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martes, 31 de agosto de 2010
Luz para la historia: Dos entrevistas especialmente recomendadas.
martes, 24 de agosto de 2010
S.A.R Don Sixto Enrique de Borbón y el proyecto geopolítico del carlismo.
Lejos de toda remora puramente historicista, folclórica o romántica, el Duque de Aranjuez basó su intervención en temas de máxima actualidad, con el trazo de las líneas maestras del actual tablero político internacional y la acción que el tradicionalismo puede jugar en el mismo. Una intervención así es el mejor homenaje a su antecesor, SMC Carlos VII, Rey con una formación y visión política de auténtico estadista y con una devoción especial por las Españas americanas.
Don Sixto Enrique en sus palabras iniciales saludó y se dirigió a Monseñor Ignacio Barreiro, Director de la Oficina en Roma de Vida Humana Internacional y Capellán de Su Santidad, agradeciendo su apoyo a la tradición política, y destacando el importante papel y responsabilidad que el clero tiene en la contrarrevolución.
A continuación esbozó en su exposición una Confederación de naciones Hispánicas, mediante el redescrubimiento en nuestras naciones hermanas de lo que llama el "bautismo español" y el simultáneo redescubrimiento en la madre Patria de su vocación hispano-católica y la fuerza cultural "mediterránea" (la Civilización Romana, Ex Roma Lux). Una restauración de España en vistas de una misión universal de hacer frente a la concepción y lógica economicista anglo-sajona del mundo, hoy representada por los Estados Unidos. Ejemplificó Don Sixto la perversidad del N.O.M. con estas palabras: "Estados Unidos que pretende mandar en el mundo, está demostrando fallos económicos y éticos todavía peores. Este país que se permite asesinar a una nación como Iraq y pretende dar lecciones de ética y moral internacional".
Propuso la restauración de una Hispanidad política, que con la ayuda de la fuerza espíritual de la Santa Madre Iglesia pueda hacer frente a la decadencia atroz que sufre Occidente. Y como elemento canalizador de esta Hispanidad política defendió la Monarquía, destacando como de sus continuas presencias en Hispanoamérica el apellido Borbón ha sido unificador de la misma lucha tradicionalista, sin los incovenientes de una estatalidad caprichosa que en tantas ocasiones ha generado un nacionalismo vacuo entre los pueblos hispánicos de América.
Don Sixto a insistió sobre el papel estratégico y fundamental de Rusia, que ha pasado "de ser nuestro peor enemigo a poder ser un importante amigo y aliado" al descubrir sus raíces, tradiciones y vocación espiritual.
Una Tradición audaz, dinámica, "ejecutiva", que pueda dar una alternativa eficaz al mundo en la actual coyuntura; en este sentido afirmó que "el conservadurismo demuestra ser el peor enemigo de la tradición".
Don Sixto afirmó que llegará el momento en que nuestras patrias podrán y deberán reaccionar. Estamos entrando en un momento histórico muy interesante y difícil donde es necesaria esta tarea de reunir todo lo bueno y sano que queda en nuestras naciones, en torno a la tradición política de las Españas.
Fue especialmente emotiva la referencia al histórico "Volveré" de Carlos VII, que se hace presente en los carlistas que mantienen la lucha por la Tradición.
Discurso en los actos celebrados en Trieste el 17 de Julio de 2009. Fotos Aquí y Aquí
lunes, 23 de agosto de 2010
La Monarquía representativa tradicional frente a la falsaria "república coronada" actual.
Porque defender el parlamentarismo monárquico contra el parlamentarismo republicano sin apelar para nada a la Momarquía representativa tradicional es tarea imposible, como lo demuestran evidentemente los doctores constitucionales cuando, por medio de un vulgar sofisma, procuaran hacer de la Monarquía histórica y la revolucionaria una misma institución, con el propósito de atribuir a la segunda las glorias y prestigios de la primera.
