jueves, 14 de enero de 2016

Catalanismo contra separatismo

Tomàs Caylà i Grau, jefe regional de la Comunión Tradicionalista y Delegado Regio en el Principado de Cataluña fue ejemplo acabado de fidelidad católica y patriótica. Catalanista auténtico, defensor de la lengua, el Derecho y las Cortes propias de Cataluña tuvo muy claro que la deriva separatista era una traición a la verdadera Cataluña.

SEPARATISME NO

Revista JOVENTUT, Nº 6

En els actuals i difícils moments polítics en que es troba Espanya, amb el gran nombre de problemes que la post-guerra va plantejant i sobre tot amb el greu conflicte català, ens cal a tots els espanyols i especialment als catalans conservar la serenitat, per no portar les discussions i els idealismes per terrenys escabrosos amb equivocades actuacions i amb perilloses estridències.

    Es per això que nosaltres, pertanyents a un partit polític en qual programa hi va compresa l’obtenció d’una autonomia política plena per nostra catalana terra i quals treballs a son favor no poden negar-se, perquè per tan nobles ideals ha donat la sang de sos partidaris en els camps de batalla, hem de fer notar la improcedència de certes afirmacions separatistes que en un entrefilet de son últim número fa el setmanari nacionalista de nostra ciutat.

   No és pas el partidisme, sinó nostre gran amor a Catalunya, el que ens mou a fer tals afirmacions, perquè ens dol en l’ànima el veure que la gran i noble causa de Catalunya, què és la d’Espanya, és convertida en una culpable campanya separatista que de tenir realitat sols serviria per a entregar a nostra tan volguda terra en mans de l’Estat més centralista d’Europa.

    Cal que els que tal campanya emprenguin es capacitin de la greu responsabilitat que contreuen, doncs a més de contribuir al desviament de les masses catalanistes, omplen de recel i , allunyen de son costat als mateixos catalans, a la vegada que fan odiosa la causa de Catalunya als habitants de les demés regions espanyoles.

    Nosaltres creiem que l’entrefilet de Pàtria no obeeix al modo de pensar del confrare, i que ha estat escrit en uns moments de patriòtica exaltació, que de tots modos és sempre culpable, quan, com en el cas present, pot causar greus perjudicis a la causa que es defensa, i ho creiem encara més després de les terminants afirmacions del senyor Cambó declarant separats espiritualment del partit nacionalista als que donguesin cabuda a sentiments separatistes, doncs no volem creure que dit partit fes unes afirmacions i una campanya contraposada a Catalunya.

    Si així no fos, si la campanya iniciada per Pàtria continua, nosaltres considerarem al mentat setmanari com a enemic de Catalunya, i no podrem col.laborar amb sos elements per la causa de nostra pàtria perquè hi ha punts, i un dels tals és el del separatisme, en que no és possible la transacció.

    Enfront del “Visca Catalunya independent” símbol del separatisme, hi posarem sempre el de “Visca Catalunya espanyola”, disposats a defensar-lo en lo que necessari sigui en tots els terrenys, perquè no volem que els centralistes adquireixin el més mínim dret per a intervenir en sa defença dintre casa nostra

miércoles, 13 de enero de 2016

El Carlismo y el nacionalismo antitéticos

NO PUBLICADO...en su "libertad de expresión"...pulsa en la imagen

A los medios del sistema, cada vez más escorados hacia el liberalismo tópico y anquilosado, ha regresado en los últimos tiempos con fuerza el hábito de intentar hacer pasar a los separatismos regionales por herederos del Carlismo. Cuando lo cierto es que esos separatismos, esos nacionalismos, no son sino formas del mismo liberalismo jacobino que algunos falsos españolistas predican; que históricamente heredan, además, al liberalismo decimonónico en su integridad; y que el Carlismo no tiene herederos, porque aquí sigue, como Carlismo, sin adoptar otras formas imposibles. Hostil a todo nacionalismo, hostil a todo separatismo, defensor siempre de la unidad católica de España y de las Españas grandes.

