sábado, 4 de enero de 2014

Celebración de la Toma de Granada por los Reyes Católicos

Presencia carlista

Ayer día 2 de enero volvieron a repicar durante todo el día, como todos los dos de enero desde aquel año 1492, los campanarios de todas las Iglesias de Granada en señal de júbilo por la liberación de la misma del dominio mahometano. 

La noticia de la Toma de Granada fue celebrada con festejos en toda Europa: en Roma se celebró una procesión de acción de gracias del colegio cardenalicio; en Nápoles se representaron dramas alegóricos de Jacopo Sannazaro, en los que Mahoma huía del león castellano; en la Catedral de San Pablo de Londres, Enrique VII de Inglaterra hizo leer una elogiosa proclama:

Este hecho acaba de ser consumado gracias a la valentía y a la devoción de Fernando e Isabel, soberanos de España que, para su eterna honra, han recuperado el grande y rico reino de Granada y tomado a los infieles la poderosa capital mora, de la cual los musulmanes eran dueños desde hacía siglos.

El ceremonial del Te Deum y tremolación del pendón de los Reyes Católicos se ha repetido siempre desde 1493, añadiéndose en los diversos años distintos actos conmemorativos y festivos: pirotecnia, corridas de toros, representaciones teatrales, bailes, etc.

Ni siquiera durante los peores periodos de la historia de España, con repúblicas laicas se puso en entredicho dicha conmemoración. Que con toda justicia traspasa su estricto ámbito local para extenderse gloriosamente sobre todo el universo hispánico.

Ayer tuvimos ocasión de asistir una vez más, junto a miles de granadinos y españoles de otras tierras, a la conmemoración de tan gloriosa fecha. Impecable desfile militar, con la banda de la Legión; traslado del Pendón con trajes de época escoltado por el Ejército hasta ese joya del gótico que es la Capilla Real donde reposan los restos de los Reyes Católicos, y de Juana I y Felipe I y donde se rezó un Te Deum; Santa Misa seguida con gran devoción por el pueblo granadino que copaba los bancos en al altar mayor de la Catedral (con la cobarde ausenica del Arzobispo y con una homilía que nos impresionó); y vuelta del pendón al ayuntamiento para ser tremolado de acuerdo con el ceremonial tradicional. Miles de granadinos, seguramente más de diez mil, llenaban la Plaza del Carmen. Los carlistas estabamos allí, como siempre lo estuvieron los carlistas del Reino de Granada, junto al pueblo, sin pretensiones partidistas: la Cruz de Borgoña en nuestras solapas y una bandera de España con el Sagrado Corazón entronizado y las leyendas "Reinaré en España. Viva Cristo Rey".
Propaganda carlista por las calles de Granada, muy cerca de la catedral

Hasta aquí el acto impecable. Pero desde hace unos años se ve alterada la normalidad con que se venía desarrollando. Empezó una autotitulada Junta Islámica de Granada a lanzar manifiestos en su día contra "los terroristas aragoneses, castellanos y navarros que acabaron con el reino nazarí". El pueblo de Granada ni caso. Sin embargo estas sandeces acabaron calando en unos grupúsculos terroristas de extrema izquierda e independentistas que empezaron a organizar un acto en la cercana plaza de Mariana Pineda para desde hace dos años irrumpir en la plaza del Carmen con el ánimo de reventar la tradicional celebración. El espectáculo vivido ayer fue vergonzante. Ya la irrupción el año pasado hizo que algunas personas, sobre todo mayores, prefiriesen no venir este año. Entre el público la indignación era general. "¿Dónde está la autoridad?" se preguntaba desconsolada la gente. Insultos a los presentes, ondear de banderas terroristas, consignas soeces, infames, antiespañolas... No respetaron ni la Marcha Real, ni el toque de oración a los muertos por España ni el himno de Granada. Las dotaciones de la UIP no hacían nada. Muchos de los reventadores iban embozados. 

Para rematar el esperpento otro grupo de guarros, estos de extrema derecha, hacian el contrapunto perfecto a los de la extrema izquierda. Haciendo una vez más su perfecto papel de fachas como tontos útiles del sistema para desprestigiar el patriotismo. No merecen más consideración que el silencio, y que la autoridad gubernativa haga su trabajo desalojándolos junto a los guarros de la extrema izquierda.

Por Granada, por España, por la Tradición Hispánica honor y gloria a los ínclitos Reyes Católicos.

Adhesivos carlistas junto a la Capilla Real de los Reyes Católicos

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