El Protestantismo
El protestantismo es el modulador
del mundo moderno. Fue el origen de las monarquías absolutas que aparecieron en
Europa al abrigo de su revuelta política, destruyendo la unidad orgánica de la
Comunidad Política, punto de arranque del leviatán del totalitario Estado
moderno. Fue el detonante de la
liberación religiosa y jurídica de la usura y la rapiña que dio origen a los
imperios bancarios y financieros de la plutocracia, su calvinismo fue la ética
del naciente capitalismo dando carta de naturaleza a la explotación económica y
al materialismo economicista. Fue caldo de cultivo del repugnante racismo
holandés y británico que se evidenció en sus colonias factorías, producto de su
predestinación religiosa. Colonización depredadora, imperialista y genocida.
Su fideísmo destruyó la síntesis armónica clásica de
Fe y Razón, que sustentaba la civilización levantada por la inteligencia católica
comunitaria. Pariendo el liberalismo y el modernismo, incubando el subjetivismo y
el relativismo social. Su puritanismo rigorista asfixió a los pueblos que
cayeron en sus garras, siendo padre del fariseísmo de la moralina burguesa moderna, derivando
en abismo directo hacia el nihilismo más disolvente en la posmodernidad. Fue
germen de la filosofía moderna desde su larvado nominalismo y su idealismo camino
de secularización y laicismo. Fue senda de todas las ideologías totalitarias:
marxismo y nazismo nacientes en las naciones de su suelo devastado. Fue el
destructor del ethos occidental y configuró la actual Europa laica y
plutocrática sobre las ruinas de la Cristiandad, a la cual dividió en honda
fractura histórica, religiosa y política. El error religioso llevó al error político y este al error económico.
Coloquios de Fuego y Raya en Madrid
En el marco, en esta ocasión, del
Rastrillo carlista de Adviento (PULSAR AQUÍ) organizado por el Círculo Cultural Antonio Molle
Lazo se reanudan los «Coloquios de Fuego y Raya», que tanto éxito tuvieron en
ediciones anteriores. El Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II invita al
séptimo (primero de este curso, D.m.), que tendrá lugar el día 17 de diciembre
de 2016, sábado, a las 19:30 horas (siete y media de la tarde), en sus locales
de Madrid, calle de José Abascal (antes del General Sanjurjo) 38, bajo
izquierda (Metro Alonso Cano o Gregorio Marañón, L-7; Iglesia, L-1).
A propósito de los dos últimos
libros (PULSAR AQUÍ) sobre el 500º aniversario de la mal llamada Reforma, publicados por
Marcial Pons y patrocinados por el Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II y
la Fundación Francisco Elías de Tejada dialogarán el profesor Miguel Ayuso
(coautor y editor de uno de los libros y traductor al español del otro), el
profesor José Miguel Gambra y el escritor y periodista Juan Manuel de Prada.
Fuego y Raya, revista semestral
hispanoamericana de historia y política (PULSAR AQUÍ) es una publicación del Consejo de
Estudios Hispánicos Felipe II, que evoca ya desde su título la gesta de Hernán
Cortés y Francisco Pizarro. Con los «Coloquios de Fuego y Raya» se pretende
ofrecer nuevos elementos de reflexión sobre la tradición hispánica y su papel
en el mundo actual.
LA VERDAD SOBRE LUTERO, por Juan
Manuel de Prada (PULSAR AQUÍ)
Las ideas no son inocentes, tienen sus consecuencias larvadas, que se derivan lógicamente de sus presupuestos, es cuestión de tiempo. El protestantismo llevaba implícito un germen disolvente y corrosivo que no tenía más que desarrollarse en la práctica. Su destrucción de la unidad religiosa, sus errores teológicos como la separación radical de naturaleza y Gracia, no tardarían en afectar a la filosofía, a la política y a la economía, en un encadenamiento letal sucesivo, produciendo una verdadera revolución cultural y social. El protestantismo es la primera gran revolución, tronco común de todas las demás, aunque con claros antecedentes en la gnosis, el judaísmo, el nominalismo etc, que convergen en esa primera gran revolución estructurada. Esa mal llamada Reforma, es el origen del actual Nuevo Orden Mundial, tiene en ellos todos sus principios incubados, su cascara religiosa se ha desprendido, quedando sólo sus manifestaciones sectarias, pero queda su esencia que lo envuelve todo. No es entendible el capitalismo, la democracia liberal, la modernidad sin anclar sus orígenes en el protestantismo, y su vehículo histórico Gran Bretaña y los EEUU. Los actuales males sociales concretos que padecemos: nihilismo, relativismo, ideología de género, individualismo, crisis social, económica y política, son sólo los coletazos finales de ese punto de arranque histórico. La Revolución tiene su propia lógica y sus tiempos. El propio catolicismo liberal no es más que una protestantización del mundo cultural católico en todas sus derivaciones: teológicas, eclesiales, litúrgicas, políticas etc.