Pueden conseguir así efectos de momento entre la indocta masa liberal; pero la verdad no tarda en abrirse paso a través de las argucias y sutilezas, y concluye por ser objeto de mofa o desprecio el sofisma si lleva su temeridad hasta el punto de confundir en uno, según lo exigen y lo piden las necesidades de la polémica, el principio y el ser de la Monarquía cristiana y de la parlamentaria liberal. Un abismo las separa. Porque, mientras una reconoce y expresa de la manera más adecuada todos los atributos de la soberanía, la otra los mutila y divide, dándoles sujetos diferentes y sustituyendo la unidad, que los reduce al orden, con equilibrios y combinaciones que la convierten en máquina artificiosa y complicada, incapaz de excitar afectos ni de engendrar convicciones.
En el suelo feraz del derecho cristiano brotó el árbol de la Monarquía representativa e histórica; y cuando se desarrollo fecundando por la savía popular, bajo sus ramas frondosas comenzó a levantarse la nación, que de él recibió el ser; y de tal manera se confundieron en una de sus vidas, que la robustez y lozanía de la institución monárquica coincidió siempre con la grandeza nacional, y la ventura y prosperidad de la Patria fueron siempre en España florecimiento de la Monarquía y acrecentamiento del amor a la realeza.
Por eso la Monarquía española es sinónimo de Nación española. Y por modo tan maravilloso se identifican en un mismo ser social, que no se puede suprimir la Monarquía sin suprimir la historia nacional, y, por lo tanto, a la nación misma. Elemento esencial de la Patria son las tradiciones fundamentales; y siendo la Monarquía la primera tradición política, claramente se deduce que es parte esencial de la Patria, y que, por la fuerza de la lógica, los que se levantan contra la primera tienen que aborrecer la segunda.
(Juan Vázquez de Mella)
Artículo recomendado: Lignières, Eriador
viernes, 20 de agosto de 2010
José María Hinojosa Lasarte: Tradición política y Vanguardia artística.
José María Hinojosa Lasarte nació en Campillos el 17 de octubre de 1904. Fue un poeta carlista cuya vida está repleta de anécdotas e interesantísimas peripecias. Su cruel asesinato por los rojos lo condenó al más absoluto ostracismo. Hijo de labradores acomodados influyó mucho en él su piadosa y ejemplar madre, Asunción Lasarte Juárez, de ascendencia vizcaína. En la década de 1920 se mudan a la ciudad de Málaga. José María estudiará entonces en el Colegio San Fernando y con los jesuitas del Palo. La carrera de Derecho la hace, brillantemente, en Granada y luego en Madrid, donde en las tertulias del Café Gijón hace amistad con un grupo de jóvenes poetas que formarán después la llamada Generación del Veintisiete. En Madrid rechaza quedarse en la Residencia de Estudiantes por su carácter laicista. En Málaga se relaciona también con Manuel Altolaguirre y Emilio Prados; con ellos y con José María Souvirón funda la revista " Ambos" en 1923, precursora de"Litoral".
Fue notable su labor profesional como abogado, ejerciendo en un despacho propio en Málaga desde el que obtuvo destacados exitos en los tribunales. Defendía de modo desinteresado y voluntario a las gentes más humildes de su pueblo, Campillos. Uno de sus triunfos más importantes fue la absolución ante el Tribunal Supremo de varios vecinos de Campillos acusados injustamente de tenencia ilícita de armas durante los disturbios provocados por la huelga revolucionaria de 1934. También destacará como gestor técnico durante el periodo al frente de la Delegación del Gobierno en los Servicios Hidráulicos del Sur de España, llevando multitud de obras públicas, en una gestión impecable, a multitud de pueblos andaluces.
Tras el inicio del alzamiento cívico militar del 18 de julio contra los desmanes del Frente Popular nuevamente fue arbitrariamente detenido y posteriormente fusilado en la Prisión Provincial de Málaga junto con su padre, Salvador Hinojosa Carvajal, y su hermano, tras haber sido hechos prisioneros unos días antes; con ellos serán cruelmente torturadas y asesinadas otro medio centenar de personas, entre ellas un hermano de Altolaguirre.
La Diputación Provincial de Málaga lo nombró en 1998 Hijo Predilecto de la Provincia de Málaga.
