Os recuerdo que podéis pedir pegatinas de la campaña contra el laicismo, en defensa del Crucifijo, a juventudescarlistas@yahoo.es, por muy poco dinero. Ahora que empieza el curso es el momento de aumentar la presión. Nosotros debemos encabezar y dirigir la resistencia. Os animo a todos a participar en esta campaña; llenando institutos, calles y plazas...pueblos y ciudades con los adhesivos de la campaña. Las octavillas de la campaña se pueden pedir a: jtemadrid@carlismo.es
¡COLABORA! ¡ PIDE ADHESIVOS Y OCTAVILLAS! ¡ÚNETE A LA CAMPAÑA CONTRA EL LAICISMO!
Estoy con vosotros
ResponderEliminarFragmento de un artículo de J.A Ullate en EL BRIGANTE:
ResponderEliminarEjemplo práctico: La guerra contra el crucifijo viene de lejos. Más grima, sin embargo, que las hordas que se sulfuran ante la sagrada imagen me producen los hipócritas que pretenden conjurar el peligro diciendo que el Santo Cristo es un símbolo de nuestra cultura, igual que las Églogas de Virgilio o El Quijote… Igual que los luciferinos demuestran más fe en su odio que muchos cristianos en su tibieza, los lúgubres perseguidores del Crucifijo manifiestan mayor conciencia de las pretensiones divinas que éstos cobardes que pretenden salvarlo poniendo en sordina el escándalo de la Cruz. El crucifijo no es un símbolo de nuestra cultura, es el escandaloso y loco símbolo de un Dios-hombre, rey por derecho propio, muerto en el madero por los hombres. Fuera de ese escándalo y de esa locura no hay salvación para ningún alma, tampoco para los que la quieren expulsar de la vida pública. No, señores moderadamente cristianos, ahórrense una defensa del Crucifijo que significaría su negación más blasfema. El crucifijo debe estar en las escuelas, como en los hospitales, en las fábricas y en los hogares. Luchemos y pidamos que así sea. Y si perdemos, Dios sabe que será una derrota efímera y temporal. Pero si pensamos conservar el crucifijo a cualquier precio, habremos olvidado que Dios nos pide el buen combate, no el triunfo temporal. O sea, no será sólo un olvido, será una apostasía.
José Antonio Ullate Fabo
AGENCIA FARO
ResponderEliminarMadrid/Roma/Estrasburgo, 4 noviembre 2009.
El llamado "Tribunal Europeo de Derechos Humanos" de Estrasburgo lo ha puesto meridianamente claro: el Crucifijo, el instrumento de nuestra Redención y el símbolo de nuestra Fe y nuestra Civilización, es incompatible con los "derechos humanos" y con la Unión Europea. Ya lo sabíamos. La aberración (o entre aberración y estulticia) en que incurre la sentencia de dicho "tribunal" que hoy se ha conocido (que ordena al Estado italiano retirar los crucifijos de las aulas, además de pagar 5.000 euros por "daños morales" a la finlandesa Soile Lautsi, a instancias de la cual actúa la "corte europea") consiste en afirmar que la presencia del Crucifijo en las aulas es "una violación de los derechos de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones" y de "la libertad de religión de los alumnos".
Sin pararnos a explicar ahora que la "libertad de religión" sólo puede consistir en la libertad para profesar y practicar la Religión verdadera, y que los supuestos "derechos de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones" están limitados por la Verdad, por el orden público y por el bienestar y el derecho a la Salvación de los propios hijos (los padres caníbales, por ejemplo, no tienen derecho a "educar a sus hijos según sus convicciones"; los mahometanos o los herejes, a quienes protege y representa la Unión Europea, tampoco), desde la redacción de FARO esperamos que esta sentencia ayude que cesen en su adhesión entusiasta al Leviatán europeo los autoproclamados católicos que hasta el momento insistían en cerrar los ojos.
Grupos y publicaciones electrónicas carlistas han reaccionado ya, redoblando sus esfuerzos contra el laicismo y contra la Unión Europea y el Tratado de Lisboa. En los próximos días se espera un comunicado al respecto de la Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón, que FARO distribuirá en cuanto se haga público.