Destacamos hoy en primer lugar la nueva edición de un libro largo tiempo ya agotado (la última hasta ahora, que sepamos, era la de 1946 de la "Colección Selecta" del Apostolado de la Prensa): Guerra sin cuartel, de Ceferino Suárez Bravo (...)
Suárez Bravo presentó la novela Guerra sin cuartel a un certamen convocado por la Real Academia de la Lengua en 1885. La Academia le concedió el premio y fue ferozmente criticada por los periódicos liberales de la época, con Leopoldo Alas Clarín (amigo, sin embargo, de otros carlistas, como el también ovetense Guillermo Estrada; pero crítico despiadado del romanticismo literario) a la cabeza. Las publicaciones carlistas, por su parte, ensalzaron la novela, que fue publicada en folletón por varios periódicos de la Comunión Tradicionalista; y el autor salió al paso y defendió su obra --que no compartía el naturalismo de otros libros del momento-- explicando: "No busqué los materiales en el lodazal de las pasiones humanas, que tanto beneficia la moderna novela. Mi libro puede entrar en todas partes sin que haya que alejar a los niños y a las doncellas [...] Lo que es moralmente feo nunca llegará a ser artísticamente bello".
Combinando "un cuento que pudo suceder con hechos que sucedieron", Suárez Bravo redactó la obra sobre la I Guerra Carlista "con el deseo de divertir miserias nerviosas, habituales en mi mal asentado temperamento, y reposar de áspera y larga campaña de periódico, después de haber pasado mucho tiempo entumecido en una prisión", explica en el prólogo del libro. Un desaire, una ofensa, el orgullo herido, el honor perjudicado, un duelo a muerte y, por supuesto, una mujer, son los principios motores de esta apasionante novela. Fernando y Luis, ambos oficiales del Ejército, verán sus vidas enfrentadas desde el momento en el que este último, nada más llegar a la capital, se ve obligado a defender a su madre de las burlas de un grupo de soldados cristinos. A partir de aquí, con un juramento de por medio y la acción ya trasladada al frente de la guerra, lo que comenzó como una broma pesada ha de continuar en un inevitable cruce de espadas. (Agencia Faro)
En la Librería Católica
Suárez Bravo presentó la novela Guerra sin cuartel a un certamen convocado por la Real Academia de la Lengua en 1885. La Academia le concedió el premio y fue ferozmente criticada por los periódicos liberales de la época, con Leopoldo Alas Clarín (amigo, sin embargo, de otros carlistas, como el también ovetense Guillermo Estrada; pero crítico despiadado del romanticismo literario) a la cabeza. Las publicaciones carlistas, por su parte, ensalzaron la novela, que fue publicada en folletón por varios periódicos de la Comunión Tradicionalista; y el autor salió al paso y defendió su obra --que no compartía el naturalismo de otros libros del momento-- explicando: "No busqué los materiales en el lodazal de las pasiones humanas, que tanto beneficia la moderna novela. Mi libro puede entrar en todas partes sin que haya que alejar a los niños y a las doncellas [...] Lo que es moralmente feo nunca llegará a ser artísticamente bello".
Combinando "un cuento que pudo suceder con hechos que sucedieron", Suárez Bravo redactó la obra sobre la I Guerra Carlista "con el deseo de divertir miserias nerviosas, habituales en mi mal asentado temperamento, y reposar de áspera y larga campaña de periódico, después de haber pasado mucho tiempo entumecido en una prisión", explica en el prólogo del libro. Un desaire, una ofensa, el orgullo herido, el honor perjudicado, un duelo a muerte y, por supuesto, una mujer, son los principios motores de esta apasionante novela. Fernando y Luis, ambos oficiales del Ejército, verán sus vidas enfrentadas desde el momento en el que este último, nada más llegar a la capital, se ve obligado a defender a su madre de las burlas de un grupo de soldados cristinos. A partir de aquí, con un juramento de por medio y la acción ya trasladada al frente de la guerra, lo que comenzó como una broma pesada ha de continuar en un inevitable cruce de espadas. (Agencia Faro)
En la Librería Católica
Estos libros rara vez llegan a disponibilidad de la venta en masas. Es interesante que se recuperen obras de este valor.
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