Muchos de sus libros fueron ilustrados por Benjamín Palencia, Salvador Dalí, Bores o Moreno Villa. Algunos de ellos son:
Poema del campo (Madrid, 1925). Poesía de perfil (París, 1926). La Rosa de los vientos (Málaga, 1927). Orillas de la luz (Málaga, 1928). La flor de California (Madrid, 1928). La sangre en libertad (Málaga, 1931).
"SIEMPRE ELLA"
Precisamente porque estaba sola
tendida en una rama de la noche
no quise vadear el arco iris
para unir en un beso nuestras voces.
Ella guardaba dentro de sus ojos
una pareja de palomas blancas,
ella tenía dentro de sus párpados
la nieve derretida de sus lágrimas.
Esta noche de seda, cómo cruje
y se hace toda ecos, a mi paso,
ocultando en sus pliegues las palabras
que escapan sin querer de nuestros labios.
Precisamente porque estaba sola,
yo me había disuelto con el aire,
dejó volar aquel par de palomas.
(José Mª Hinojosa, Orillas de la luz, 1928)
"ERÓTICA IMPREVISTA"
Hundido entre juncales,
eludí la pasión
de la mujer sin carne.
Eludí la pasión,
dentro de mi ramaje
y sin quererlo yo.
Perdida entre arenales
la mujer, ya voló
mi carne con su carne.
"PASIÓN SIN LÍMITES"
Vuela mi corazón
unido con los pájaros
y deja entre los árboles
un invisible rastro
de alegría y de sangre.
Las gotas de rocío
se helaron en las manos
abiertas y floridas
de los enamorados
perdidos en la brisa.
Vuela mi corazón,
mi corazón atado
con cadenas de estrellas
a la sombra de un árbol
atado con cadenas
y con cantos de pájaros.
VIAJE CON REGRESO
Escondido en la luz,
mi cuerpo todo luz, difuminóse,
dejando un surco leve
abierto por la estela de la noche.
Nadie oye el ruido
de los pasos perdidos en tinieblas;
de mis pasos opacos
desmoronados sobre mi cabeza.
Ya preso entre paréntesis,
la luna acalla el ritmo de sus olas,
se desborda mi cuerpo
y mana espuma por sus cuencas rotas.
Cruzan de esquina a esquina
doce bustos de mármol patinado
de doce emperadores
que husmean en mi pecho esmerilado.
Busca a tientas mi mano
sus ojos y su mano de ceniza,
enlazada con yedra,
que flota sobre un agua sin aristas.
Mi cuerpo todo luz
cayó tendido en tierra calcinada
y brotaron de él
un manantial de luz y otro de escarcha.
(Orillas de la Luz)
miércoles, 18 de agosto de 2010
Ante la muerte de Carlos Hugo de Borbón Parma.
ANTE LA MUERTE DE CARLOS HUGO DE BORBÓN PARMA
Ha fallecido don Carlos Hugo de Borbón Parma. No es este el momento de recordar su nefanda defección, de tan trágicas consecuencias para la Causa de la legitimidad española. Que Dios misericordioso le haya perdonado.
S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón se encuentra naturalmente afectado por la muerte de su hermano Carlos Hugo, y ruega oraciones por su eterno descanso.
Don Sixto Enrique, Regente desde el fallecimiento de su padre el Rey Don Javier, ante la situación tan anómala y dolorosa que don Carlos Hugo creó, se condujo en todo momento con la prudencia pero también con la fortaleza que el caso requería. En diversas ocasiones, públicas unas, reservadas otras, ha recordado no sólo los fundamentos doctrinales del Carlismo, sino también los deberes de los miembros de la Dinastía. En particular, en una carta firmada en Trieste el 18 de julio de 2009, centenario de la muerte del Rey Carlos VII, requirió personalmente a sus sobrinos Don Carlos Javier y Don Jaime, hijos del finado, que declarasen si asumían los principios intangibles de la legitimidad española (recogidos en el Real Decreto promulgado por Don Alfonso Carlos el 23 de enero de 1936), u optaban por seguir los pasos de su padre.
