(Fondo la trasera del ahora profanado Monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada. en la zona centro de Pamplona)
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El lema del Carlismo –Dios, Patria, Fueros y Rey Legítimo–, que a algunos pudiera parecer antiguo o superado, sigue siendo en cambio la única Bandera de esperanza para un mundo que se desmorona. Así, frente al nihilismo del sedicente nuevo orden mundial globalizado, hoy tambaleante, sólo la instauración de todas las cosas en Cristo, por medio de poderes sometidos al orden ético que la Iglesia custodia, que conjuguen la libertad de los pueblos con la Tradición común de las Patrias, puede dar al mundo la paz
Me ha emocionado en una reciente visita a Navarra contemplar los adhesivos carlistas por la capital del Viejo Reyno. En mi familia siempre hemos sido carlistas y hemos apoyado a Don Sixto. Otros, que eran octavistas y después de la regencia de Estella llegaron a compartir sus locales con los del partido carlista-eka.
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