La inacabable tragicomedia política que sufre Cataluña (y con ella, el resto de España), llamada muy incorrectamente "proceso soberanista" o "constituyente" (o, simplemente, "el procés") sirve de excusa para que unos pocos intoxicadores, más unos cuantos perezosos e ignorantes que los imitan, vuelvan a citar una y otra vez al Carlismo como antecesor del nacionalismo catalán (anticatalán, en realidad). Cuando la verdad es, de nuevo, exactamente la contraria. No está de más recordar que la única unidad combatiente catalana bajo la bandera de las cuatro barras (que Cataluña comparte con Aragón, a cuya Corona pertenece el Principado catalán) en la Cruzada de 1936-1939 luchaba en el bando nacional: el laureado Tercio de Requetés de Nuestra Señora de Montserrat, contra los rojos y contra los separatistas de la falsa Generalitat de entonces. Rojos y separatistas de entonces, estos sí antecesores de la CUP y de "Junts pel Sí", que persiguieron y asesinaron a centenares de carlistas catalanes. Hoy las líneas siguen siendo las mismas, y el Carlismo permanece enemigo de la falsa Generalitat de ahora (aspira a restaurar la verdadera Generalidad del Principado de Cataluña y los fueros de éste) y de sus secuaces. (Agencia Faro)

viernes, 18 de diciembre de 2015

La Comunión Tradicionalista ante las elecciones del 20 de diciembre de 2015

La Comunión Tradicionalista ante las elecciones del 20 de diciembre de 2015

La triste farsa de las elecciones generales se repite en España este domingo 20 de diciembre. Los medios y los partidos políticos del régimen se esfuerzan por arrastrar a las urnas a cuantos votantes puedan: lo cual puede servir de indicación a los españoles responsables.

No hay una sola candidatura católica. Ni una sola defensora de la verdadera España. Ni una cuyos integrantes proporcionen siquiera el atisbo de una mejoría en las tristes circunstancias de nuestra Patria.

Tampoco existe el deber moral de ejercer el voto, por más que algunos así lo prediquen. Hay otras formas de hacer política, verdadera política, que no pasan por los espejismos electorales. En ellas estamos empeñados los tradicionalistas. Sin que excluyamos volver a presentar candidaturas en el futuro: pero sólo como un instrumento más en la reconstrucción de España y de sus regiones, una reconstrucción que conducirá necesariamente a la desaparición de los partidos políticos, de los candidatos irresponsables y del sufragio universal inorgánico.

¿Cuál será el resultado de estas próximas elecciones? Las variables han aumentado por la presencia de (supuestamente) nuevos partidos y candidatos respaldados por gran ruido mediático. Entre los que hay revolucionarios de salón, o de aula, que buscan su oportunidad, y oportunistas varios que buscan incorporarse a la casta del régimen oligárquico vigente. Cabe incluso en lo posible que ese resultado sea indeciso e inestable, y que pronto vuelvan a ser convocados los españoles a las urnas.

En ese momento, quizá (sólo quizá) aparezcan candidaturas tradicionalistas. La mejor preparación para ello será una gran abstención en estas elecciones generales. Rechacemos la farsa.

En varias localidades españolas se celebran también este domingo elecciones a juntas vecinales. A éstas, en cambio, animamos a la participación, para evitar la desaparición de instituciones tradicionales verdaderamente representativas.

Madrid, diciembre de 2015
--
Secretaría Política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón
Comunión Tradicionalista
Apartado de Correos 50.571
E-28080 Madrid

http://www.carlismo.es/

jueves, 12 de noviembre de 2015

Política católica e ideologías. Monarquía, tecnocracia y democracias

Política católica e ideologías. Monarquía, tecnocracia y democracias

Un nuevo libro se une a los ya publicados por el sello Itinerarios, una iniciativa del Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II, creado por el polígrafo Francisco Elías de Tejada, refundado por el jurista Juan Vallet de Goytisolo y que preside en la actualidad el profesor Miguel Ayuso.

