NI
DE EJERCICIO NI DE ORIGEN
Ante la anunciada
visita de Carlos Javier de Borbón-Parma a Barcelona y para
advertir al pueblo catalán y al resto de españoles frente a las más que
posibles confusiones y heterodoxias de sus palabras y actos públicos los
carlistas catalanes declaran:
1-No hay constancia de la voluntad de Carlos Javier de aceptar los cinco fundamentos de la Legitimidad española que estableció el Rey Don Alfonso Carlos como una condición indispensable para su futuro sucesor: (1) la Unidad Católica, (2) la constitución natural y orgánica de los Estados y Cuerpos de la sociedad tradicional, (3) la federación histórica de las diferentes regiones de la Patria española, (4) la auténtica Monarquía Tradicional y (5) los principios, espíritu y mismo estado de derecho y legislativo anterior al llamado derecho nuevo.
1-No hay constancia de la voluntad de Carlos Javier de aceptar los cinco fundamentos de la Legitimidad española que estableció el Rey Don Alfonso Carlos como una condición indispensable para su futuro sucesor: (1) la Unidad Católica, (2) la constitución natural y orgánica de los Estados y Cuerpos de la sociedad tradicional, (3) la federación histórica de las diferentes regiones de la Patria española, (4) la auténtica Monarquía Tradicional y (5) los principios, espíritu y mismo estado de derecho y legislativo anterior al llamado derecho nuevo.
2-Ninguno de los manifiestos y declaraciones públicas de Carlos Javier de Borbón-Parma están en la línea doctrinal pensamiento político carlista, es decir, nada tienen que ver con el pensamiento tradicional catalán. Por el contrario todos ellos se inscriben en corrientes de ideologías de la modernidad, con ciertos guiños al nacionalismo que repugnan la conciencia de los carlistas catalanes.
3- Su hijo carece de cualquier derecho al
Trono de España. El legítimo Estado de derecho y legislativo de la Monarquía
española establecía una sucesión semisálica agnada a la Corona, que además es
la tradicional de la Corona de Aragón. Una pragmática contra esta norma no
podía establecerse sin el concurso de Cortes convocadas expresamente al efecto.
Contra ese abuso despótico de Fernando VII se levantaron los carlistas. La
misma de abuso despótico supone considerar a los descendientes de un matrimonio
desigual, no dinástico, como sucesores al Trono. Ese es el caso del hijo de
Carlos Javier de Borbón-Parma.
Algunos carlistas
catalanes hemos tenido ocasión de saludar en Barcelona en otras ocasiones a
Carlos Javier de Borbón-Parma. Y hemos deseado que aceptase los principios
intangibles de la legitimidad española. Lamentamos que no haya dado este paso.
Carlistas del
Principado de Cataluña. Valls, 7 de octubre de 2016.
Festividad de
Ntra. Sra. del Rosario.
NI D'EXERCICI NI
D'ORIGEN
Davant l'anunciada visita d’en
Carlos Javier de Borbó-Parma a Barcelona, i per a advertir el
poble català i la resta d'espanyols de les més que possibles confusions i
heterodòxies de les seves paraules i actes públics, els carlins catalans declaren
que:
1-No hi ha constància de la voluntat d'en
Carlos Javier a acceptar els cinc fonaments de la Legitimitat espanyola que va
establir el rei Don Alfonso Carlos com a condició indispensable per al seu
futur successor: (1) la Unitat Catòlica, (2) la constitució natural i orgànica
dels Estats i cossos de la societat tradicional, (3) la federació històrica de
les diferents regions de la Pàtria espanyola, (4) l'autèntica Monarquia
tradicional i (5) els principis, esperit i mateix estat de dret i legislatiu anterior
a l’anomenat dret nou.
2-Cap de les declaracions publiques d’en
Carlos Javier de Borbó-Parma i els manifestos apareguts en el seu nom estan en
la línia doctrinal del pensament polític carlista; és a dir, no tenen gens a
veure amb el pensament tradicional català. Per contra, tots ells s'inscriuen en
corrents de les ideologies de la modernitat, amb un apropament al nacionalisme
que repugna als carlistes catalans.
3- El seu fill no te cap dret al Tron
d'Espanya. El legítim Estat de dret i legislatiu de la Monarquia espanyola
establia una successió semisàlica agnada a la Corona, que és la tradicional de
la Corona d'Aragó. Una pragmàtica contra aquesta norma no podia establir-se
sense el concurs de Corts convocades expressament a aquest efecte. Contra
aquest abús despòtic de Fernando VII es van alçar els carlins. El mateix abús
despòtic suposa considerar els descendents d'un matrimoni desigual, no
dinàstic, com a successors al Tron. Aquest és el cas del fill de Carlos Javier
de Borbó-Parma.
Alguns carlistes catalans hem
tingut ocasió de saludar a Barcelona en altres ocasions a Carlos Javier de
Borbó-Parma. I hem desitjat que acceptés els principis intangibles de la
legitimitat espanyola. Lamentem que no hagi donat aquest pas.
Carlistes del Principat de
Catalunya. Valls, 7 d´octubre de 2016.
Festivitat de la Mare de Deu del
Roser.
De la Agencia Faro:
ResponderEliminarBarcelona, 8 octubre 2016, Santa Brígida, viuda. Algunos medios de información se han ido haciendo eco del anuncio de una convocatoria extravagante para este sábado: la de unos actos convocados por organizaciones desconocidas, sin relación alguna con el Carlismo, y protagonizados por el expríncipe Carlos Javier (de Borbón Parma y Lippe-Biesterfeld), quien vendría a presentar a su hijo Carlos Enrique (reciente y tardíamente bautizado, con padrino calvinista) a no se sabe bien quién. A última hora se ha sabido de cambios en el programa de actos. Lo llamativo ha sido el uso de títulos principescos por parte de quienes hace muchos años abandonaron sus obligaciones dinásticas y reconocieron como "reyes" a los actuales ocupantes del Palacio de la Zarzuela; pero que parecen creer que gozan de una especie de patrimonio familiar de títulos, utilizables a su capricho de manera privada, en paralelo a la legalidad constitucional (la usurpación, según los carlistas) que también aceptan. Un patrimonio imaginario que no representaría para ellos ninguna exigencia ni responsabilidad.
No reconocen los carlistas más representante de la Dinastía legítima que S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón y Borbón Busset, Duque de Aranjuez, Abanderado de la Tradición. Quien como Regente intentó por todos los medios a su alcance mantener los derechos sucesorios de sus sobrinos Carlos Javier y Jaime (hijos del expríncipe Carlos Hugo, al que Dios haya perdonado). Sin ningún éxito, por desgracia, dado el desinterés dinástico de ambos.