En ese requerimiento, redactado con delicadeza y comprensión ante la dificultad que siempre supone desautorizar a un padre, les ofrecía que asumieran la plenitud de los derechos y obligaciones de la Dinastía Legítima, tras un período transitorio de formación bajo la supervisión de su tío. No es buena señal el silencio que ha seguido a tal comunicación, como tampoco lo es el matrimonio desigual anunciado por Don Carlos Javier, pues inhabilita a sus posibles descendientes para suceder en la Corona (Pragmática Sanción de Carlos III de 23 de marzo de 1776). Pero, en puridad, el ofrecimiento sigue abierto. Que Dios les ilumine y les consuele en estos graves momentos.
En Madrid, a 18 de agosto de 2010
domingo, 15 de agosto de 2010
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Presentación
ARTÍCULOS
Brigantaggio y legitimidad: Una perspectiva entre la historiografía y
la filosofía
por Giovanni Turco
DOSSIER
Introducción: «Los realistas americanos en las guerras de independencia»
Revolución e independencias. Del orden hispano-cristiano al desorden
republicano
por Juan Fernando Segovia
Los leales chilotes: El «exercito real de Chile» y la fidelidad insular 1812-1826
por Cristián Garay Vera
Huasos, frailes y soldados. El último bastión monarquista en la frontera
hispano-mapuche, 1818-1823
por Manuel Ramírez Espíndola
La cueca larga de los Pincheira. Un protocarlismo criollo
por José Manuel González
El «otro» bicentenario
por Miguel Ayuso
DOCUMENTOS
Presentación, por Juan Fernando Segovia
Catecismo Real Patriótico
RESEÑAS
FUEGO Y RAYA. Revista semestral hispanoamericana de historia y política
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Auzolan. La organización municipal libre y cooperativa en la tradición de Euscalerria.
“Auzolan” o “auzalan” (según el habla de la zona) es una antigua institución social, de carácter consuetudinario de las tierras de Euscalerria consistente en una cooperación mutua o aportación de trabajo desinteresado al servicio del pueblo mediante la prestación personal y también como una obligatoriedad de un trabajo socializado.
Es la reunión de vecinos en concejo abierto el que determina cuándo y por quiénes ha de efectuarse la prestación. Se ejerce el auzolan principalmente para la apertura y mantenimiento de caminos vecinales, para la construcción de iglesias u otros edificios públicos, para la ayuda en caso de necesidad de uno de los vecinos, etc. Puede decirse que hay dos tipos de auzolanes: auzolan andia o grande, y auzolan txikia o pequeño, según deban acudir los individuos designados por la comisión con carros o únicamente con azadas, picachones, guadañas, etc. En el mes de septiembre de cada año se hace el auzolan ordinario, y el extraordinario por la primavera. Una comisión de cada barrio es la encargada de comunicar a cada uno de los vecinos, el día, lugar u hora de la citación. El vecino que por alguna razón no pudiera acudir debía de mandar un sustituto. Esta prestación vecinal puede tener el carácter de obligatoria reciprocidad -"ordea" o expresa un movimiento de solidaridad gratuito en el caso de tratarse de servicios prestados a una viuda, un campesino enfermo o escaso de personal. A estos auzolanes contribuye también el municipio suministrando en dinero lo equivalente al rancho y dando los explosivos que hagan falta para romper rocas o piedras grandes, cuando el servicio es público; en caso de ser efectuado para un individuo o familia privados, éstos se comprometen a proporcionar el alimento del día y a corresponder a su debido turno. Una forma de esto último es la artaxuriketa. Relacionado extrechamente con esta institución se halla la vizcaína lorra, consistente en prestaciones de los vecinos en trabajo, materiales u otros efectos en casos de incendios, construcción de viviendas, falta de estiércol, desgracia, etc. La institucionalización del auzolan la vemos cristalizada en las cofradías administradoras de montes y tierras comunales.
Dicha institución encuentra su parangón, con matices propias y diferenciales, en otras instituciones del mundo hispánico, como por ejemplo la “andecha” del derecho consuetudinario asturiano y gallego; la “antozana”, exclusiva de la tradición Astur; o la “minga”, práctica cooperativa y de ayuda mutua de los distintos pueblos andinos. El campesinado católico irlandés también practica una cooperación llamada “coor” con muchos paralelismos. También las comunidades de Villa y Tierra de los Reinos de Castilla y Aragón contemplaban y aún mantienen instituciones análogas, sobre todo en el ámbito del usufructo, aprovechamiento y conservación de los bienes de propiedad colectiva.
