
Pero la situación es todavía peor en la Inglaterra reformada, porque el avasallamiento de los pobres se realiza aquí en frío, tranquila y ampliamente...El avasallamiento se llama aquí enclosures y dedica dos largos siglos a perfeccionarse. Estos enclosures consisten en la destrucción de la antigua comunidad rural católica y la expulsión de sus miembros, en beneficio de unos pocos, los squieres (hacendados) que se apoderan de todas las tierras. Todo ello se hace democrática, legal y cínicamente, porque los squires están "autorizados por la generosidad del parlamento" como escribe el historiador de Cambridge, Brogan. " Así el rico se hace cada vez más rico y el pobre más pobre" constatan los profesores de la Sorbona, Mousnier y Labrousse. Pero ¿qué hacer con los pobres? Muy sencillo: en cada parroquia reformada se les encierra en una "casa de trabajo" (workhouses), donde a menudo se establece el exceso, el de la miseria y la desesperación. Allí se irá a buscar a los niños de los pobres, de 6 a 8 años, cuando el maquinismo cobre auge, para ajustarlos a buen precio a los fafricantes, ávidos de mano de obra barata. También aquí la "emancipación" es efectiva e incluso total, pero sólo para los squires y fabricantes.
¿La situación en Escocia es diferente? No, con la salvedad de que el avasallamiento va con retraso, ya que el catolicismo resistió más tiempo (hasta 1560 aproximadamente). Hacia el año 1600 los que dominan no son ni los anglicanos, ni los luteranos, sino los calvinistas puritanos, que pretenden implantar una neo-servidumbre, dirigida especialmente a los obreros de las minas.
¿Y en Irlanda? Aquí es peor que en otros sitios, porque los irlandeses se obstinan en seguir siendo católicos, y como consecuencia sus dueños reformados ingleses no pondrán ningún obstáculo a la "emancipación". Los irlandeses son asesinados en masa...y los supervivientes expulsados de sus tierras, en beneficio de los colonos ingleses...
¿Es distinto en Suiza? Ciertamente, pues la firme resistencia de los cantones católicos de montaña-Suiza se encuentra rodeada por todas partes de regiones católicas-no permiten ninguna imprudencia. Sin embargo, si se exceptúa el cantón montañés protestante de Glaris, sólo los cantones católicos siguen practicando la democracia directa universal, la Landsgemeinde. Casi todos los cantones pasados a la Reforma caen bajo la autoridad de poderes tan oligárquicos como teocráticos, cuyo modelo es Ginebra. La asistencia al culto, atiborrado de sermones, día tras día, es obligatoria; las diversiones son las obligatorias del Estado; la comedia es prohibida, y la danza y el juego, incluso el juego de cartas. El siglo XVIII ginebrino será una larga sucesión de revueltas de los habitantes pobres contra la oligarquía. ¿Qué se puede hacer en este país, donde "la sonrisa era algo raro", como indica el profesor de la Sorbona, Pierre Moreau? A la oligarquía, que tenía todas las facilidades, no le faltaba más que una cosa: enriquecerse. Y secundariamente, ¿no sería agradable a Dios el éxito financiero, puesto que confirmaría la elección que hacía de un fiel un predestinado?.
En todos los países reformados, en los que no siempre se admitía la predestinación, sucedió lo mismo. El peso abrumador del conformismo teocrático no dejaba más que una escapatoria a los "emancipados": el enriquecimiento. Y la Reforma les dio todos los medios para conseguirlo, como jamás en la historia se había podido ver.
La Reforma empezó con un primer robo masivo, el de los bienes de la Iglesia, que hasta entonces estaban casi siempre al servicio de los pobres. Los jefes sociales de la Iglesia tienen ante ellos un enorme capital producido por siglos de donaciones y de trabajo del pueblo cristiano, o por siglos de dura e inteligente labor de las órdenes monásticas. En Inglaterra, por ejemplo, el robo de los bienes de la Iglesia llevó al poder a una nueva aristocracia que se aprovecho de esa operación, los Russell y los Cecil. Después vinieron los robos-igualmente masivos-de los bienes y del sudor de los pobres, en beneficio de los señores alemanes, de los squires o colonos ingleses, de sus equivalentes escoceses etc...Desde entonces, en todos los países de la Reforma, los "emancipados" tienen en sus manos las dos palancas del éxito económico: enormes capitales que, por dos veces, no les han costado nada, y una inagotable mano de obra a su servicio.
La Iglesia ante el reto de la historia. Jean Dumont. Ed Encuentro.
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El protestantismo es la causa directa de la actual secularización de Europa con la tesis luterana de separación naturaleza-Gracia.
ResponderEliminarY evidentemente está también en la raíz del capitalismo y por tanto de las plutocracias actuales, dominantes en el viejo continente.
La actual Europa nació con un tinte netamente anti católico, y hoy sólo estamos viviendo los útlimas consecuencias de todo este proceso.