Afirmemos, pues, en toda su plenitud, íntegramente, las libertades regionales, y hagamos más. Llamemos a todas las demás regiones para que se levanten y anden a la voz de esta gloriosa Cataluña, que debe ser el eco de una voz más alta que las llama de nuevo a la vida; que rompan el sudario en que las ha envuelto el caciquismo; que recuerden las iniciativas de Cataluña, que representa hoy más que nunca la causa de todas las regiones de la Península española, el regionalismo, que pronto será la causa de los pueblos latinos, y, por lo tanto, la causa de Europa y del mundo.
Si, señores, la causa latina; que ya en Languedoc y en Provenza los poetas templan las liras para entonar sus cantos en el lenguaje que brotó del laúd de los trovadores, y en los campos de Bretaña despliega sus flores la planta regionalista, como una protesta contra el absolutismo jacobino; y en Italia el Congreso de Pavía de 1895 pide la autonomía de los grupos geográficos en frente de la opresión de un Estado uniformista y unitario.
El centralismo se ha formado como una nueva vegetación artificial y parasitaria sobre el polvo que ha acumulado la catástrofe; pero ha tropezado con los cimientos de roca viva del antiguo alcázar. Arranquemos esa maléfica planta, aventemos ese polvo, y sobre esa roca que ha permanecido entera reedifiquemos el alcázar en que quepan holgadamente todas las regiones, viviendo como hermanas, sin que el cetro de hierro de los poderes centralistas las mande como a una manada de siervos, porque somos ciudadanos honrados y queremos ser libres bajo una Monarquía tradicional y federativa que enlace a todas las regiones y las mantenga unidas tan sólo por los vínculos necesarios para no romper la nacionalidad común, pero reconociéndoles amplia vida para que crezcan y prosperen, dilatando su historia conforme a su ser. La tiranía es una planta que sólo arraiga en el estiércol de la corrupción social y sólo vive en los pueblos envilecidos, porque la atmósfera pura de la fe y de la virtud la secan y la matan. Que es una ley que demuestra toda la Historia que ningún pueblo moral ha tenido tiranos y que ninguno corrompido ha dejado de tenerlos.
Juan Vázquez de Mella. Llamamiento a las Regiones (en el Discurso pronunciado en el Teatro Principal de Barcelona el 24 de abril de 1903)
En el concepto de Latinidad es muy importante la descentralización de base regional y municipal. No es el Estado Federal, que repite la misma dinámica centralizadora al desconocer la autarquía de los cuerpos intermedios, sino el federalismo, en cuanto principio de formación social y de descentralización. En este sentido, el federalismo es expresión de la formación de las sociedades políticas, construidas de abajo a arriba y no planificadas artificialmente por el Estado. Lo opuesto al Estado totalitario es la comunidad popular y la sociedad construidas federalmente. El federalismo implica el principio de subsidiariedad: reconocimiento de la actividad supletoria del Estado frente a la sociedad. El regionalismo popular es central en la superación del Estado nacional burgués y de las estructuras europeístas actuales que imponen la misma lógica centralizadora y administrativa que destruye la representatividad política de los pueblos y su verdadera libertad. La monarquía tradicional es la única garante de un proceso federativo orgánico.
ResponderEliminarSin los fueros el Rey no es más que un tirano que no cumple con sus funciones sociales, y sin el Rey los fueros y colectividades autónomas desaparecen, sea o bien por la disgregación de la sociedad, sea por el miedo que de ellas tiene el Estado débil. El Rey garantiza y defiende los fueros del "poder del dinero" que no quiere barreras de libertades al CAPITAL.
ResponderEliminarEN ESPAÑA:
ResponderEliminar"España fue una federación de repúblicas democráticas en los municipios y aristocráticas, con aristocracia social, en las regiones, levantadas sobre la monarquía natural de la familia y dirigidas por la monarquía política del Estado"
(Juan Vázquez de Mella)
EN FRANCIA:
"Las libertades abajo, la autoridad arriba; el Rey protector de las repúblicas francesas"
(Charles Maurras)
"Brindo por la nación española, amazona de la raza latina, de la cual fue escudo y valladar firmísimo contra la barbarie germánica y el espíritu de disgregación y de herejía, que separó de nosotros a las razas septentrionales"
ResponderEliminar(Marcelino Menéndez Pelayo)