Política católica e ideologías. Monarquía, tecnocracia y democracias, segundo volumen de la colección «Verbo», reúne las actas de las L y LII Reuniones de amigos de la Ciudad Católica, convocadas por la Fundación Speiro —editora de la revista Verbo— con la colaboración del Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II, y celebradas en la Universidad Antonio de Nebrija de Madrid, respectivamente los días 20 de abril de 2013 y 11 de abril de 2015. La edición ha corrido a cargo del citado profesor Ayuso, de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid.

Obra de un grupo de investigadores experimentados y cohesionados, constituye una aproximación orgánica al problema de la política católica en el laberinto de las ideologías. En una primera parte aborda la cuestión de las democracias (así, en plural) modernas, de la representativa a la «neocorporativa» pasando por la deliberativa, y su contrapunto de la tecnocracia. La segunda contrasta el impacto que la democracia ha producido en la monarquía, hasta el punto de hacerla irreconocible. Al tiempo que hace emerger su verdadero rostro en la conexión con el poder legítimo, completado por el papel en la historia de España y la teología de la historia.

Los autores son los profesores Miguel Ayuso (Madrid), Javier Barraycoa (Barcelona), Danilo Castellano (Údine), Bernard Dumont (París), Dalmacio Negro (Madrid), John Rao (Nueva York), Juan Fernando Segovia (Mendoza), José Antonio Ullate (Pamplona) y Felipe Widow (Santiago de Chile).

AA.VV. (Ayuso, Miguel, ed.), Política católica e ideologías. Monarquía, tecnocracia y democracias. Itinerarios, Madrid 2015. Colección Verbo. 21,5 x 13,5 cm. 252 páginas. ISBN 978-84-931265-2-0. Depósito Legal M-24.817-2015.
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Otros títulos de Itinerarios:
AA. VV., A los 175 años del Carlismo. Una revisión de la tradición política hispánica, 2011.
José Pancorvo, Boinas rojas a Jerusalén, 2011.
AA. VV., El bien común, 2013.
AA.VV., Iglesia y política. Cambiar de paradigma, 2013.
AA.VV., La «res publica christiana» como problema político, 2014.

viernes, 16 de octubre de 2015

Cena de Cristo Rey 2015, del tradicionalismo hispánico

La revolución española no es más que uno de los cuerpos del grande ejército de la revolución cosmopolita. El principio esencial de ésta es una soberana negación de Dios en la gobernación de las cosas del mundo; el fin a que tiende, la subversión completa de las bases, hijas del cristianismo, sobre las cuales se asienta y afirma la humana sociedad.
No hay potestad legítima en el mundo que no esté amenazada en sus derechos; amenazadas están en todos los pueblos la paz, la justicia, la civilización cristiana y la libertad verdadera.
Por eso levanto hoy mi voz ante Dios, ante las potestades legítimas, ante el pueblo español. Y ruego al pueblo español, con quien estoy identificado por mi sangre, por mis ideas, por mis sentimientos y hasta por comunes dolores, que tenga confianza en mí, como yo la tengo en él. Por la memoria de nuestros padres y por la salvación de nuestros hijos, cumplirá ese hidalgo pueblo con su deber, y yo cumpliré con el mío.
Protesta de S.M.C. Don Carlos VII contra Amadeo de Saboya. 8 de diciembre de 1870
Cena de la festividad de Cristo Rey
Organizada por el Círculo Cultural Antonio Molle Lazo (de la Comunión Tradicionalista) tendrá lugar en Madrid, D.m., el 31 de octubre a las 21:00, en el restaurante PAOLO situado entre las calles General Rodrigo 3 y Julián Romea 10.
A los postres intervendrán:
Ana Calzada 
Antonio Capellán de la Riva
Miguel Ayuso
 Reservas:
Correo electrónico
Teléfono 622796664