Trabajo desinteresado, cooperativo, autogestionario, para el desarrollo social del pueblo, basado en viejas costumbres transmitidas de generación en generación se mantienen en un tiempo de individualismo exacerbado, legislacionismo escrito invasor de las libertades concretas y sociales para demostrar la posibilidad de una sociedad libre y verdaderamente autogestionada.
Son inmurables las obras hechas por este medio, entre otras caminos comunales, reforestación, restauración de edificiones comunales, construcción de las casas cuartel de la Guardia Civil, de murallas y puestos defensivos, etc. Asimismo son destacables las acciones destinadas a la asistencia social de los vecinos con necesidades económicas. Destacaremos especialmente, a título ejemplificativo, la construcción de tres iglesias. Una, en el s. XVI, de estilo gótico, en Vera de Bidasoa, Navarra, otra, la parroquia de Aya (Ataun), el año 1911-1913, de piedra arenisca, transportada en caballerías desde el monte Agaunza y en la que cada familia invirtió 80 días en esas faenas, y por último la iglesia nueva de Asiain, Olza, Navarra, comenzada a construir en 1966
La Taberna Errante, de G.K Chesterton: el sentido común contra los prohibicionismos.
La taberna errante” de G. K. Chesterton, aunque escrita hace tiempo, ha saltado de nuevo a la actualidad hasta convertirse en un libro de culto. El escritor británico llamado “el principe de las paradojas” desarrolla todas sus habilidades en esta novela de ficción. El autor situa la acción en Inglaterra y desde el primer instante nos traslada a la fábula: el país se halla bajo el dominio oriental ya que Turquía ha ganado la guerra; dirige el país un curioso predicador que ha impuesto la ley seca y el vegetarianismo, con la particularidad de que solamente se prohibe la venta de alcohol en las tabernas que no ostenten letrero indicador. Un capitán irlandés y un tabernero inglés se rebelan ante esta medida y rescatan un barril de ron, un queso y un letrero portátil, objetos con los que recorren Inglaterra acompañados de un simpático perro. Juntos se enfrentan a las autoridades y a otros curiosos personajes.
Con su estilo inconfundible Chesterton construye una novela divertidisima cuyos elementos son; el recurso a la paradoja, el cultivo de un humor inteligente y una fina sátira. La acción es abundante y da lugar a situaciones hilarantes, todas condimentadas con acertadas e incisivas reflexiones. Hay parábolas y metáforas ingeniosas junto a bellas descripciones.
El retrato psicológico de los protagonistas -en los que se puede hallar cierta similitud con Don Quijote y Sancho Panza- y del resto de personajes resulta magistral. El relato va cambiando de escenario constantemente y tiene un propósito claro: profundizar en una sana antropología, destacar la sociabilidad del honbre, su buen humor y la necesidad de la diversión, así como denunciar la superficialidad e incoherencia de algunas leyes. El libro es actual por su apelación al sentido común.
Una lectura adecuada para sonreir un poco ante estos tiempos de crisis.
“La taberna errante”
G. K. Chesterton
martes, 3 de agosto de 2010
El bien de España: la Monarquía Federativa, Católica, Social y Representativa.
VIENTOS DE UNIDAD
De aquí y de allá surgen propuestas de formar un bloque unitario para romper el bipartidismo, que nos quieren presentar como inevitable. Los argumentos que se esgrimen a tal efecto tienen una similitud asombrosa: cada una de las más o menos pequeñas formaciones políticas en desacuerdo con el sistema deben dejar sus peculiaridades -tildadas de “egoístas”- para defender una causa común, que cada uno de los convocantes concibe a su manera. Claman los de la España una, grande y libre por la unidad en la defensa del estado fuerte contra las autonomías; melosamente sugieren eclesiásticos que se unan los católicos contra la decadencia moral a favor de la ética y la religiosidad acorde con la dignidad de la persona; y la mente de muchos se subleva contra la opresión del totalitarismo constitucionalista.
