Estas son las causas de esta "expansión de las naciones protestantes", en las que "rapidamente hizo aparición una clase bien considerada: la de los empresarios" y negociantes de dinero. Paulatinamente esta expansión irá dando a las naciones protestantes el dominio financiero, industrial y político del mundo...Como hemos visto, el objetivo religioso del protestantismo conlleva desde el origen una grave desviación social, que también es libre examen. De la elección religiosa puramente individual, que niega toda objetividad y, en cierto modo, las servidumbres de la tradición eclesial, se pasó muy pronto a la apropiación puramente privada, que rechaza la objetividad y las servidumbres de las viejas comunidades sociales de inspiración eclesial. Este pollo estaba en el huevo y, claro, en seguida rompió el cascarón. Fue la neo-servidumbre luterana en Alemania, la neo-servidumbre puritana en Escocia, los enclosures anglicano-puritanos. Las víctimas serán aquellas que, totalmente desprovistas de toda protección comunitaria católica, caigan en manos de los fabricantes de la famosa "expansión" protestante y a los que podían explotar, como nunca jamás lo fueron los antiguos esclavos. Y todo porque la flecha tiene que seguir su recorrido.
Luego la flecha avanzó un poco más. Se buscó y encontró al responsable de esta tremenda desgracia: era la religión, simple cobertura hipócrita de una vergonzosa mecánica social. Visto desde Alemania e Inglaterra, ciertamente no había equivocación: el pollo había salido del huevo. Pero una vez denunciada la religión, era preciso encontrar, a través de un nuevo libre examen, una mecánica capaz de animar una sociedad que fuera justa. Y se la encontró: fue la mecánica materialista marxista, que denuncia a la religión hasta en sus fundamentos, y que esclaviza al hombre posiblemente mucho más que la misma religión del libre examen: en la materia no palpita ningún corazón, ninguna caridad...
Pero, el mal nacido de la Reforma no es sólo eso. El libre examen protestante, en su inagotable fecundidad de herejía fundamental, o, si se prefiere, de libertad de espíritu que se engaña a sí mismo, ha disparado una flecha más mortal todavía, si ello es posible...Esta flecha ha surgido de una reacción definida por Henri Hauser como "el fariseísmo con frecuencia repugnante de las sociedades puritanas", calvinistas. Esta flecha ha surgido también de esa masa luterana, de la que Lucien Febvre dice que estaba "sometida a las coacciones, sufriendo sus rigores saludables, poseyendo también ella, en teoría, su libertad interior, pero incapaz de usarla" y que paralelamente poseía "su moralismo farisaico y timorato".
Esta flecha sigue siendo el libre examen, pero se ríe de sí misma. Un libre examen que se ha vuelto loco, que toma como objetivo no la Palabra ded Dios, sino a Sodoma y Gomorra. Que hace del sexo o de la droga su templo, y de la muerte su comunión. Y todo ello como compensación a aquella otra, que nacida del peso abrumador del conformismo teocrático, había lanzado la primera flecha salida del libre examen: la del dinero, que, por lo demás todavía sigue bien viva. Y en una liturgia dialéctica que aliena al hombre con un crecimiento acelerado de todos los "desmoronamientos" morales, también ellos "dioses creados".
Esta flecha también ha partido del frío. De las "sociedades de confianza", las más "avanzadas", integral o mayoritariamente protestantes. Suecia, Dinamarca, Holanda, Inglaterra, Estados Unidos. El antidogmatismo y el anticatolicismo están en auge por todo el mundo, generosamente financiados y animados por los más típicos grupos de presión del dinero y del movimiento cultural en poder de las sociedades protestantes.
El viento de locura que resulta de todo ello hace que se exalte por todos sitios el divorcio, la pornografía, la contracepción, el aborto, el "desmonoramiento" moral a causa de la droga y del erotismo. En una auténtica autodestrucción de las sociedades occidentales, infinitamente satisfechas de sí mismas y que reivindican brutalmente su legitimidad. El rechazo a la vida o su destrucción hacen de todo Occidente su reino. En todo Occidente la demografía ha caído por debajo de la tasa de la renovación de las generaciones. Así es en Suecia y en Inglaterra, en Francia y en Italia. Alemania ha caído incluso muy por debajo del "umbral de supervivencia", con una tasa de renovación de la población de un 0,6.
Pero las tímidas objeciones a las triunfantes Sodoma y Gomorra son barridas con un violento manotazo, como si se tratara de una agresión intolerable. El mapa religioso ya no es lo que habitualmente se cree: todos los países de Europa y de América del Norte pertenecen a la Reforma; esa Reforma que es la irrisión de sí misma y que tiene su propia muerte asegurada.
La Iglesia ante el reto de la historia. Jean Dumont. Ed Encuentro