ResponderEliminarSólo la claridad de ideas y el anclaje en la Tradición Católica puede dar un faro de luz. La Tradición frente a la modernidad. Esa en definitiva la única disyuntiva y la verdadera batalla, todo lo demás son cuentos.
No hay efectos sin causas. Y para sanar una enfermedad hay que buscar la causa que le da origen.
ResponderEliminarLa visión antropológica protestante tiene consecuencias políticas porque es la causa del absolutismo moderno. El pesimismo antropológico luterano está en la base del pensamiento que va desde Maquiavelo a Hobbes y es la base de todos los totalitarismos, generando el individualismo más disolvente por abajo y el totalitarismo por arriba. En una amalgama siniestra.
ResponderEliminarCon la eliminación del dualismo medieval entre política y religión, eliminando a la Iglesia Católica, Lutero somete el poder religioso al poder político. Eliminando el poder religioso, sólo queda el poder del príncipe, del gobernante de turno que no encuentra ninguna autoridad que se oponga a él, ningún límite a su soberanía, a su poder. El concepto de “soberanía” es el núcleo de todo totalitarismo; común al absolutismo, al liberalismo, marxismo, nazismo etc. La voluntad del poder sin cortapisas morales y éticas. Todas las teorías sobre la resistencia al tirano, e incluso la posibilidad del tiranicidio, que surgieron en la Edad Media católica desaparecieron dejando paso a la obediencia ciega a la voluntad del poder.
A nivel geopolítico los efectos de la Reforma fueron devastadores. No sólo causaron una ruptura en Europa que llevaron a casi dos siglos de guerras de religión, sino que dicha fractura acabó repercutiendo en todo el mundo, vista la penetración colonial que las potencias europeas tuvieron en todo el mundo.
“Bonita” e ilustrativa frase de Lutero animando a los príncipes alemanes “reformados” a exterminar la revuelta de los campesinos, es sólo el botón de muestra de esas ideas difundidas:
“Que nadie sienta hacia los campesinos testarudos, tercos y ciegos que no quieren atender a razones un poco de compasión; sino que los azote, los hiera, los degüelle y los mate como si fueran perros rabiosos…” (Martín Lutero, padre del protestantismo)
Lutero: una "idea loca" que ha evolucionado en herejía y cisma
ResponderEliminarpor Jorge Mario Bergoglio (FUTURO PAPA FRANCISCO) conferencia en Mendoza 1985 Extractos.
(…) El cisma calvinista afecta también a la sociedad, que resultará dividida. Como portadoras de salvación Calvino privilegia las clases burguesas. […] Esto implica y comporta un revolucionario menosprecio de los pueblos. Ya no hay ni pueblo ni nación, y, al contrario, se configura una internacional de la burguesía.
Con un anacronismo podríamos aplicar aquí la fórmula de Marx: "Burgueses de todo el mundo, uníos", despreciando cualquier significado de la nobleza de los pueblos. Con esta actitud Calvino es el verdadero padre del liberalismo, que ha sido un golpe político al corazón de los pueblos, a su modo de ser y de expresarse, a su cultura, a su manera de ser cívica, política, artística y religiosa.
Probablemente en el plano social esto es más evidente en la elaboración, primero de Hobbes (según el cual los hombres debían convivir por medio del engaño y de la fuerza, mientras que el Estado, "moderno Leviatán", existía sencillamente para tener a raya los egoísmos y evitar la anarquía, legitimando una lógica de dominio, dado que ya no había ninguna ley natural), y después de Locke, mucho más sofisticado, pero no menos cruel.
Hobbes reivindica el "poder" sin corazón, con una justificación absolutista y racionalista. Locke reviste todo esto con una "compostura civil" y busca redefinir la sociedad excluyendo al pueblo.
(…) En última instancia, el marxismo es el hijo obligado del liberalismo. (…)
De aquí nace lo que conocemos como el "rigor protestante". Éste propone signos de salvación diferentes de aquellos católicos –los que hemos citado antes–, y el signo es el trabajo acumulativo. Casi como si pretendiera identificar los frutos del trabajo con los signos de la salvación. Podríamos simplificarlo de manera caricatural con este axioma: "Serás salvado si adquieres la riqueza que se obtiene con el trabajo". Y he aquí plasmada la clase burguesa.
