domingo, 27 de junio de 2010

Ramón Sales Amenós: Obrerismo y Tradición

Dentro del inmenso patrimonio moral, cultural y social del carlismo la figura de Ramón Sales Amenós destaca, junto a otros obreristas como el sevillano Ginés Martínez Rubio, por su singular perfil al lograr consolidar un sindicalismo obrerista radicado en la Tradición, libre de mediatizaciones políticas y patronales, en las más difíciles condiciones políticas y sociales. Para El Matiner supone el cumplimiento un deber de piedad filial el recordar y homenajear su ejemplar conducta, pues su pueblo natal, La Fuliola, se encuentra muy cerca de nuestro pueblo materno.

Campesino y requeté, nacido en 1893 en el pueblo leridano de La Fuliola, con quince años se trasladó a Barcelona, junto con sus hermanos, al enviudar su madre. Trabajó como dependiente en unos almacenes, y en 1918 ingresó en el Sindicato Mercantil de la CNT. Al estar en desacuerdo con su ideología libertaria, en diciembre de 1919, con otros miembros del Ateneo Obrero Legitimista (Baró, Roig, Fort, Clavé, etc.), fundó la Unión de Sindicatos Libres, de la que sería líder indiscutible. En 1919, se producía una reunión en el Ateneo Obrero Legitimista de Barcelona, presidida por Pedro Roma, Miquel Junyent, el escritor Rico Ariza y el concejal Salvador Anglada. En esta reunión se decidió la necesidad de organizar un sindicato obrero, independiente, pero basado en la doctrina social del Carlismo, tal y como ya se organizó en otros lugares de España, como Bilbao (gracias al empeño de otro destacado obrerista carlista: Pedro Ullaortua), Pamplona o Zaragoza. Ramón Sales fue elegido presidente y diferentes cuadros tradicionalistas entraron en la labor sindical convirtiéndose en la élite culta del sindicato que se ocupó de la doctrina, redactar estatutos, relaciones públicas y dirigir la organización. Estos hombres fueron José Baró, Jordi Bru, Estanislao Rico, Santiago Brandoly, Domingo Farrel, Juan Laguía Lliteras, Ceferino Tarragó, Ignacio Jubert, Feliciano Baratech y Mariano Puyuelo. Los intelectuales se encargaron de la divulgación en prensa, pero los resortes de la organización fueron controlados por obreros, algo que no había sucedido en los sindicatos católicos. Sales fue un orador con un estilo claro, directo y contundente y casi siempre en catalán, porque hablaba mejor dicha lengua española.

La Liga Patriótica Española

Antes de la creación de los Sindicatos Libres, en 1918 y dentro del ámbito del obrerismo carlista Ramón Sales creó la Liga Patriótica Española y la Entidad Fe y Patria, grupos de combate frente a las pretensiones de la Lliga Regionalista de Francesc Cambó. En este punto el carlismo catalán se hallaba divido entre la tendencia pro-Solidaridad Catalana (es decir, los partidarios de unirse electoralmente con el regionalismo catalán derechista y burgués de Cambó), representada por el Carlismo burgués, cuyo portavoz era el periódico “El Correo Catalán” y la tendencia anti-Solidaridad, representada por el Carlismo obrero, cuyo portavoz era el periódico “La Trinchera” y de donde nace la citada Liga Patriótica Española. Para los obreros carlistas era inaceptable el concurrir electoralmente con un grupo que representaba tan claramente los intereses de la oligarquía como la Lliga Regionalista. La Liga Patriótica editó un manifiesto fundacional (“¡Viva España!”) dirigido “A todos los buenos españoles” denunciando que en “este trozo de España que se llama Cataluña” unos malvados catalanes “pretenden intervenir en la conferencia de paz [de París] para que le sea concedida a Cataluña la independencia que los villanos sueñan les llegue impuesta por el mandato de Europa”, como Cuba al mediar EE.UU. El texto exhortaba “un día y otro día a aclamar ¡Viva España! para ahogar con él las vociferaciones de esos perros separatistas”. Si bien al regionalismo derechista de Cambó no se le podía tildar de “separatista” hay que tener en cuenta que en torno a los muy heterogéneos grupos que esos años eran partidarios de la Mancomunidad concurrían algunos elementos armados claramente separatistas (los llamados “escamots”) organizados por el ex – militar español Francesc Macià y que acabarían fundando Estat Català. Los obreros carlistas de la Liga Patriótica Española opondrían la violencia defensiva frente a las pretensiones de los lliguistas y los separatistas de tomar las calles con su propaganda.

