miércoles, 8 de febrero de 2012

La "sociedad de masas" del liberalismo y su falsa representación política

El esquema inicial de que partimos -sociedad política reducida a simple conjunto de individuos (assemblage, en el lenguaje de Sieyes) - es el presupuesto de la sociedad de masas y del Estado totalitario. Cuanto mayor sea esa "pulverización" o "masificación", y cuanto más va creciendo el proceso centralizador, tanto menos es posible hablar de representación.

En tal esquema, los intereses reales no pueden ser representados, pues éstos se encuentran en la familia, en la que cada uno vive, en la profesión que ejerce, en la comunidad local donde mora, y todas estas expresiones de la vida social desaparecen, en el plano representativo, restando sólo los individuos que, en su conjunto, constituyen el Pueblo soberano. Pero ese Pueblo es el "pueblo de administrados" de que nos hablaba Royer Collard, y los individuos son absorbidos cada vez más en el engranaje estatal. Con ocasión de manifestar su voluntad y escoger a sus representantes, son dirigidos por la máquina de la propaganda, y así la representación, en lugar de ser la comunicación de la sociedad con el poder, se torna la manipulación de la sociedad por el poder, esto es, por el Estado o por los detentadores de los medios de fabricar la opinión pública.

¿Quienes son éstos?

Responde por nosotros Marcel de Corte: "En las democracias denominadas liberales el poder es efectivamente ejercido por una pluralidad de grupos de presión ; en las democracias totalitarias o camino del totalitarismo, el poder es retenido por los miembros del Partido, por un gobierno colegial que reconoce las leyes bien simples de funcionamiento de este tipo artificial y sin misterio de "sociedad", o incluso por un gang de tecnócratas comandado por un jefe cuya autoridad no encuentra otra traba que el peso y la complejidad de la maquinaria estatal que le cabe poner en movimiento".

De ahí la decandencia de las instituciones representativas. Éstas sobreviven muchas veces de un modo puramente decorativo. En la sociedad de masas no hay gobierno representativo, ni representación de la sociedad ante el gobierno. Representación auténtica sólo es posible donde el pueblo organizado resista al rodillo compresor de la masificación.

Podemos, pues, concluir que:

1) La centralización operada en el Estado de partidos preparó el totalitarismo de Estado monopartidista.

2) La democracia representativa de base individualista no es adecuada para lograr la verdadera descentralización social.

3) La descentralización social puede ser mejor asegurada mediante la presencia activa de los cuerpos sociales junto al poder político, resguardando y haciendo valer sus intereses e inmunidades.

Finalmente, una palabra sobre el Estado corporativo en la modalidad fascista. Éste niega la descentralización social, y por consiguiente en él no puede existir representación de los grupos o cuerpos sociales autónomos, pues las corporaciones pasan a ser órganos del Estado. En tal caso, la organización corporativa viene de arriba hacia a abajo, impuesta y dirigida por el Estado, cuando la genuina representación se realiza desde la sociedad hacia el poder. No se confundan, por tanto, una sociedad donde existen cuerpos intermedios debidamente valorados y el corporativismo estatal, grosera corrupción, que aniquila las libertades de los grupos. En este caso, el Estado corporativo surge para organizar una sociedad de masas, en la que se da una pseudo-representación política mediante el partido único.

José Pedro Galvao de Sousa. La representación política.

6 comentarios:

  1. "Corporativismo se convirtió en una palabra comprometida y hasta desvalorizada por la corrupción del régimen corporativo. Igual ocurrió con la descentralización gremial, esto es, fundada en las agremiaciones profesionales o culturales de tipo corporativo (sindicatos, colegios profesionales, universidades). Es también muy importante la descentralización de base regional o local. No se trata aquí del Estado federal, que puede ser muy centralizador, sino del federalismo, en cuanto principio de formación social y de descentralización. En este sentido, el federalismo es expresión de la formación de las sociedades políticas, construidas de abajo a arriba y no planificadas artificialmente por el Estado. Lo opuesto al Estado totalitario es "la comunidad popular y la sociedad estatal construidas federalmente" E. Brubber. El federalismo implica el principio de subsidiariedad: reconocimiento de la actividad supletoria del Estado frente a la sociedad"

    Nota de pie de página en el texto de José Pedro Galvao de Sousa

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  2. "Porque de todo eso previno el Carlismo y contra todo eso luchó, armas al brazo sus soldados, ideas al término sus pensadores. No se les hizo caso a los carlistas. Se les creyó “cazadores de brujas”. Pero sus profecías –para ellos disparatadas, para nosotros tan lógicas y perceptibles como un teorema- se han cumplido hoy"

    Francisco Elías de Tejada en ¿Qué es el carlismo?

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  3. Es claro que el sistema partitocrático secuestra la verdadera representación social y coloca la política al servicio del capital y de los grupos financieros.

    El fascismo es una secuela del liberalismo, última consecuencia de este y desde su propia lógica centralizadora, totalitaria, uniformizadora...fascismo clásico o el totalitarismo moderno disfrazado de tecnocracia, a la postre plutocracia.

    Hay que saber distinguir, como enseña Vázquez de Mella , entre soberanía política y soberanía social; para evitar toda tiranía y totalitarismo moderno, el fascismo es una mera reacción "moderna" dentro de las coordenadas ideológicas surgidas de la revolución francesa.

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  4. Estoy de acuerdo con todo lo dicho. Creo esencial distinguir como hizo Su Santidad Pío XII, en un celebre mensaje, entre PUEBLO, que es sociedad organizada y MASA que es suma inorgánica de individuos.

    Creo que esto es la base y lo que distingue la comunidad tradicional del moderno liberalismo. Por lo que el único camino es la restauración de la Monarquía social y representativa tal como la concibe el carlismo.

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  5. No es del todo cierto que la organización corporativa fascista vaya de arriba abajo. Algo he leído del tema. El régimen fascista también reconocía a sindicatos y asociaciones previamente constituidos.

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  6. El Estado moderno es un síntesis de tiranía y de anarquía. Tiranía porqué desconoce el derecho natural y anarquía porque disuelve el "ethos" social destruyendo todas las Autoridades naturales (padre de familia, maestro, sacerdote) y a todas las sociedades intermedias infrasoberanas ( familia, municipio, comarca, universidad etc). El sufragio universal que representa a la masa (que no al pueblo o comunidad) es el reino del fraude y de la demagogia.El resultado no puede ser otro que el gobierno de una camarilla oculta que mediante la adulación y el engaño a la masa controle los todos los resortes del poder. Es la Plutocracia. Este sistema inorgánico secuestra la verdadera representatividad al servicio de la finanza apátrida.
    Este proceso, sólo ha sido posible al destruir todo el fundamento cultural y ético-moral de Occidente, mediante la gran fractura del protestantismo que en su dinámica secularizadora ha derivado a través de la "modernidad" y el liberalismo, en la devastación nihilista actual

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