sábado, 13 de noviembre de 2010

En defensa de los Fueros para todos los pueblos de las Españas (II).

Otra objeción frecuentísima contra los fueros es decir que se oponen a la unidad nacional: "Os dirán que esto es ir contra la unidad nacional; os dirán que sin unidad nacional no hay gobierno posible, que la unidad es el progreso más notable y que la mayor conquista de los tiempos modernos, que la unidad es más necesaria que nunca ahora, cuando todas las naciones, ejemplos Italia y Alemania, tienden a las grandes concentraciones y a las grandes unidades".

Despues de haber expuesto así la objeción, el mismo Nocedal contesta ampliamente a ella: "¡Burla sangrienta! ¡Horrible sarcasmo! Eso dicen los que han destruído la unidad católica, la unidad moral, la unidad intelectual, la unidad política, la unidad social y económica...Destruyen todos los elementos, ciegan todas las fuentes de verdadera unidad social grande y fecunda, que no excluye la variedad secular e ingénita de varios organismos, despedazan y disuelven las sociedades, y quieren poner remedio al daño que hacen agarrotando, como fardos o líos, a los pueblos.

Cuando os digan y encarezcan las excelencias de la unidad, respondedles que la unidad no consiste en que todos tengamos la misma fisonomía, el mismo carácter, hábitos idénticos, un solo uniforme e igual manera de proceder y vivir; que si eso fuera unidad, y semajante unidad fuera necesaria, no habría sociedad política más perfecta, deseable y necesaria que el falansterio de Fourrier. Respondedles que una cosa es la unidad y otra la uniformidad, que el universo es uno y vario, que no hay en todo él dos cosas que la naturaleza haya hecho con la misma horma ni en el mismo molde; que no se concibe , sin embargo, más grande y maravillosa unidad; y que la unidad social y política de que tratamos es algo que está más alto, es algo más noble y poderoso de lo que ellos se imaginan. Decidles que con esa unidad contrahecha que ellos pregonan y procuran...se quebrantan , se rebajan y se rompen los verdaderos vínculos sociales, y los pueblos modernos visiblemente están dividiéndose, deshaciéndose y caminan y están próximos a la completa disolución. Decidles que, al contrario, nuestros antiguos reinos y condados...diseminados y diversos...a pesar de todos los motivos que mantenían y de todas las pasiones que fomentaban y ahondaban la desunión..., fueron venciendo todos los obstáculos, rectificando todos los yerros y caminando hacia la unión..., hasta que todos unidos entraron en Granada, a coronar con la expulsión de los moros la unidad de la Fe, la unidad de la Patria, con un altar, un cetro y una bandera, y la expléndida variedad de sus fueros y libertades"

(“El Tradicionalismo político español y la Ciencia hispana” de Marcial Solana. 1951)

En defensa de los Fueros para todos los pueblos de las Españas (I).

1 comentario:

  1. La réplica de Nocedal no puede ser más acertada. Contra la globalización defendamos las identidades hispánicas.

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