El colectivo tuvo su sede sobre el teatro Petit Pelayo, en la Rambla (desde donde hostilizaba actos de signo nacionalista y de la Lliga), y su “grito de guerra” fue la canción “La hija de Malasaña” que cantaba en el teatro Goya la cupletista “Mary Focela” y concluía así:

Lucho como una leona/ al grito de viva España!/ Y es que por mis venas corre/ la sangre de Malasaña”.

Sindicatos Libres: lucha por el obrero y defensa contra el anarquismo y el socialismo.

La denominación de “Libres” dejaba clara su independencia respecto de cualquier formación política así como respecto de la patronal, con el fin de asegurar una verdadera defensa de los intereses de los trabajadores. Como el carlista vizcaíno Pedro Ullaortua los definió “unidad de los trabajadores contra el sistema capitalista en total autonomía”. Sin embargo el carácter carlista de la doctrina que promovían era evidente, así como el legitimismo de sus miembros (y recíprocamente era enorme la cercanía de los Reyes Legítimos por dichos sindicatos). Y en su propaganda ambos aspectos quedaban claros, con la denuncia y la lucha contra separatistas, marxistas, liberales y anarquistas. Los Sindicatos Libres organizaron huelgas, bolsas de trabajo, seguros sociales y asistencia obrera. Su labor fue enorme para dignificar las condiciones de vida de las masas obreras, condenadas a la explotación por el liberalismo capitalista.

El Sindicato Libre pronto chocó con la CNT, y también hubo de hacer frente a la Patronal, que pretendía subordinarlo a sus intereses. Sin embargo, los Libres también crearon sus grupos de autodefensa armada. No obstante, los Libres estaban naciendo (murieron 53 dirigentes a manos de pistoleros anarquistas) y la pérdida de dirigentes les hacía más daño. Para colmo, las autoridades restauracionistas en premisa de proteger el orden liberal establecido detenía tanto a sindicalistas cenetistas como Libres. Para poder contextualizar esta violencia hay que tener en cuenta que en el anarquismo el pistolerismo y la extorsión llegó a convertirse en un modus vivendi creando auténticas organizaciones gansteriles, mientras que el uso de la violencia en los Sindicatos Libres solo era ocasional y respondía a exigencias de autodefensa. El pistolero cenetista José Serra reconoce en su libro de memorias “Diario de un pistolero anarquista” que en aquellos años “los límites entre la acción revolucionaria y la rapiña eran cada vez más difusos”.

En 1923, el Sindicato Libre contaba casi con 200.000 miembros, tres cuartas partes en Cataluña. Los Libres eran el sindicato de los trabajadores catalanes, frente a la querencia ugetista de los trabajadores emigrados de otras partes de España. El crecimiento había sido grande debido al interés de algunas agrupaciones sindicales por defender sus intereses profesionales y no preocuparles los fines revolucionarios y terroristas de los anarquistas. Estos sindicalistas se afiliaron a los Libres, como los únicos capaces de defenderlos frente a la Patronal conservadora, y el carácter no reivindicativo de los llamados sindicatos “católicos” (clericalistas).

Durante la dictadura del General Miguel Primo de Rivera (1923-1930) se extendió por toda España como Confederación Nacional de Sindicatos Libres e igualó en afiliados a la Unión General de Trabajadores socialista, pese a que dicha sindicato era promocionado por el Directorio Militar con el cual colaboraba. Muchos dirigentes de los Libres fueron encarcelados, algunos acusados de “catalanismo” solo por redactar propaganda en catalán, mientras que los dirigentes socialistas ocuparon puestos en el Consejo de Estado, Consejo de Trabajo, Consejo Interventor de Cuentas del Estado, Comisión Interina de Corporaciones, Consejo Técnico de la Industria Hullera, Tribunal de Cuentas y otros organismos; al tiempo que luchaban contra los sindicatos Libres. Caso singular se dio en la minería asturiana, donde la mayoría de los mineros eran carlistas y por presión de los dirigentes socialistas se prohibió cualquier tipo de sindicación que no fuese en la UGT.

La relación con los sindicatos “católicos” (clericalistas) fue difícil, debido a como hemos señalado a su carácter poco reivindicativo. Los Libres siempre dejaron claro que su acción iba en defensa estricta de los derechos profesionales del obrero y no se iban a plegar jamás a los intereses de los empresarios, como había pasado con algunos sindicatos profesionales y “católicos”, que habían nacido por el patrocinio de algunos notables conservadores (como el Marqués de Comillas) y se sentían obligados a defender el orden constituido.

