RETORNO A LA LEATAD. El desafío carlista al franquismo.
RETORNO A LA LEATAD. El desafío carlista al franquismo.
JOSÉ MARÍA ARRIZABALAGA ARCOCHA, 32 AÑOS DESPUÉS 

"Sí, en verdad: la sociedad moderna sólo ha conservado las partes más opresivas e ignominiosas de la función policíaca: saquea al pobre y vigila cautelosamente al infortunado. En cambio, ha abandonado lo más noble de la función: el castigo de los traidores poderosos, en el Estado, y, en la Iglesia, el de los herejes poderosos. Los modernos dicen que no se debe castigar al hereje. Y yo me pregunto si tendremos derecho para castigar, fuera de los casos de herejía".
El poder del Dinero (ése sí que es hereje) le tiene un miedo grandísimo a la Monarquía, como que es la única fuerza capaz de meterlo en petrina; por lo cual se aplica hoy con perseverancia a pintarla como un cuco , y a echarle agua bendita , conjuros y maldiciones . Pero la Monarquía , en su sentido amplio, es una cosa que está en la naturaleza y por lo tanto echada por la puerta vuelve por la ventana, disfrazada si es preciso : "una fuerza patente para meter en petrina a las fuerzas secretas"(...)
Un somero análisis de las últimas elecciones autónomicas celebradas en Cataluña resulta muy revelador para develar los falsos mitos y dogmas del sistema liberal partitocrático.
En los Anales de Narciso Feliu de la Peña encontramos el recuerdo de aquellos hechos...el propio historiador completa la referencia a los héroes catalanes de aquellas guerras que de 1683 a 1686 liberarían definitivamente Austria y Hungria del peligro y de la dominación turca, con las siguientes palabras, que creo deber citar extensamente por referirse a acontecimientos que han sido después en nuestro tiempo sepultados en el más completo olvido:
Pero, y ese amor a los fueros y a las regiones, a lo vario, ¿no es perjudicial al amor y al sacrificio por lo uno, por la Patria: España? "Decidles, respondía Nocedal, que al amor y en la variedad de los fueros se formaban aquellas legiones de héroes que llevaron triunfantes y ensancharon por el Rosellón y el Franco Condado, y los Países Bajos y Milán, y las dos Sicilias, y Africa, y Asia, y Oceanía y por toda la extensión de América la unidad católica, la unidad de la Patria española y la gloria y la fama de nuestras libertades tradicionales, y que cuando el cesarismo regalista y galicano del siglo XVIII nos hubo hundido en las ignominias de Godoy, los Llorente y los González Arnao, padres y maestros del liberalismo en España, y Carlos IV y Fernando VII nos entregaron miserablemente a Napoleón , la Fe católica y la tradición foral, resucitada en las Juntas y en la defensa de las provincias, salvaron la unidad y la independencia de la Patria. Decidles que nuestros padres amaban a España y peleaban por su gloriosa bandera con doble amor y doblado entusiasmo: con el amor a la unidad de la Patria que tan grande les hizo en toda la redondez de la tierra, y con el amor a los fueros y libertades que tan dichosos los hacía en la región nativa, a la sombra cariñosa de su iglesia, al abrigo del privilegiado municipio, en el retiro de su hogar cristiano y libre".
Cuentan que Clodoveo, tras conocer la pasión de Nuestro Señor, exclamó “¡Ah! si yo hubiera estado allí con mis francos!” Todos hemos tenido en nuestros años infantiles y mozos esta misma reacción, tan ingenua como natural, ante la pasividad de quienes asisten a injusticias o crueldades flagrantes, sin mover un dedo. ¿Quién de nosotros no ha pensado “¡ah! si yo hubiera estado allí” al oír hablar de la quema de conventos, del linchamiento de religiosos o de las profanaciones públicas de lugares sagrados?
