miércoles, 3 de febrero de 2010
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El lema del Carlismo –Dios, Patria, Fueros y Rey Legítimo–, que a algunos pudiera parecer antiguo o superado, sigue siendo en cambio la única Bandera de esperanza para un mundo que se desmorona. Así, frente al nihilismo del sedicente nuevo orden mundial globalizado, hoy tambaleante, sólo la instauración de todas las cosas en Cristo, por medio de poderes sometidos al orden ético que la Iglesia custodia, que conjuguen la libertad de los pueblos con la Tradición común de las Patrias, puede dar al mundo la paz
Esta si es una juventud "rebelde" y crítica, no esta otra que creyéndose contestataria y contracultural vive a los modos modernos y se contenta con con pasar de todo como modelo juvenil. Aceptando, eso si, el sistema de valores materialista y liberal-capitalista de arriba a abajo.
ResponderEliminarEn mi opinión hoy sólo son los jovenes tradicionalistas los anti-sistema.
Espero y deseo que nuestra juventud vaya despertando de tanta mentira donde estan siendo educados.