lunes, 12 de octubre de 2015

Día de la Hispanidad, Nuestra Señora la Virgen del Pilar, en Barcelona

 Presencia de las Juventudes de la Comunión Tradicionalista, en la Marcha patriótica por la Hispanidad en Barcelona, este 12 de Octubre, Fiesta de Nuestra Señora la Virgen del Pilar. Plaza Cataluña. Cataluña resiste al nazionalismo.
Con el boicot de los partidos políticos y "asociaciones" (financiadas por estos) constitucionalistas; con la tremenda campaña de desinformación, intoxicación y manipulación de las instituciones y medios de comunicación controlados por el sistema; sin medios económicos, más que la decidida militancia de voluntarios que difundieron una humilde propaganda. Pese a todas estas circunstancias adversas decenas de miles de catalanes de forma natural y espontánea llenaron el centro de Barcelona desde primeras horas del día 12 de octubre. Al tiempo muchos balcones se engalanaban con los colores rojo y gualda, desafiando las amenazas y violencia de la extrema izquierda, okupa y proetarra, que tiene vía libre en Cataluña. La campaña del Goliath del sistema contra el 12-O pudo hacer algo de mella. Sirva como anécdota como muchos parroquianos de una céntrica casa de comidas barcelonesa, de ambiente rugbístico, en la que se improvisó una comida de algunos tradicionalistas se mostraron contrariados al comprobar a la llegada de estos con sus banderas que la concentración del 12-O sí se había realizado. La gran mayoría de los presentes hubiese querido asistir, pero por la campaña de los medios de comunicación pensaron que este año no se realizaba. 
Desde la insigne casa de La Pedrera, obra del tradicionalista Gaudí que posee elementos de honda significación religiosa hoy día ocultados por las guías oficiales, descendió por el Paseo de Gracia una marea de banderas catalanas y españolas, junto a una notable presencia de Cruces de San Andrés o de San Jorge. Diversos grupos de tradicionalistas participaron en la marcha desde distintas alturas, desde el principio hasta el final, con un grupo mayoritario en la pancarta de SOMATEMPS. Fueron muchísimos los catalanes que se quisieron fotografiar con las Cruces de San Andrés, las boinas rojas o una preciosa imagen del Inmaculado Corazón de María portado por unos tradicionalsitas del Baix Ebre. Muchos catalanes entonaban canciones carlistas, daban vivas a Cristo Rey (de lo que se han hecho eco diversas crónicas de diferentes periódicos y medios digitales) o evocaban la existencia de algún antecedente familiar carlista en su familia. También recibieron el afectuoso saludo de muchos concejales de Plataforma per Catalunya que organizaron una muy vistosa y colorista comitiva. Diversos medios de comunicación entrevistaron a varios jóvenes tradicionalistas. Llegando a la Plaza de Cataluña algunos tradicionalistas aprovecharon para tomar un café en el mítico Navarra, fundado, como recordó su actual gerente, por los requetés de la Vª de Navarra que liberaron Barcelona el 27 de marzo y que siempre fue punto habitual de reunión y tertulia carlista. 
En Plaza Cataluña otros tradicionalistas atendían los puestos de venta del cómic "Cataluña. La Historia" tanto en su versión en catalán como en castellano. Uno de sus autores, Manuel Acosta, no daba abasto para firmar tantas dedicatorias. Los discursos de Plaza Cataluña tuvieron un valor muy desigual, pero la intervención, vibrante de Javier Barraycoa fue sin duda la más celebrada y aplaudida. Una arenga sin medias tintas, dejando en evidencia a separadores y a separatistas, fundamentada en firmes argumentos de derecho natural, realizando un llamamiento a la resistencia a la tiranía y avisando que esta masa del pueblo catalán que se congregaba en Plaza Cataluña era el verdadero enemigo de Artur Más y de los nazionalistas, y no el gobierno cipayo y aliado de la devastación separatista de Madrid. Ideas fuerza que Josep Alsina, presidente de Somatemps, se encargó de subrayar en su discurso de cierre del acto, en lengua catalana. La interpretación de la Marcha Real fue el colofón de la parte más reivindicativa del acto. Tras este diversas asociaciones culturales de hispanoamericanos en Cataluña interpretaron muestras de folclore indígena, mestizo y criollo en la Plaza Cataluña hasta las 15 horas que fueron muy aplaudidas por el público que aún se mantenía en Plaza Cataluña con sus banderas catalanas y españolas y que siguieron dando colorido a todo el centro de Barcelona en terrazas, bares y restaurantes. La presencia de tantas asociaciones de hispanoamericanos indígenes de Cataluña sirve por si misma de mentis a las imbéciles declaraciones de la "pájara" que Barcelona sufre como alcaldesa al hablar, ni mas ni menos, que de celebración "de genocidio".. Quizás por eso en los territorios de la antigua Monarquía Hispánica hay 80 millones de indígenas americanos, asiáticos o africanos, muchos de cuales residen en España y no pocos en Cataluña manteniendo su cultura, costumbres e incluso lenguas gracias a la escritura que trajeron los evangelizadores españoles.
Por la tarde algunos tradicionalistas estuvieron en la presentación del libro "Cuándo éramos invencibles" con las ilustraciones del pintor catalán de estirpe carlista, y trasterrado de su tierra como otros miles de catalanes cuyo arte no es agradable al establishment nazionalista, Agusto Ferrer Dalmau y en la Santa Misa según el rito romano tradicional donde como en muchas parroquías y capillas de Barcelona se veneró a la Santísima Virgen del Pilar.
 ¡¡¡CATALANITAT ES HISPANITAT!!!
¡¡¡BARCELONA CAPITAL DE LA HISPANITAT!!!
¡¡¡VISCA CATALUNYA, VISCA ESPANYA, VISCA LA HISPANITAT!!!