Otra objeción frecuentísima contra los fueros es decir que se oponen a la unidad nacional: "Os dirán que esto es ir contra la unidad nacional; os dirán que sin unidad nacional no hay gobierno posible, que la unidad es el progreso más notable y que la mayor conquista de los tiempos modernos, que la unidad es más necesaria que nunca ahora, cuando todas las naciones, ejemplos Italia y Alemania, tienden a las grandes concentraciones y a las grandes unidades".Despues de haber expuesto así la objeción, el mismo Nocedal contesta ampliamente a ella: "¡Burla sangrienta! ¡Horrible sarcasmo! Eso dicen los que han destruído la unidad católica, la unidad moral, la unidad intelectual, la unidad política, la unidad social y económica...Destruyen todos los elementos, ciegan todas las fuentes de verdadera unidad social grande y fecunda, que no excluye la variedad secular e ingénita de varios organismos, despedazan y disuelven las sociedades, y quieren poner remedio al daño que hacen agarrotando, como fardos o líos, a los pueblos.
Cuando os digan y encarezcan las excelencias de la unidad, respondedles que la unidad no consiste en que todos tengamos la misma fisonomía, el mismo carácter, hábitos idénticos, un solo uniforme e igual manera de proceder y vivir; que si eso fuera unidad, y semajante unidad fuera necesaria, no habría sociedad política más perfecta, deseable y necesaria que el falansterio de Fourrier. Respondedles que una cosa es la unidad y otra la uniformidad, que el universo es uno y vario, que no hay en todo él dos cosas que la naturaleza haya hecho con la misma horma ni en el mismo molde; que no se concibe , sin embargo, más grande y maravillosa unidad; y que la unidad social y política de que tratamos es algo que está más alto, es algo más noble y poderoso de lo que ellos se imaginan. Decidles que con esa unidad contrahecha que ellos pregonan y procuran...se quebrantan , se rebajan y se rompen los verdaderos vínculos sociales, y los pueblos modernos visiblemente están dividiéndose, deshaciéndose y caminan y están próximos a la completa disolución. Decidles que, al contrario, nuestros antiguos reinos y condados...diseminados y diversos...a pesar de todos los motivos que mantenían y de todas las pasiones que fomentaban y ahondaban la desunión..., fueron venciendo todos los obstáculos, rectificando todos los yerros y caminando hacia la unión..., hasta que todos unidos entraron en Granada, a coronar con la expulsión de los moros la unidad de la Fe, la unidad de la Patria, con un altar, un cetro y una bandera, y la expléndida variedad de sus fueros y libertades"
(“El Tradicionalismo político español y la Ciencia hispana” de Marcial Solana. 1951)
En defensa de los Fueros para todos los pueblos de las Españas (I).
Madrid, 9 noviembre 2010, festividad de Ntra. Sra. de la Almudena. "Pocos esfuerzos --escribe José Francisco Serrano Oceja en su reseña de este libro-- hay tan evidentes por un orden de ideas en el ámbito de la filosofía del Derecho tan importantes como el que está llevando a cabo el profesor Miguel Ayuso". Se refiere en este caso al volumen Estado, ley y conciencia, aparecido hace escasos meses (Marcial Pons, Madrid 2010), cuya edición ha estado al cuidado del citado profesor Miguel Ayuso Torres, en su calidad de presidente de la Unión Internacional de Juristas Católicos, que reúne los textos del Congreso internacional "Estado y conciencia", que la UIJC --como en su momento informó FARO-- celebró en Madrid en noviembre de 2009, junto con algunos del congreso "Estado, ley y conciencia" de la Asociación Colombiana de Juristas Católicos, que tuvo lugar en Santafé de Bogotá en febrero último.
Albacete, octubre 2010, mes del Santo Rosario. Desde hace unos meses está disponible en las librerías de Albacete, Murcia y Alicante el trabajo La verdadera historia (si es que alguna historia es verdadera) de Ramón García Montes, Roche. De coronel carlista a bandido forzado, en tierras de Alicante, Albacete y Murcia, de la catedrática de Lengua y Literatura castellana María Jesús Ortiz López, natural de Fuente Álamo (Albacete). La autora es una prolífica investigadora de temas etnológicos e históricos, sobre todo de la zona de las comarcas de La Mancha de Montearagón, el Corredor Ibérico (zonas del antiguo Marquesado de Villena) y los Reinos de Valencia y Murcia.
No es equitativo ni patriótico, dicen los antifueristas, que en la misma nación haya regiones que gocen de preeminencias y ventajas que no tienen otras. Deben, pues, abolirse los fueros que implican desigualdad.
