El Matiner Carlí recomienda la
lectura completa del trabajo histórico realizado por Ramón María Rodón Guinjoan,
sobre la historia más reciente del movimiento carlista. Periodo expuesto
habitualmente a los acercamientos más peregrinos y falsarios por parte de los
residuos ideológicos ligados a la persona del ex príncipe Carlos Hugo, con la cobertura de los medios culturales del sistema liberal, al que
en última instancia sirven.
En los últimos años hemos asistido a la
publicación de tesis, libros y artículos que siguen reivindicando una línea interpretativa
absolutamente falsa de la reciente historia del carlismo. La pretensión de
justificar la actuación política errática
de Carlos Hugo, lleva directamente a la mentira histórica más descarada en los libelos de personajes
como José Carlos Clemente, María Teresa
de Borbón Parma, Javier Cubero y otros, más matizada pero igualmente parcial lo encontramos en los trabajos de Manuel Martorell, que justifica finalmente la actuación de
Carlos Hugo. Estos epígonos culturales del huguismo tienden, en todos los casos,
a una absorción de la memoria e historia
carlista en el actual paradigma liberal. Esa es la consecuencia política. La
claudicación política de Carlos Hugo y su neocarlismo ante el régimen imperante,
se cierra ahora con una cobertura
pretendidamente cultural e histórica, desarmando la memoria real de la lucha y causa carlista. Se falsea su significación real. Los puntos centrales en este
aspecto son: doctrinalmente, postular una imposible separación entre Carlismo y tradicionalismo, tergiversar la relación entre foralismo y nacionalismo. Políticamente, falsear la significación del Rey Don Javier, como continuador del auténtico legitimismo tradicionalista y deformar los hechos de Montejurra 76.
Otros muchos historiadores del momento se dejan enredar en los lugares comunes de las trampas y falsedades esparcidas
por los adláteres del huguismo, Jordi Canal es paradigmático de ello, mientras los medios culturales y de prensa del sistema acogen
encantados la misma versión de conjunto. El “carlismo” en definitiva hizo su “misión", ayudó
a traer la democracia y las libertades, ayudó a la “reconciliación”, ayudó a la
toma de conciencia autonómica y del nacionalismo… evolucionó y en definitiva ya no es necesario. Rematar al
león herido, impedir su restablecimiento,
domesticarlo en la jaula del orden imperante democrático. Más allá de ser, en
muchos casos, una autojustificación de su proceder personal y de grupo, la
consecuencia política adyacente salta a la vista. El huguismo, muerto políticamente
y fallecido su mentor, sigue ejerciendo su función demoledora del carlismo. El residual partido carlista, las apariciones
esporádicas de Carlos Javier, reivindicando el legado político paterno y estos coletazos pretendidamente
historiográficos y culturales se conjugan en esa función. Ese carlismo "sentimental" es absolutamente inofensivo para el sistema, porque simplemente no es el verdadero.
El Carlismo auténtico sigue
preocupando, más allá de su aparente debilidad actual, porque sigue siendo la memoria
real de la resistencia de España al
liberalismo. Desvirtuar su memoria
histórica no deja de ser un arma política, nada inofensiva, no sea que el León despierte y vuelva por sus fueros. Por ello la lectura de un texto,
más ponderado y objetivo, de la historia del reciente carlismo, no deja de
tener importancia política. Porque, más allá de posibles discrepancias de
matices, juicios y opiniones, en el caso de la tesis de Ramón María Rodón,
no nos encontramos simplemente ante el
engaño. Su lectura puede servir, a muchos, de antídoto ante la mentira, máxime
ante la escasez de estudios globales sobre este periodo.
Reseña de la presentación de la tesis doctoral de don Ramón María
Rodón Guinjoan sobre “Invierno, primavera y otoño del Carlismo (1939-1976) Universitat Abat Oliva CEU, 2015. Por la Agencia Faro.
El pasado 9 de Octubre se celebró
en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Abat Oliba CEU de
Barcelona el brillante acto de lectura y defensa de la tesis doctoral de don
Ramón María Rodón Guinjoan sobre “Invierno, primavera y otoño del Carlismo
(1939-1976)“. Dirigida por la doctora Rosa María Alabrús, el tribunal ha estado
integrado por los doctores Miguel Ángel Belmonte, Javier Barraycoa, Alfonso
Bullón de Mendoza, Miguel Ayuso y María de los Ángeles Pérez Samper.
El doctorando ha resumido
certeramente en treinta minutos las 650 páginas de su memoria doctoral, en las
que desgrana las vicisitudes de la Causa desde el fin de la Guerra de
Liberación hasta el acto de Montejurra 1976. Con gran ponderación ha pasado revista
a fenómenos como el llamado “octavismo” o la “Regencia de Estella”, así como a
las relaciones tormentosas del Carlismo con la Falange o el régimen de Franco.
Pero se ha referido sobre todo a la verdadera Comunión Tradicionalista, a la
personalidad señera del Rey Don Javier, a la ortodoxia de las jefaturas
delegadas de don Manuel Fal Conde y don José María Valiente, a la heterodoxa y
desastrosa evolución impresa a la Comunión por Carlos Hugo hasta llegar al
llamado Partido Carlista, al impacto negativo del Vaticano II y el modernismo
religioso… También a los sucesos de Montejurra 1976, donde, sin negar algunos
errores de parte de los verdaderos carlistas, subraya sobre todo su condición
de consecuencia de esa deriva destructiva impuesta por Carlos Hugo. Ha usado
para su trabajo la magna recopilación documental de Manuel de Santa Cruz (que
se extiende a la mayor parte del periodo por él historiado), diversos archivos
públicos y privados, una abundante bibliografía y hemerografía, así como
finalmente su propio archivo y memoria. Pues el nuevo doctor Rodón fue testigo
y en parte protagonista de muchos de esos hechos. Don Ramón María Rodón, a
punto de cumplir 75 años, renueva su lealtad a la Causa y da buena muestra de
laboriosidad y entrega. Ambas cualidades refulgen en este trabajo de
investigación, que ha merecido unánimemente la máxima calificación de parte del
tribunal.
Texto completo de Invierno, primavera y otoño del Carlismo (1939-1976) PULSAR AQUÍ
"Mi primo (Juan Carlos) está haciendo un buen papel “
ResponderEliminarEso lo decía María Teresa Borbón Parma en El Mundo el día 7 de abril de 2002. Y añadía cuando le preguntaban si lo conocía personalmente: "Nos tratamos mucho y es un hombre encantador". Salta la vista la evidencia de la rendición y absorción del huguismo en el sistema de la república coronada actual.Un ejemplo entre muchos otros que podrían traerse a colación.