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Lejos de toda remora puramente historicista, folclórica o romántica, el Duque de Aranjuez basó su intervención en temas de máxima actualidad, con el trazo de las líneas maestras del actual tablero político internacional y la acción que el tradicionalismo puede jugar en el mismo. Una intervención así es el mejor homenaje a su antecesor, SMC Carlos VII, Rey con una formación y visión política de auténtico estadista y con una devoción especial por las Españas americanas.
Don Sixto Enrique en sus palabras iniciales saludó y se dirigió a Monseñor Ignacio Barreiro, Director de la Oficina en Roma de Vida Humana Internacional y Capellán de Su Santidad, agradeciendo su apoyo a la tradición política, y destacando el importante papel y responsabilidad que el clero tiene en la contrarrevolución.
A continuación esbozó en su exposición una Confederación de naciones Hispánicas, mediante el redescrubimiento en nuestras naciones hermanas de lo que llama el "bautismo español" y el simultáneo redescubrimiento en la madre Patria de su vocación hispano-católica y la fuerza cultural "mediterránea" (la Civilización Romana, Ex Roma Lux). Una restauración de España en vistas de una misión universal de hacer frente a la concepción y lógica economicista anglo-sajona del mundo, hoy representada por los Estados Unidos. Ejemplificó Don Sixto la perversidad del N.O.M. con estas palabras: "Estados Unidos que pretende mandar en el mundo, está demostrando fallos económicos y éticos todavía peores. Este país que se permite asesinar a una nación como Iraq y pretende dar lecciones de ética y moral internacional".
Propuso la restauración de una Hispanidad política, que con la ayuda de la fuerza espíritual de la Santa Madre Iglesia pueda hacer frente a la decadencia atroz que sufre Occidente. Y como elemento canalizador de esta Hispanidad política defendió la Monarquía, destacando como de sus continuas presencias en Hispanoamérica el apellido Borbón ha sido unificador de la misma lucha tradicionalista, sin los incovenientes de una estatalidad caprichosa que en tantas ocasiones ha generado un nacionalismo vacuo entre los pueblos hispánicos de América.
Don Sixto a insistió sobre el papel estratégico y fundamental de Rusia, que ha pasado "de ser nuestro peor enemigo a poder ser un importante amigo y aliado" al descubrir sus raíces, tradiciones y vocación espiritual.
Una Tradición audaz, dinámica, "ejecutiva", que pueda dar una alternativa eficaz al mundo en la actual coyuntura; en este sentido afirmó que "el conservadurismo demuestra ser el peor enemigo de la tradición".
Don Sixto afirmó que llegará el momento en que nuestras patrias podrán y deberán reaccionar. Estamos entrando en un momento histórico muy interesante y difícil donde es necesaria esta tarea de reunir todo lo bueno y sano que queda en nuestras naciones, en torno a la tradición política de las Españas.
Fue especialmente emotiva la referencia al histórico "Volveré" de Carlos VII, que se hace presente en los carlistas que mantienen la lucha por la Tradición.
Discurso en los actos celebrados en Trieste el 17 de Julio de 2009. Fotos Aquí y Aquí
El lema del Carlismo –Dios, Patria, Fueros y Rey Legítimo–, que a algunos pudiera parecer antiguo o superado, sigue siendo en cambio la única Bandera de esperanza para un mundo que se desmorona. Así, frente al nihilismo del sedicente nuevo orden mundial globalizado, hoy tambaleante, sólo la instauración de todas las cosas en Cristo, por medio de poderes sometidos al orden ético que la Iglesia custodia, que conjuguen la libertad de los pueblos con la Tradición común de las Patrias, puede dar al mundo la paz