosmovisión de un combate global, teorizada

El General Salan pasó una temporada en España a principios de 1960, tras la brutal traición de De Gaulle. Sus movimientos estaban controlados por servicios de información españoles y franceses. Pues de hecho la política extrapeninsular de Franco iba a ir en la línea que iniciaría De Gaulle, pasando de la retórica imperialista de la Falange a la descolonización mundialista, el gobierno portugués de hecho tuvo que oír en las Naciones Unidas que no habría apoyo español a sus reivindicaciones.
El General Raoul Salan, fundador de la O.A.S, Requeté de Honor en Montejurra 1963

El General Salan se alojaba en el hoy desaparecido Hotel Princesa, al inicio de la madrileña calle de tal nombre, cercana a la Plaza de España y actualmente está la Plaza de los Cubos. Allí mantenía un contacto continuo con los carlistas, y estos realizaban labores de contrainformación (controlaban a los que controlaban al General Salan). La necesidad de discreción o la posibilidad de responder a un intento de atentado o detención contra Salan llevó a que se trazasen medidas de protección y planes para evacuarlo con rapidez. Uno de los carlistas puso a disposición del General Salan una habitación en el hoy también desaparecido Sanatorio San Carlos, situado entre las calles Vitruvio y Jorge Manrique, propiedad de unos familiares y simpatizantes para afrontar tal eventualidad. También se habían hecho las gestiones para que pudiese salir desde una avioneta en el aeródromo de Cuatro Vientos. En un momento dado el plan tuvo que ponerse en marcha. El General Salan abandonó el Hotel Princesa por una escalera que llevaba a un patio interior. De allí fue hasta el sanatorio y desde allí, en una ambulancia fue trasladado al aeródromo. Se burlaba de ese modo una tentativa muy avanzada para limitar sus movimientos. Juzgado in absentia y condenado a muerte sin poder defenderse Don Javier lo nombró como ya señalamos Requeté de Honor en 1963. Lo que tuvo un gran valor para restablecer precisamente el honor mancillado del militar fiel a su juramento.
Miles de pieds-noirs fueron acogidos en España, donde agradecidos rompieron sus pasaportes franceses. Foto del referéndum de 1966

De Gaulle aceleró la entrega de Argelia, que acogió a un buen número de carlistas exiliados tras la III Guerra Carlista, como recoge el libro "Los españoles en la Argelia francesa (1830-1914), abandonando a su suerte a los argelinos de origen francés y español y a los argelinos mahometanos que habían colaborado con Francia (“harkis”). El FLN inició una campaña de masacres contra la población europea de Argelia, arrasó con los vestigios de Cristiandad y con un patrimonio cultural y religioso de valor incalculable e inició las venganzas contra los “harkis” que no pudieron salir a tiempo el país antes de la independencia. España acogió a miles de aquellos pieds-noirs que habían sido totalmente abandonados por Francia, teniendo que abandonar Argelia y sus posesiones, fruto de muchos años de trabajo. El Carlismo, dentro de sus posibilidades, prestó un gran servicio a la Cristiandad.

2 comentarios:

  1. Magnífica entrada, el carlismo llevando a la práctica sus principios doctrinales teóricos, no es de extrañar que militantes ligados a la OAS, acompañaran a Don Sixto durante la transición e incluso en Montejurra 76, continuando la lucha por la civilización occidental y la Cristiandad.


    “La fidelidad a su gran Tradición que reanuda y su carácter de defensor magnánimo de ideas religiosas y de valores y principios morales, así de formas de cultura y de civilización opuestas a la concepción materialista de la vida(...)su misión apostólica, civilizadora, católica y aventurera, su condición de nación cristiana, occidental y mediterránea, que afirmará con máximo fervor siempre(...) solidaridad y apoyo frente a las fuerzas secretas o públicas de la Revolución internacional (...) Protección decidida a la labor apostólica y cultural en servicio a la creencia única que forjó la unidad española y forjó la Hispanidad"
    (Manifestación de los Ideales Tradicionalistas)

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  2. Ciertamente, la implicación actual de SAR Don Sixto Enrique en los más recientes conflictos del Líbano, Irak, Libia o Siria son una continuación de esa implicación del carlismo en la causa de la Cristiandad y de las luchas geopolíticas en el Mediterraneo. El apoyo carlista a la lucha de la OAS, es uno de sus hitos, aunque muy poco conocidos, por lo que es de agradecer esta entrada de El Matiner.

    La Organización del Ejército Secreto (OAS) (Organisation de l'Armée Secrète en francés) nació en 1961 para luchar contra el proceso terrorista separatista en Argelia y posteriormente contra los traidores del gobierno francés. Fue una organización armada de carácter patriota que intentó frenar el proceso de la entrega de Argelia…proceso que está en el origen de muchos de los problemas que hoy sufre la región.

    Hoy Don Sixto es fiel continuador de esa tradición de implicación geopolítica del carlismo en la defensa de los principios de la Civilización cristiana.

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