( Canción de Massimo Morsello)
Los crímenes perpetrados por la República jacobina de la liberté, égalité, fraternité en la región de la Vandée, contra el pueblo católico y monárquico, a partir de 1793 constituyeron el primer genocidio moderno, con unas cotas de ensañamiento y crueldad desconocidos hasta entonces. La actual República Francesa se levanta sobre esos crímenes horribles contra la religión, el campesinado, la identidad y libertad de los pueblos y la Monarquía.
En agosto de 1793, la Convención de París expidió un decreto disponiendo que el Ministerio de la Guerra enviase materiales inflamables de todo tipo con el fin de incendiar bosques, cultivos, pastos y todo aquello que arder pudiera en la comarca. "Tenemos que convertir La Vendée en un cementerio nacional", exclamó el general Turreau, uno de los principales responsables de la matanza. El general Carrier, responsable en jefe de la operación, arengaba así a sus soldados: “No nos hablen de humanidad hacia estas fieras de la Vendée: todas serán exterminadas. No hay que dejar vivo a un solo rebelde”. El general jacobino Westermann escribía triunfalmente a París, al Comité de Salud Pública, a los adoradores de la diosa Razón, la diosa Libertad y la diosa Humanidad: “¡ La Vendée ya no existe, ciudadanos republicanos! Ha muerto bajo nuestra libre espada, con sus mujeres y niños. Acabo de enterrar a un pueblo entero en las ciénagas y los bosques de Savenay. Ejecutando las órdenes que me habéis dado, he aplastado a los niños bajo los cascos de los caballos y masacrado a las mujeres, que así no parirán más bandoleros. No tengo que lamentar un sólo prisionero. Los he exterminado a todos”.
Como narra Hans Graf Huyn, fueron violadas las monjas; cuerpos vivos de muchachas soportaron el descuartizamiento; se formaron hileras con los niños para ahogarlos en estanques y pantanos; mujeres embarazadas se vieron pisoteadas en lagares hasta morir, y en aldeas enteras los vecinos perecieron por beber agua que había sido envenenada. Ciento veinte mil habitantes de La Vendée fueron asesinados, y arrasadas decenas de miles de viviendas.
En dieciocho meses, en un territorio de sólo 10.000 km2 , desparecieron 120.000 personas, por lo menos el 15 % de la población total. En proporción, como si en la Francia actual fueran asesinadas más de ocho millones de personas.
El mundo moderno pretende subyugar a la Iglesia mediante la mentira, haciéndonos creer que el protestantismo, el liberalismo, el socialismo y todos los enemigos del catolicismo se impusieron mediante revoluciones populares.Muy al contrario las revoluciones fueron siempre oligárquicas, antipopulares, mercenarias, crueles y asesinas. Frente a ellos se levantó un pueblo católico, monárquico y celoso de sus tradicionales instituciones seculares de gobierno. La Revolución pretendió acabar con ellos, pero su soberbia será confundida pues al final el Sagrado Corazón de Jesús triunfará.
ResponderEliminarNovela recomendada sobre La Vendée: Una Familia de Bandidos Ed Gaudete
En La Librería Católica
Totalmente de acuerdo. "Una familia de bandidos en 1793" no es una novela. Son las memorias de la Sra. María de Sainte Hermine, publicadas por primera vez por el RP Juan Charrau SJ en 1903.Saludos cordiales
EliminarTodos, o casi todos, en Francia conocen estos hechos, que desde luego no fueron aislados ni se limitaron a La Vandée.
ResponderEliminarQue la Revolución Francesa fue un baño de sangre criminal de proporciones escalofriantes, que supuso el fin de la verdadera Francia, Católica y Monárquica, es un hecho que cada vez más franceses comparten.
La misma figura de Louis XVI es objeto de una verdadera revisión histórica que trata de hacer desaparecer las leyendas interesadas que en su contra se han hecho circular como verdades absolutas.
Pero como siempre, nos enfrentamos a la incultura generalizada, la ignorancia, el oscurantismo liberal...
Tambien en España la historia es objeto de ataques y tergiversaciones interesadas que causan verguenza y exasperación a cualquiera con un mínimo interés por la historia o la cultura.
Una de las primeras medidas que tomó la naciente república francesa fue destruir los gremios y todas las asociaciones tradicionales del pueblo. Con consecuencias trágicas para las clases populares.
ResponderEliminarLa revolución francesa significó el triunfo de una nueva clase social, la burguesa, que tomó el control de la sociedad imponiendo el "poder del dinero" como nuevo marco político y social. Impuso un centralismo uniformizador absoluto contra la libertad, cultura y tradiciones de los pueblos y consagró al "Leviatán moderno" el Estado absorbente y tiránico.
ResponderEliminarTodo ello sobre la sangre del pueblo.
Danbury, Connecticut, 24 febrero 2011.
ResponderEliminarEl 24 de febrero de 1793, el comité revolucionario francés dispuso el reclutamiento forzoso de trescientos mil hombres para luchar en los varios frentes que se habían abierto contra la Revolución tras el asesinato del Rey Luis XVI. En este aniversario, la productora Navis Pictures pone a la venta el DVD de su nueva película, ya anunciada a los lectores de FARO: The War of the Vendée (La Guerra de la Vandea). Más detalles en la web de la productora http://www.navispictures.com/
Dijo Vázquez de Mella:
ResponderEliminar"la obra política de la Revolución francesa consistió principalmente en destruir toda aquella serie de organismos intermedios- patrimonios familiares, gremios, universidades autónomas, municipios con bienes propios, administraciones regionales, el mismo patrimonio de la Iglesia-que como corporaciones protectoras se extendían entre el inividuo y el Estado (...)
si hay un poder que asume toda la soberanía...¿que cosa es esto, variando los nombres, más que un bárbaro absolutismo"