Estos clamores a favor de un frente común surgen, a veces, de una espontánea e ingenua angustia ante el futuro del la sociedad en que vivimos. Otras veces no son tan ingenuos, porque, en el fondo, sólo pretenden engrosar las filas de una formación política preexistente que, con supuesto desinterés, se ofrece a capitanear un nuevo grupo unificado bajo su ideología camuflada de bien común.
Sea de ello lo que fuere, el carlismo no puede prestar oídos a semejantes planteamientos. Porque, si lo hiciera, se vería abocado a no defender nada. Los falangistas rechazan la vida social ajena a un estado que, a su modo de ver, tiene que ser “fuerte” y, encandilados por los mitos foráneos del caudillismo, se oponen a la monarquía tradicional española. “No queremos reyes idiotas”, dicen, presuponiendo que sus líderes son la encarnación de la inteligencia. Los demócrata-cristianos, los propios eclesiásticos y los eclesiales en general, prescinden de la patria y de cualquier preocupación política, que consideran ajeno al “fenómeno religioso” en que centran su interés. Consideran legítimas las aspiraciones de los separatismos y se conforman, en lo político, con oponerse a las leyes que conculcan la moral sexual natural y destruyen la familia. Y tanto unos como otros dejan de lado la unidad religiosa y la confesionalidad del estado, bien por principio, bien por táctica. A fin de cuentas, el denominador común de estas inconsistentes “derechas” que se oponen al PSOE es una nada doctrinal. Y para defender la vaciedad de principios y de programa, ahí está el PP. De nada sirve un nuevo partido.
Frente a las convocatorias para la unidad que pretenden defender un denominador común, la Comunión Tradicionalista propone la unidad en el mínimo común múltiplo. Es decir, propone la unidad que engloba, jerarquiza y da sentido a todas esas pretensiones de los afligidos grupos dentro del maravilloso orden político cristiano y español. La doctrina tradicional, cultivada por el carlismo, no es invención suya ni de autor alguno en particular; porque es la quintaesencia de la sabiduría política occidental, decantada a partir de mil experiencias reales y progresivamente sistematizada por innumerables filósofos y teólogos, bajo la atenta mirada de la Iglesia. De ese orden han bebido todas las ideologías revolucionarias, cuya novedad sólo ha consistido en negar partes de ese conjunto armónico, para sobrevalorar desnaturalizándolo alguno de sus aspectos. De ese orden también han desgajado las “derechas” sus idearios, no inmunes a las inspiraciones de la revolución
¿De qué sirve tratar de salvar sólo la unidad de la patria o su independencia; salvar sólo la familia o una parte selecta de la moralidad; salvar sólo la libertad de los individuos o las comunidades frente al estatismo? La nación a secas es compatible con el estatismo; la moral familiar no puede subsistir sin el apoyo de la sociedad; la libertad sin más conduce a la anarquía y todo ello sin Dios ¿qué más da?
A perro enfermo todo son pulgas. Gracias a la democracia nuestra sociedad ha entrado en fase agónica y sólo cabe preguntarse si morirá despiezada por los separatistas, si será deglutida de la avasalladora globalización o si será pasto del hormiguero islámico que crece en su interior. Razón tenía el Guerra cuando dijo que tras el cambio preconizado por el PSOE, a España no iba conocerla ni la madre que la parió: pronto no quedarán de ella sino piltrafas de un corrupto cadáver. De nada vale la listeza de curanderos que aplican cataplasmas y pomadas. La Comunión Tradicionalista entiende que sólo cabe ir a por todas, como a por todas va el PSOE en su afán corruptor de cuanto huela a orden cristiano. Por ello, y porque su honor le impide recurrir a engañosas tretas para ganar votos, nunca se fundirá con partido alguno que no reconozca la totalidad de los principios que ella sigue manteniendo. Lo cual no le ha impedido apoyar las acciones bien encaminadas que otros han organizado (bastante inútiles, por cierto), y no le impedirá emprender episódicas acciones comunes.