martes, 3 de enero de 2017

Invierno, primavera y otoño del Carlismo (1939-1976)

El Matiner Carlí recomienda la lectura completa del trabajo histórico realizado por Ramón María Rodón Guinjoan, sobre la historia más reciente del movimiento carlista. Periodo expuesto habitualmente a los acercamientos más peregrinos y falsarios por parte de los residuos ideológicos ligados a la persona del ex príncipe Carlos Hugo, con la cobertura de los medios culturales del sistema liberal, al que en última instancia sirven.

En los últimos años hemos asistido a la publicación de tesis, libros y artículos que siguen reivindicando una línea interpretativa absolutamente falsa de la reciente historia del carlismo. La pretensión de justificar la actuación política errática de Carlos Hugo, lleva directamente a la mentira histórica más descarada en los libelos de personajes como José Carlos Clemente, María Teresa de Borbón Parma, Javier Cubero y otros, más matizada pero igualmente parcial lo encontramos en los trabajos de Manuel Martorell, que justifica finalmente la actuación de Carlos Hugo. Estos epígonos culturales del huguismo tienden, en todos los casos, a una absorción  de la memoria e historia carlista en el actual paradigma liberal. Esa es la consecuencia política. La claudicación política de Carlos Hugo y su neocarlismo ante el régimen imperante, se cierra ahora con una cobertura pretendidamente cultural e histórica, desarmando la memoria real de la lucha y causa carlista. Se falsea su significación real. Los puntos centrales en este aspecto son: doctrinalmente, postular una imposible separación entre Carlismo y tradicionalismo, tergiversar la relación entre foralismo y nacionalismo. Políticamente, falsear la significación del Rey Don Javier, como continuador del auténtico legitimismo tradicionalista y deformar los hechos de Montejurra 76.

Otros muchos historiadores del momento se dejan enredar en los lugares comunes de las trampas y falsedades esparcidas por los adláteres del huguismo, Jordi Canal es paradigmático de ello, mientras los medios culturales y de prensa del sistema acogen encantados la misma versión de conjunto. El “carlismo” en definitiva hizo su “misión", ayudó a traer la democracia y las libertades, ayudó a la “reconciliación”, ayudó a la toma de conciencia autonómica y del nacionalismo… evolucionó y en definitiva ya no es necesario. Rematar al león herido, impedir su restablecimiento, domesticarlo en la jaula del orden imperante democrático. Más allá de ser, en muchos casos, una autojustificación de su proceder personal y de grupo, la consecuencia política adyacente salta a la vista. El huguismo, muerto políticamente y fallecido su mentor, sigue ejerciendo su función demoledora del carlismo. El residual partido carlista, las apariciones esporádicas de Carlos Javier, reivindicando el legado político paterno y estos coletazos pretendidamente historiográficos y culturales se conjugan en esa función. Ese carlismo "sentimental" es absolutamente inofensivo para el sistema, porque simplemente no es el verdadero.

El Carlismo auténtico sigue preocupando, más allá de su aparente debilidad actual, porque sigue siendo la memoria real de la resistencia de España al liberalismo. Desvirtuar su memoria histórica no deja de ser un arma política, nada inofensiva, no sea que el León despierte y vuelva por sus fueros. Por ello la lectura de un texto, más ponderado y objetivo, de la historia del reciente carlismo, no deja de tener importancia política. Porque, más allá de posibles discrepancias de matices, juicios y opiniones, en el caso de la tesis de Ramón María Rodón, no nos encontramos simplemente ante el engaño. Su lectura puede servir, a muchos, de antídoto ante la mentira, máxime ante la escasez de estudios globales sobre este periodo.

Reseña de la presentación de la tesis doctoral de don Ramón María Rodón Guinjoan sobre “Invierno, primavera y otoño del Carlismo (1939-1976) Universitat Abat Oliva CEU, 2015. Por la Agencia Faro.

El pasado 9 de Octubre se celebró en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Abat Oliba CEU de Barcelona el brillante acto de lectura y defensa de la tesis doctoral de don Ramón María Rodón Guinjoan sobre “Invierno, primavera y otoño del Carlismo (1939-1976)“. Dirigida por la doctora Rosa María Alabrús, el tribunal ha estado integrado por los doctores Miguel Ángel Belmonte, Javier Barraycoa, Alfonso Bullón de Mendoza, Miguel Ayuso y María de los Ángeles Pérez Samper.

El doctorando ha resumido certeramente en treinta minutos las 650 páginas de su memoria doctoral, en las que desgrana las vicisitudes de la Causa desde el fin de la Guerra de Liberación hasta el acto de Montejurra 1976. Con gran ponderación ha pasado revista a fenómenos como el llamado “octavismo” o la “Regencia de Estella”, así como a las relaciones tormentosas del Carlismo con la Falange o el régimen de Franco. Pero se ha referido sobre todo a la verdadera Comunión Tradicionalista, a la personalidad señera del Rey Don Javier, a la ortodoxia de las jefaturas delegadas de don Manuel Fal Conde y don José María Valiente, a la heterodoxa y desastrosa evolución impresa a la Comunión por Carlos Hugo hasta llegar al llamado Partido Carlista, al impacto negativo del Vaticano II y el modernismo religioso… También a los sucesos de Montejurra 1976, donde, sin negar algunos errores de parte de los verdaderos carlistas, subraya sobre todo su condición de consecuencia de esa deriva destructiva impuesta por Carlos Hugo. Ha usado para su trabajo la magna recopilación documental de Manuel de Santa Cruz (que se extiende a la mayor parte del periodo por él historiado), diversos archivos públicos y privados, una abundante bibliografía y hemerografía, así como finalmente su propio archivo y memoria. Pues el nuevo doctor Rodón fue testigo y en parte protagonista de muchos de esos hechos. Don Ramón María Rodón, a punto de cumplir 75 años, renueva su lealtad a la Causa y da buena muestra de laboriosidad y entrega. Ambas cualidades refulgen en este trabajo de investigación, que ha merecido unánimemente la máxima calificación de parte del tribunal.

1 comentario:

  1. "Mi primo (Juan Carlos) está haciendo un buen papel “

    Eso lo decía María Teresa Borbón Parma en El Mundo el día 7 de abril de 2002. Y añadía cuando le preguntaban si lo conocía personalmente: "Nos tratamos mucho y es un hombre encantador". Salta la vista la evidencia de la rendición y absorción del huguismo en el sistema de la república coronada actual.Un ejemplo entre muchos otros que podrían traerse a colación.

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