martes, 23 de marzo de 2010

Hilaire Belloc: El "mundo moderno" construído sobre el dinero y la herejía.

De conformidad con Cobbett (al que raramente citó y quién aparentemente tuvo poca influencia sobre él a pesar de que ambos convergen en sus puntos de vista en cuestiones de historia) Belloc veía la Reforma Protestante como “una sublevación de los ricos contra los pobres” y puso en evidencia una tras otra, las sucesivas capas de mentiras de la historia oficial hasta que quedó al descubierto su fundamento último: la Gran Mentira. En realidad lo que había ocurrido es que el celo religioso de un puñado de herejes fue puesto al servicio de la viejas clases terratenientes y mercantiles de Inglaterra, que, con la ayuda de la lujuria de Enrique VIII, se empeñaron en abolir el viejo orden católico. Si Belloc tuvo alguna vez enemigos en serio, estos eran los “Whigs”, los del Partido Liberal. Sobre el Marqués de Shaftesbury escribió que “probablemente esté en el infierno”. A Guillermo de Orange lo llamó “el pequeño perverso” y, claro está, ¡el hombre era exactamente eso! Aunque Belloc nunca citó el famoro diktat de Samuel Johnson “El diablo fue el primer Whig” el peso entero de sus escritos históricos conducen a esa conclusión. Y aunque Belloc odiaba a los Whigs tenía poco en común con los Tories. Católico populista y radical, un audaz republicano cuando promediaba su vida, pero luego obligado realista, habría salido a pelear en Escocia con el Príncipe Carlos Eduardo en el ’45.

No tengo espacio aquí para elaborar en detalle la cosa, pero lo cierto es que Belloc revolucionó los estudios históricos en Inglaterra. Baste con señalar y digo esto formalmente, mido mis palabras y no hay en la aseveración retórica alguna que un solo hombre, Hilaire Belloc, un solo revisionista, obligó a reexaminar por completo la Historia de Inglaterra. En efecto, a partir de Belloc, nadie puede salirse con la suya diciendo que la Reforma fue obra de almas generosas y bienintencionadas que sólo pretendían libertad y democracia, almas nobles que liberaron a Inglaterra de las tenebrosas supersticiones católicas y el oscurantismo medieval. Otros glosaron la obra de Belloc y se aprovecharon de su visión. E hicieron bien, pero la visión era de él tanto como la conspiración del silencio que se tejió en torno suyo y que acompañó toda su obra.

Si por los frutos los conoceremos, entonces los frutos de la Revuelta contra Roma han sido suficientemente documentados; más aún, conocer estos hechos tan sólidamente acreditados produce un íntimo dolor que nos ha convertido en rebeldes contra la Rebelión. Los hombres fueron rebajados en su dignidad. Los justificados eran unos pocos que sojuzgaban a la mayoría postrada calvinísticamente ante un Dios implacable y cruel que los condenaba al infierno por toda la eternidad. La majestad y belleza, incluso la languidez del antiguo orden de cosas cedió frente a nuevos modos y estilos severos y tétricos que ahogaban la natural respuesta del hombre ante la belleza de la Creación. Mas para Belloc eso era inaceptable y exhibió el fraude. Detrás de los fanáticos salmistas reposa el peso de aquello que llamó el Poder del Dinero, el nuevo Capitalismo y el Sistema Bancario que en su avaricia esclavizó a Europa. Belloc detalló minuciosamente el proceso en libro tras libro hacia el final de sus días se repetía a sí mismo. Si su prosa nunca aburrió, sus argumentos frecuentemente sí. El mundo moderno, construído sobre el dinero y la herejía tuvo y tiene como principal enemigo a la Iglesia Católica y al Orden que creó. Claramente, al Sr. Belloc, como se lo conocía cuando viejo, no le gustaba el mundo moderno gris, anónimo, desprovisto de belleza, una construcción innoble, un mundo indigno. Y sin embargo, como ya he notado, probablemente la Inglaterra de su tiempo fuera el único lugar del mundo en que él podría haber florecido como lo hizo. Ya viejo, cuando las bombas azotaban a Londres, Winston Churchill le ofreció en nombre del Rey un título de alta dignidad. Belloc cortésmente declinó el ofrecimiento.

Frederick D. Wilhelmsen. Hilaire Belloc: Defensor de la Fe

EL LIBERALISMO PROTESTANTE EN LA GÉNESIS DE LAS PLUTOCRACIAS ACTUALES.