"Les obligaremos a trabajar, pero en las horas libres de trabajo les organizaremos la vida como un juego de niños, con canciones infantiles, en un corro, con danzas inocentes. ¡Ah, les permitiremos también el pecado, son tan débiles e impotentes! ¡ Y nos amaran como niños por consentirles pecar! Les diremos que todo pecado será redimido, si fue cometido con nuestra venia. Les permitiremos pecar, porque los amamos; cargaremos con el castigo de tales pecados. Cargaremos con él y ellos nos idolatrarán como a bienhechores que responden de sus pecados ante Dios. Y no tendrán secreto alguno para nosotros. Les consentiremos o les prohibiremos vivir con sus esposas y queridas, tener o no tener hijos (todo ello contando con su obediencia) y ellos se nos someterán con júbilo y alborozo.”
Bagdad/Madrid, 27 octubre 2010. El mundo civilizado, o lo que de él va quedando, contempla con horror (pero sin sorpresa) el penúltimo acto de la farsa y tragedia que se representan en Iraq desde su ocupación por las tropas del Nuevo Orden Mundial (N.O.M.) y la imposición por éste de la ley islámica en aquel antaño próspero país. Precisamente su papel en el desmantelamiento de los partidos mahometanos integristas y sus redes de terror le ha costado al ex Viceprimer Ministro y Ministro de Asuntos Exteriores Tareq Aziz que el Tribunal Supremo del Gobierno de ocupación de Iraq le condene a muerte por ahorcamiento. La misma suerte que corrió el Presidente Saddam Husseín, por haber osado enfrentarse a los amos del mundo.
“El liberalismo...nació políticamente con la revolución francesa que inscribió como primer miembro de su triple lema: liberté; aunque sus raíces doctrinales se remontan por lo menos al protestantismo y al Renacimiento. El liberalismo es racionalista, es decir, proclama la autonomía de la razón, a la que convierte en diosa, negando de rechazo a todo otro Dios, en forma clara o sobreentendida. De la religión prescinde, considerándola a lo sumo, como cosa de sentimiento, es decir, como algo infrarracional e indigno del hombre, divertimiento inocuo de niños y mujeres. Respecto a la moral, cada uno debe forjarse la suya, según sus propias convicciones y las conveniencias sociales. En el orden político el liberalismo defiende que la misión del Estado es garantizar la libertad individual, evitantdo únicamente el choque violento de unas libertades con otras, con lo que se podría perturbar el orden público. Es la concepción llamada del Estado-gendarme. Por lo demás, el fuerte puede muy bien oprimir al débil; engañar al inocente el astuto; sorber al prójimo las entrañas el usurero; estrujar al pueblo por el terror el cacique; y llevar siempre, en una palabra, las de perder el hombre honrado y las de ganar el hombre sin ley y sin conciencia para el cual no hay arma prohibida. El liberalismo proclama naturalmente la libertad de pensamiento y de palabra y de conciencia y de cultos...La misma libertad para la verdad que para el error, porque para él no existen errores ni verdades, es escéptico; la misma para el bien que para el mal, porque para él ni el mal ni el bien absoluto existen. Y la libertad de contratación , porque ignora que exista un orden objetivo de justicia. En el orden económico, deshumaniza el trabajo, considerándole como una pura mercancía. Y el capital, al que rinde culto, como a su único dios. Y defiende el libre cambio, lo mismo entre individuos que entre naciones; libre cambio en que queda siempre aplastado el pobre y el débil, y más honrado y potente el rico y el poderoso. El liberalismo es pecado y fué siempre condenado por la Iglesia.”
" (...) De ahí que San Pío X, el Gran Pontífice, repitiese a cada instante que los pueblos son lo que de ellos hacen los gobiernos, máximos educadores prácticos. Lo cual pone en evidencia el crucial problema de la escogencia de cierto tipo de Ética por parte de una colectividad, para que a través suyo disponga de un criterio de referencia para evaluar su producción legislativa.
Siguiendo el artículo “D. Pelayo, rey legítimo y restaurador”, publicado en este mismo blog el sábado 27 de febrero de este año, y al hilo de las últimas provocaciones de los moros, reiniciadas este verano pasado, vamos a desarrollar alguna de las comparaciones allí mencionadas. Y con la intención de alertar sobre el plan de re-islamización de nuestra Patria (o lo que resta della) por Marruecos y Arabia Saudí, principalmente.