jueves, 20 de octubre de 2011

El romanticismo: enfermedad del espíritu de hombres y pueblos

El romanticismo encuentra su alimento en la mitificación de algunas realidades históricas, proyectadas más allá y, si conviene, en contra de la pluralidad y complejidad de los hechos históricos mismos. El romanticismo aparece allí donde unos hombres sienten la imposibilidad de continuar la realidad, y asumirla, o de combatirla. En este sentido es una actitud arcaizante, signo de decadencia de una civilización.

El romanticismo consiste esencialmente en la sublimación de un fracaso no asumido. Se da preferentemente en aquellos pueblos que sienten la humillación de su decaimiento sin ser capaces de someterse o de rebelarse. La "rebeldía" romántica tiende a crear mitos de "grandeza" con aquellos hechos históricos que no se han asimilado.

Es una forma de impotencia disfrazada...en buena parte es el refugio de quienes añoraban el antiguo orden de cosas, pero estaban socialmente demasiado situados para querer, con voluntad firme, una auténtica restauración.

José Mª Alsina Roca "El Tradicionalismo Filosófico en España".

1 comentario:

  1. El romanticismo descansa sobre la falta de fondo, de cimientos, de un ethos consolidado, lo que incluye ya el germen del nihilismo.

    El romanticismo es una enfermedad que una vez que infecta a un pueblo lo destruye completamente, llevándolo al nihilismo. El sentimentalismo y el pesimismo existencial propios de este movimiento corrompe todo sólido fundamento.

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