viernes, 2 de octubre de 2015

La verdad de Carlos Hugo...un hombre contra el carlismo (en diez breves puntos)


1. Durante su juventud estuvo totalmente apartado de la Causa carlista, hasta que vio en el Carlismo un movimiento popular que podía ser un buen vehículo para sus ambiciones personales. 

2. Cuando llegó al Carlismo desplazó a Fal Conde y a sus colaboradores de la jefatura delegado con el fin de acercar el Carlismo a Franco, pues tenía todas sus esperanzas en ser sucesor de Franco en oposición a Juan Carlos. Llegó incluso a ofrecer la jefatura delegada a Blas Piñar, que nunca fue miembro de la Comunión Tradicionalista y que representaba la línea más radical del franquismo. Por el expreso deseo de Carlos Hugo se inicia un periodo de colaboración con el Régimen y se abandona la recia intransigencia antifranquista del carlismo mantenida desde la posguerra. 

3. Su discurso de entonces era el de ser el "príncipe de la Cruzada", para lo cual las revistas sobre las que directamente influía el ex-príncipe Carlos Hugo eran prácticamente monográficos del esfuerzo de los requetés durante la Cruzada y vertían enormes críticas contra cualquier pequeño atisbo de libertad religiosa. Se llegaba a señalar que la libertad religiosa era "una traición a los muertos de la Cruzada y la pérdida de la unidad nacional".

4. Cuando Franco se decantó por Juan Carlos, Carlos Hugo comenzó a tantear otras posibilidades de actuación política, esta vez hacia la izquierda. Situación a la que coadyuvaba el cambio producido por el Concilio Vaticano II y la traición de muchos clérigos como el Padre Juncosa S.J, pasados al modernismo progresista de moda y que influyeron en el alocado y demagógico principe.