No obstante, los católicos-libres fundados por los dominicos (el Beato José Gafo y Pedro Gerard) habían mantenido una postura más combativa en los intereses obreros y mantenían un buen diálogo con los carlistas. Estos sindicatos tenían casi su única fuerza en la región vascongada y en Navarra por lo que la simbiosis carlista y sindicalista se daba en muchas zonas como Azpeitia. Esta amistad se prolongaría de tal modo que en 1924 en el congreso de Pamplona decidieron fusionarse en la Confederación Nacional de Sindicatos Libres.

Persecución y martirio

Tras la proclamación de la Segunda República, comenzó una represión feroz contra el Sindicato Libre, auspiciada por el abogado ex-cenetista y presidente de la Generalidad de Cataluña, Luis Companys, del partido ERC que suscribió el llamado Pacto del Hambre, por el cual la patronal acordó con la CNT y la UGT no contratar a ningún trabajador afiliado a los Sindicatos Libres. Unos 4.000 trabajadores catalanes fueron afectados por dicha medida, quedando más de 200 que por edad no pudieron trabajar nunca más condenados a la pobreza y a la marginalidad.

Ramón Sales tuvo que exiliarse a Francia, donde vivió de albañil y otros oficios. En 1935 volvió a Barcelona en la clandestinidad. Su ausencia determinó una infiltración de elementos del Bloque Nacional de José Calvo Sotelo en los mismos, lo que provocó ciertas divisiones en el sindicalismo carlista.

Capturado por milicianos de la CNT en la primavera de 1936, se escapó el 19 de julio y volvió a huir a Francia. Retornando de nuevo para organizar la quinta columna barcelonesa fue capturado el 30 de octubre y descuartizado vivo en las Ramblas, ante las oficinas de Solidaridad Obrera: "Encadenaron los pies y las manos de Sales a cuatro camiones. Acto seguido los camiones emprendieron la marcha, en direcciones distintas."

Con el estallido del Alzamiento el 18 de julio, algunos miembros sindicales consiguieron unirse a los sublevados. Entre ellos, Augusto Lagunas, Ramón Colom y Pedro Navarro murieron en combate, otros como José Baró, Jaume Fort y Anselm Roig fueron fusilados por la FAI-CNT.Nuestra más sentida deuda de gratitud al mártir de la lucha por los derechos de los trabajadores Ramón Sales Amenós.

( Propaganda de los Sindicatos Libres: su encarnación persigue al anarquismo, el separatismo, la masonería, el comunismo y el judaísmo)

El Piquete. Página obrera carlista

9 comentarios:

  1. Gracias Matiner por recordar la figura de Ramón Sales. El Carlismo es algo muy grande, todo un ente moral; mucho más que una mera organización política, menos aún partidista, por más que en determinadas circunstancias haya adoptado esa forma, al igual que también ha adoptado históricamente la forma de sindicato de clase o de fuerza militar. En esta lucha de las Españas tradicionales contra la usurpación liberal hubo que organizar también la respuesta y la defensa en el ámbito social y económico. Y aquí la figura de Sales y de los demás obreristas del Carlismo es fundamental y demuestra el enorme arraigo popular del Carlismo (y ello pese a que siempre ha estado el Carlismo más presente en el medio rural que en el urbano, donde eran más frecuentes las luchas obreras). Como ya he señalado muchas gracias y mi más sincera enhorabuena. Y que el ejemplo de Sales nos sirva para implicarnos en la nunca resuelta (hasta que no acabemos con el capitalismo) cuestión social.

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  2. Que curioso que José Carlos Clemente en su historia-ficción del Carlismo hecha para agradar a los rojos y los tres cyber frikis que le siguen estén todo el día con la murga de que el Carlismo catalán apoyó las candidaturas de la Solidaridad Catalana ¡cuando realmente quienes la apoyaban era solo una pequeña parte del Carlismo, el Carlismo burgués y por intereses de clase! Pero como ocultan los caraduras estos que el obrerismo carlista era radicalmente anti-Solidaridad, antinacionalista y patriota, y por supuesto mucho más catalán que toda la chusma de la Solidaridad.

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  3. La CNT no solament va assassinar a carlistes com Ramon Sales, també ho va fer amb grans nacionalistes catalans com els germans Badia.