A partir del planteamiento luterano, si somos coherentes, quedan solamente dos posibilidades entre las cuales optar en el curso de la historia: o el hombre se disuelve en su angustia y ya no es nada (y es la consecuencia del existencialismo ateo), o bien el hombre, basándose en esa misma angustia y corrupción, da un salto en el vacío y se autodefine superhombre (es la opción de Nietzsche).
En el fondo Nietzsche regenera a Hobbes, en el sentido de que la "última ratio" del hombre es el poder. El dominio es posible solamente contra el amor, a partir de la contraposición, en el hombre, entre la razón y el corazón. Un tal poder, como "última ratio", implica la muerte de Dios. Se trata de un paganismo que, en los casos del nazismo y del marxismo, adquirirá formas organizadas en sistemas políticos.
La perspectiva luterana, porque se fundamenta en el divorcio mismo entre la fe y la religión (efectivamente, concibe la fe como la única salvación, y acusa a la religión –los actos de religión, la piedad, etc.– de ser una mera manipulación de Dios), genera divorcio y cisma; comporta toda clase de individualismos que, en el plano social, afirman su hegemonía.
Toda hegemonía, tanto religiosa, política, social o espiritual, encuentra aquí su origen.
Pío XII:
ResponderEliminar“En estos últimos siglos… quisieron la naturaleza sin gracia… Cristo sí y la Iglesia no (Revolución humanista y protestante)… después Dios sí y Cristo no (Revolución liberal)… Al fin, el grito impío: Dios ha muerto (Revolución comunista)”
La Cristiandad tenia estos cuatro elementos: Dios, Cristo, Iglesia, Gracia…que las sucesivas Revoluciones han ido eliminando. El humanismo naturalista eliminó la Gracia, el protestantismo a la Iglesia, el liberalismo masónico a Cristo y el materialismo marxista a Dios. Todo un proceso encadenado de destrucción que a la postre deja la NADA.
Decía Belloc en la introducción que dedicó a Chesterton en “Así ocurrió la Reforma”:
ResponderEliminar“(La reforma) no fue el incendio intencional de un noble edificio; menos aún la meritoria demolición de uno innoble. Se pareció más a un gran fuego destructor encendido por hombres que habitaban una casa y que, empeñados en un experimento violento que requería el uso de llamas, se hallaban demasiado excitados para percibir el riesgo que corrían. El experimento se realizó mal, y la mitad de las habitaciones de la casa resultaron quemadas hasta sus cimientos, y las demás se salvaron, pero chamuscadas y ennegrecidas”.
Eso fue el protestantismo: una herejía que, como confesión religiosa se encuentra en clara extinción pero que engendró una cultura que hoy domina la sociedad. Dio origen al individualismo, al subjetivismo, y al relativismo actual. A la Modernidad.
Al anónimo que cita a Pió XII: a esas cuatro Revoluciones que cita, hay que añadir una quinta, que es en la que nos encontramos hoy, que una vez que se ha intentado destruir los cuatro elementos: Gracia, Iglesia, Cristo y Dios. Ataca al quinto que es el Orden Natural, es la Revolución que intenta destruir la propia naturaleza humana, e impone la ideología de genero, el aberrosexualismo, homosexualidad, aborto...es el ataque final al propio Orden Natural una vez que el Orden Sobrenatural, su baluarte ha sido arrinconado. Esta última Revolución muestra su odio a la Creación, la obra de Dios, la propia naturaleza. Su origen ya esta también en el luteranismo con su negación de la Ley Natural, la separación de naturaleza y Gracia, el pesimismo antropológico, la negación de la razón humana y de la metafísica etc.
ResponderEliminarEs el asalto final, eliminada la Gracia, la Iglesia, Cristo y Dios, el ataque al mero Orden Natural es el ataque y eliminación del propio hombre. Fase destructiva de esta postmodernidad disolvente y nihilista. Lutero es en este proceso un hito fundamental que articula todo el proceso. La eliminación de la Iglesia por el protestantismo elimina el solido baluarte de la Civilización, de la Razón y de la Fe. De ahí la importancia destructiva del protestantismo y del "catolicismo liberal" que es la protestantización y "ficción del catolicismo" en palabras del padre Leonardo Castellani.
Si el camino fue destruir la Tradición Católica, la solución no puede ser otra que volver a recuperar la Tradición Católica.
ResponderEliminarEl Carlismo es el único movimiento político, la única doctrina que se sustenta íntegramente en esa la Tradición Católica por lo que se convierte de facto en la única solución al sistema liberal dominante.
Ángela Pellicciari: ‘Lutero bendijo la creación de un poder absoluto’:
ResponderEliminarhttp://infovaticana.com/2016/10/24/lutero-dominado-odio-desmantelo-la-iglesia-construirse/
Muy interesante sobre el significado de Lutero y del protestantismo.