5. La situación fue usada por determinados elementos izquierdistas para aprovecharse de la relativa tolerancia con que en ocasiones operaba el Carlismo durante el franquismo para infiltrarse en el mismo. Estos coparon muchos puestos directivos, pero a pesar de estar bien entrenados en técnicas dialécticas y de propaganda a pocos carlistas convencieron. Comienza el declive, muchos carlistas sin dejar de serlo dejan de ir a las actividades políticas de la Comunión y los actos dejan de ser multitudinarios. Los cientos de miles de personas que aún movilizaba el Carlismo en los 60 apenas llegan a los tres millares a mediados de los setenta. Y la infiltración es cada vez más evidente: se empiezan a ver banderas nacionalistas y socialistas. Carlos Hugo expulsa a los jefes históricos de la Comunión y los reemplaza por jóvenes izquierdistas sin militancia previa carlista. Las concentraciones del Partido Carlista son la excusa para la reunión de maoístas, proetarras y nacionalistas de toda condición. El pueblo carlista se disvincula en masa de la estructura política de Carlos Hugo.

6. En los 70 también comienza la reinterpretación de la historia del Carlismo, introduciendo conceptos y términos ajenos a la recta razón para explicar el Carlismo. Una postura que rechaza unánimemente la comunidad científica y universitaria y todos los historiadores del Carlismo, tanto carlistas como liberales. Solo una pequeña minoría de periodistas, que no historiadores, publican en editoriales izquierdistas (lamentablemente de cierta difusión) una visión tan manipulada del Carlismo que mueve a carcajadas, utilizada con fines políticos sin ningún escrúpulo y seriedad. El carlismo es entregado a la mitología nacionalista y a la interpretación materialista histórica del marxismo.

7. En 1977 fracasan tanto las candidaturas impulsadas por el Partido Carlista junto a grupos maoístas (CUPS, FAA), como las que impulsan en solitario en Navarra, Castellón o Valladolid. Los resultados son paupérrimos en estas elecciones para el neocarlismo revolucionario de Carlos Hugo.

7. En 1978, el Partido Carlista solicita el SI a la constitución española  (atea, antiespañola, que consagra la monarquía liberal y el capitalismo), realizando campaña activa en este sentido. El propio Carlos Hugo mendiga la nacionalidad española al gobierno,  reconociendo de hecho a Juan Carlos como Rey de España. A pesar de todos esos esfuerzos, "Roma no paga traidores", y el sistema no deja instalarse al nuevo Partido Carlista en el marco partitocrático.

8. La última esperanza para vivir de la política de Carlos Hugo está en las elecciones de 1979, en las que el radicalismo de años anteriores ha quedado matizado, planteando una campaña electoral izquierdista pero no revolucionaria. Para ello Carlos Hugo intenta volver a contactar con muchos antiguos mandos y jefes carlistas a los que justifica su deriva aduciendo que "el Carlismo siempre fue un movimiento social y de masas y había que actualizar el lenguaje" pero unánimemente le manifiestan que siguen siendo carlistas, pero que a él no le pueden guardar fidelidad. Queda desamparado asimismo por sus compañeros de viaje de izquierdas que con la instauración de la democracia se van a sus propios partidos. En esta aventura electoral no obtiene representación, a pesar de gastarse en la aventura ochenta millones de pesetas. Los resultados son ridículos, incluso en zonas antaño de fuerte raigambre carlista. El Partido Carlista queda como un grupúsculo marginal en todo España, por la obra demoledora de Carlos Hugo.

9. Tras su fracaso electoral Carlos Hugo renuncia a la Presidencia del Partido Carlista quedando como "militante de base" (nótese su proceder antimonárquico) para en 1980 definitivamente abandonar su Partido Carlista dejando tras de si una enorme deuda electoral que deberán pagar sus traicionados seguidores durante años. Sin más explicaciones abandona toda labor política, se divorcia y se va a vivir a Estados Unidos, donde empieza a defender una serie de ideas enmarcables en lo que con razón se denomina pensamiento débil: democratismo, pseudoglobalización, etc...