5 comentarios:

  1. El protestantismo se infiltró en el mundo católico a través de su filosofía, la ilustración, y de su régimen político, el despostismo ilustrado, para finalmente entrar también la la Iglesia Católica con el "modernismo" y el "neomodernismo"; condenados ambos por Pío X y Pío XII en Pascendi y la Humani Generis. En palabras del Padre Castellani, el catolicismo liberal no es más que un protestantismo larvado.

    ResponderEliminar
  2. Hilaire Belloc observó en “La Restauración de la Propiedad” (*The Restoration of Property, 1936), que las diferencias entre ambas ideologías no eran tan importantes como algunos de sus partidarios pudieron afirmar en algún momento.

    “La única diferencia entre una turba de ingleses libres –capitalistas- que dependen de no faltar a sus puestos de trabajo para subsistir y un rebaño de rusos serviles –comunistas-, es que los primeros están explotados en beneficio privado y los segundos por el Estado de manera comunal. El objeto de las clases dirigentes rusas es el establecer una burocracia cómoda para sí mismos y sus intereses fundamentada sobre la labor y el esfuerzo del proletariado. El objeto de la clase dirigente inglesa es incrementar sus fortunas privadas sobre las espaldas de la clase obrera explotada. Nosotros necesitamos algo distinto a cualquiera de los dos”

    Así, el Comunismo no es considerado como el antídoto del Capitalismo, sino como un síntoma y un producto de él. La búsqueda de Belloc de una alternativa al Comunismo y al Capitalismo se manifestaría en la “Distribucionist Leage”, fundada junto a G.K. Chesterton. Ambos fueron famosos conversos al Catolicismo y se inspiraron en el “Rerum Novarum”, una encíclica de aquel tiempo con la que el Papa Leo XIII contestó al desafío comunista ateo con la propuesta de que las riquezas debían ser distribuidas más equitativamente y los trabajadores tratados con mayor dignidad.

    ResponderEliminar
  3. Hilaire Belloc. “Europa y la Fe"

    “Digo pues, que hicieron su aparición contra la Iglesia los integrantes de un grupo de ricos inmorales que esperaban sacar ventaja de una ruptura general en la organización popular de la sociedad…Una clase poco numerosa, extremadamente rica, contaminada del ateísmo que se oculta siempre en la segura riqueza disfrutada durante largo tiempo, comenzaba a apropiarse en demasía de la tierra inglesa…es verdad que el monopolio absoluto del suelo y la opresión del pueblo por parte de los terratenientes es un procedimiento puramente protestante. Nada análogo sucedió ni podía haberse concebido en la Inglaterra de la pre-reforma…(esta oligarquía) comenzaba a inmiscuirse en la administración judicial, a reemplazar al pueblo en la legislación local y a suplantar apreciablemente al rey en la legislación central….rebelarse contra la Fe, que siempre ha mirado con reservas y ha restringido y reformado la tiranía de la riqueza”.

    (Hilaire Belloc. “Europa y la Fe” Ed Ciudadela).

    ResponderEliminar
  4. Donoso Cortes decía que Inglaterra no era una monarquía, sino una oligarquía representada monárquicamente y que, por ello mismo, fue el señuelo de todas las monarquías constitucionales. Y la monarquía constitucional no es mas que una "república coronada"

    ResponderEliminar
  5. El "mundo moderno" construído sobre el dinero y la herejía... y sobre la SANGRE de los mártires y del pueblo que se opuso al proceso revolucionario.

    El imperio británico, la plutocracia británica, asienta su poderío sobre la persecución anticatólica de los siglos XVI y XVII, sobre la sangre de los mártires cartujos, jesuitas...sobre la sangre de Tomás Moro, de Juan Fisher...millares y millares de mártires, la exclusión de los católicos de todos los cargos civiles y juridicamente, la pena de muerte para el sacerdote que celebrará la Misa en el territorio británico.

    A esa sangre, le podemos sumar la sangre y sudor de miles de niños explotados en la posterior revolución industrial de esa Inglaterra protestante. La sangre y sudor de los deportados a los continentes presídio, como Australia, por el único delito de ser pobre.
    Esta es la Inglaterra protestante y liberal que ha trasplantando su "cosmovisión" a su hijo, los protestantes y liberales E.E.U.U. En nuevo imperio mundial plutocrático que impone el liberalismo a todo el planeta.

    ResponderEliminar