"De lo cual se deduce que lo que
hoy se llama oligarquía, con término de exactitud muy cuestionable, es una
tiranía habitual cometida no por pocos, bien que por los menos, en daño de la
inmensa mayoría nacional. En el diagnóstico (la propiedad del nombre de la
enfermedad importa menos) estamos conformes todos los hombres de buena
voluntad, sin diferencias de escuelas ni partidos.
¿Y quién es, quiénes componen esa
minoría tiránica, bien que no de pocos, aunque lo sean en comparación de los
explotados y oprimidos? La oligarquía presente es una burguesocracia en que
todas las capas de la clase media se han constituido en empresa mercantil e
industrial para la explotación de una mina, el pueblo, el país; es una tiranía
y un despotismo de clase en contra y en perjuicio, no de las otras, porque ya
no las hay, sino de la masa inorgánica, desagregada y atomística que aún sigue
llamándose nación.(...)
Yo no conozco tiranía más
solapadamente disfrazada y encubierta de filantropía, de humanidad, de
libertad, de soberanía, de regeneración, menos que eruditos a la violeta, que
inventaron la sofística urdimbre del programa revolucionario y realizaron la
Revolución de crueldad felina para engañar y desmoralizar, oprimir y
usufructuar al pueblo. ¿Se concibe nada más diabólicamente habilidoso que
trasladar la soberanía, digo, el sufragio, que es cosa muy distinta, a la masa
infeliz y absolutamente incapaz, para secuestrarle luego el voto con el engaño
a una inteligencia inculta y crédula, con la tentación a concupiscencias no
domadas y salvajes, con la dádiva a una necesidad continua, múltiple, absoluta
y apremiante, con la coacción a una dependencia total y completa, a una miseria
más congojosa y aflictiva que la servidumbre medieval? Pues esto fue, es y
será la burguesía oligárquica: un tirano colectivo, anónimo e irresponsable
que, para libertarse de los furores y asechanzas de las víctimas, hace creer a
los oprimidos y esquilmados que son dueños de sí mismos y mandan en los demás,
mientras él, oculto y tapado, maneja los resortes del retablo y mueve los
muñecos soberanos, y detrás de la cortina se harta alevosamente del patrimonio
de libertad, de autarquía, de legítimas utilidades y derechos hurtados con tal
infamia al pobre pueblo (...)
En España, el oligárquico imperio
burgués presenta formas más repugnantes y caracteres más graves, porque no hay
quien le vaya a la mano ni resistencia popular organizada que la haga entrar,
si no en vías de justicia, al menos en temperamentos de prudencia como en otras
partes. La porción extraviada del pueblo aún conserva cierto buen sentido común
y moral que la retrae de entregarse del todo a la organización y reglamentación
socialistas; y la mayoría popular, honrada y sana, tiene una aversión
instintiva a esas bochornosas farsas parlamentarias que han envilecido y
arruinado a la nación, y no comprende cómo puede ser instrumento de salud y de
restauración salvadora el que lo ha sido de desdichas y vilezas, de iniquidad,
de corrupción, de pobreza, de deshonor y, si Dios no lo remedia, de nuevas
mutilaciones, y al fin, de ignominiosa muerte."
Oligarquía y caciquismo (Texto completo AQUÍ). Don
Enrique Gil Robles. Salamanca, 28 de mayo de 1901
Realmente magistral: hacernos esclavos y hacernos creer que somos libres. Esta es la jugada maestra de la "democracia", hacernos creer que el pueblo gobierna y decide, cuando en realidad su opinión poco importa en las decisiones importantes hacer creer según su mito en la "Soberanía popular", cuando en realidad el poder reside en las élites plutocráticas financieras. Hay que reconocer que la jugada es magistral.
ResponderEliminarEsta es la peor dictadura y tiranía, cuando se consigue que el pueblo no tenga percepción de que es totalmente dominado y no tiene ninguna libertad política real en la partitocracia, además de ser explotado por el capitalismo negándole la propiedad queda concentrada en las pocas manos de la oligarquía.
La democracia liberal además de ser un absurdo y error teórico es una falsedad y un fraude en la práctica y la realidad. La frase de Churchill refleja claramente lo que piensan los plutócratas y burgueses del pueblo.
La democracia-liberal funciona como una "partitocracia", pero además cabe definirla como una oligarquia plutocrática sustentada sobre un consenso mayoritario, que es producto de una manipulación demagógico-propagandística. Es una oligarquía, no una democracia: la oligarquía de quienes viven dedicados a la política, que hacen todo lo posible para eliminar a nuevos grupos que pudieran tratar de hacer su aparición en la escena política y conseguir representación en ella. Es plutocrática, tanto por la relación existente con el capitalismo como forma económica del liberalismo, como por la tendencia de los políticos a vivir únicamente de la política y a subirse desmesuradamente sus suelos. Se asienta sobre el consenso mayoritario, que le sirve para otorgarle una supuesta legitimidad, o al menos una conformidad con la legalidad. Y ese consenso mayoritario es producto de una manipulación demagógica-propagandística.
ResponderEliminarDonoso Cortés ya nos lo advertía, en una frase de una clarividencia atroz: «El principio electivo es de suyo cosa tan corruptora que todas las sociedades civiles, así antiguas como modernas, en que ha prevalecido han muerto gangrenadas».
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