10- Hoy día eso no fue más que un mal sueño, por más que subsista un minusculísimo "Partido Carlista" que no pasa de juntar apenas un centenar de nonagenarios junto a algún pobre alucinado una vez al año, en su celebración del antaño glorioso Montejurra. Efecto de una sola causa: Carlos Hugo de Borbón Parma.

martes, 29 de septiembre de 2015

No existe el “problema” “catalán”; el problema es el Estado liberal

No existe el “problema” “catalán”; el problema es el Estado liberal

No se ha calibrado suficientemente el carácter impuesto de la estructura estatal sobre los pueblos hispánicos, cuya esencia política es antiestatal. Todos los problemas institucionales, territoriales y políticos de España traen causa en última instancia de esta realidad, insuficientemente percibida.

La Historia de las pérdidas de las Españas transpeninsulares es indefectiblemente, hasta el siglo XVIII, la Historia de la violencia de entidades extranjeras contra esos pueblos que eran y se sentían independientes, libres e hispanísimos. Con la introducción de los paradigmas estatales tras la usurpación liberal las insuficiencias y contradicciones que se venían sufriendo desde el advenimiento de las reformas de los Borbones incoarán el definitivo problema territorial español, el cual sólo puede solucionarse hispánicamente. La noción positivista y soberanista de la política subyugó la rica pluralidad de cada una de las partes de las Españas, reduciéndolas sobre la coartada de un castellanismo, que no es tal, a una uniformización contraria a nuestro nervio histórico. Frente a este mal se exacerbó en sentido contrario una respuesta en los mismos esquemas de pensamiento liberal desde los nacionalismos separatistas. Y se generó la inevitable aporía al develarse la faz más totalitaria del propio Estado, que lejos de ser integrador se muestra como un gran Leviathán excluyente: o Estado español o Estado catalán.
El Estado ha supuesto en cierto modo una subrogación de la vieja Monarquía Hispánica, por eso aún custodia ciertas formas de politicidad natural mucho mejor que las instancias supraestatales, por lo que merecen ser respetadas. Sin embargo también conlleva otra serie de vicios que deben ser debidamente extirpados. Actualmente además las transformaciones de la política y la asunción de la democracia partitocrática acentúan el carácter inmoral del Estado por su instrumentalización por las ideologías dominantes o triunfantes en los procesos electorales. El Estado ya no custodia ningún fundamento moral intangible, pero paradójicamente cada vez se hace más grande y controlador con lo que resulta más potencialmente peligroso. En este sentido las Comunidades Autónomas (que no olvidemos son una parte más del Estado, siendo sus presidentes los representantes ordinarios del mismo en su territorio) han jugado un papel peligrosamente uniformizador sobre las bases de las mitologías nacionalistas o paranacionalistas, imponiendo una aterradora ingeniería social e ideología desde los resortes del poder que controlan creando artificiales esencialismos identitarios.

La herida y brecha abierta por tantos siglos de impostura liberal, cuyas carencias sólo se afrontan desde posturas aún más liberales, juegan en contra de retornar a una solución tradicional española. Sin embargo los afanes más nobles que habitan en el fondo de los corazones encontrarán en ella la única respuesta. Quienes hablan de independencia si quieren la auténtica independencia de los pueblos y de la sociedad sólo podrán encontrarla en la vuelta a un orden en que el protagonismo político no lo tengan las impostoras instituciones públicas, sino que sean las corporaciones naturales quienes se organicen sin dirigismos. Quienes quieran ofrendar a España sus más nobles sentimientos han de entender que nuestra Patria no es un mero Estado impuesto hace casi dos siglos, sino que la genuina España estaba en aquel haz de pueblos libres e independientes, dotados de peculiaridades políticas, jurídicas y culturales unidos por la Fe inquebrantable en un mismo Dios y la lealtad hacía un mismo Rey, señor legítimo y justo.