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  4. L´esclat de la guerra civil fou el detonant de la persecució de tots els militants del “Lliure” ordenat per Lluís Companys, Altres 112 sindicalistes foren assassinats seguint el dictat de Companys:

    http://hispanismo.org/catalunya/12061-ramon-sales-amenos-obrerismo-y-tradicion.html#post81946

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  5. Joan Bonafont i Grañé. (Tivenys 1894- 1936). Sindicalista. Cambrer de professió, treballava a Barcelona i era cap del “Sindicat Lliure d´hosteleria” i vocal del sindicat, apart de membre del Carlisme català. Va participar en les lluites sindicals i s´enfrontà amb membres del “Sindicat Únic”, fou perseguit fins al seu poble natal i assassinat el 17 d´octubre davant tota la seva familia per part del “Comitè Antifeixista

    Frederic Carrió i Barris (Barcelona 1906- 1936, enginyer i cap de Barcelona dels “Requetès” i del “Sindicat Lliure”);

    Nicanor Costa i Duràn (Barcelona 1896-1936), Sindicalista del “Sindicat Lliure” de l´ajuntament de Barcelona, funcionari municipal, president del “Cercle Tradicionalista de la Rambla de Catalunya" i dirigent del “Jaimisme Barceloní” i del “Requetè”, assasinat per membres d´EC.

    Josep Colom i Vidal (Sant Feliu de Guíxols 1915- Castell de Montjuic 1936, escrivent, membre del “Requetè” i del “Sindicat Lliure”, vice-president de la FJCC de la zona de “La Maresma de Barcelona”, va participar en la sublevació militar del 18 de juliol del 36, detingut i torturat al vaixell “Uruguay”, fou afussellat a les fosses del castell de Montjuic el 28 de novembre del 36

    Àngel Canes i Pons (Barcelona 1890- 1936, paleta i sindicalista, membre de la “Comunió Tradicionalista”);

    Antoni Bonet i Villafranca (Igualada 1896- Montcada i Reixac 1936, membre electe del “Tribunal Industrial” i del jurat obrer des del 1926, dirigent del “Sindicat Lliure” i del Carlisme català, detingut pels escamots de control de la Generalitat, torturat i assasinat

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    1. amanda de fuentes bonafont13 de abril de 2014, 9:26

      Hola soy nieta de juan bonafont, podrias explicarme algo más sobre mi abuelo. Gracias

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  6. Silvà Claramunt i Roma (Sant Salvador de Toló 1900- Barcelona 1936, practicant, membre del “Sindicat Lliure” i president del “Centre de dependents del comerç i la Industria” de Vic, carlista i educador, fou assassinat a Barcelona el 2 d´agost del 36

    Jaume Barrera i Ribó (Agramunt 1909- Barcelona 1936, xofer, cap de les joventuts del sindicat i membre del “Requetè”, detingut el 16 de juliol, dos dies abans de l´aixecament militar, fou assassinat el 21 d´agost del 36 a la carretera del port

    Estanislao Rico i Ariza, (Barcelona 1895- Montcada i Reixac 1936, periodista, president de la “Asociación y Mutua de Empleados del ayuntamiento de Barcelona”, i polític Carlista,l fundador de revistes i periòdics, com “La Protesta”, “La Reacción”, ademès era funcionari de l´ajuntament de Barcelona i directiu del “Sindicat Lliure”)- assassinat.

    Ignasi Castellarnau i Vicens (Castellciutat 1900- Barcelona 1936, cambrer i militant carlista i del “Sindicat Lliure- assassinat

    Antoni Mestres i Dalmau (Barcelona 1915- L´Hospitalet 1936, dependent de comerç, membre del CADCI i del “Sindicat Lliure”, militant del “Requetè”, es va afegir a la sublevació militar, detingut i assassinat pels seus botxins anarquistes

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  7. Los carlistas estuvieron en los Libres siempre, esto es una realidad innegable y ahora fácilmente contrastable. De los Libres salieron los voluntarios del glorioso Alzamiento del 18 de julio y los resistentes de la quinta columna barcelonesa. Quisiera recordar también a Vicenç Artigas i Rovira (Santa Coloma de Gramanet 1890- Barcelona 1936, presidente del “Sindicato Libre de productos químicos” que fue durante muchos años militante del Carlismo, detenido el 2 de septiembre del 36 y assassinat en Barcelona por policías de la falsa Generalitat de Companys.
    El Lliure reclutaba a sus gentes entre el Requetè, los obreros católicos, las clases medias y populares de Sants, Gracia, l´eixample o Poble Nou.
    Gentuza como los Badía (los hermanos asesinados por los anarquistas a petición de Lluís Companys por una cuestión de faldas -este es uno de los temas más truculentos de la historia de Catalunya-), Passarell, Josep Maria Planes (el periodista de "La Publicitat" que fué asesinado por los de la FAI) y tantos otros quisieron acabar con el "Lliure" a base de mentiras y de mezclar al Lliure con la patronal, los militares, la represión. Ya se sabe "los fascistas".

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  8. En esta entrada de blog aporto una fotografía de Sales y el lugar en el que fue salvajemente asesinado, que no fue en Las Ramblas sino en el Ensanche. http://reinodegranada.blogspot.com.es/2015/11/el-brutal-asesinato-de-ramon-sales.html

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